“¡Toledanos, es la espada, voto a Dios, la que causa ese
vapor y no el humo de las cocinas!”. En el año 807 el cielo de Toledo se cubrió
de sangre la noche en la que el gobernador Amrús-al Lleridi invitó a toda la
nobleza local a una cena de confraternidad que no era otra cosa que un
subterfugio para literalmente descabezar a la oposición interna. Tomen nota los
miembros críticos de UPyD si reciben una invitación de Rosa Díez para tomar chocolate
con churros en la sede del partido… Ese capítulo dio origen a la célebre expresión
“pasar una noche toledana” cuando se quiere dar a entender que dicha noche ha
sido para olvidar.
Si el banquete servido hubiera sido el mismo que ofrece
este restaurante del centro de Toledo nadie habría empuñado la espada contra
los invitados, hubiera bastado con obligarles a comérselo todo. Sugiero para
futuras purgas de la casta toledana como entrante una “sopa del día” que se
asemeja a regurgitado de cabra alimentada en los pastos de Valdemingómez, seguido
de una “fritura de verduras” recuperadas en la costa tras el naufragio de un
carguero de hortalizas chino y para finalizar el “venado en salsa” homenaje al
alférez provisional que ofreció su pierna gangrenada a sus hambrientos
correligionarios durante el sitio de El Alcázar.
Lo sé, me olvido del postre ¿pero de verdad piensas que
alguien puede llegar tan lejos?
Plato de cuchara
Fritura de verduras
Venado en salsa
No hay comentarios:
Publicar un comentario