viernes, 17 de junio de 2016

Los Valencianos (San Lorenzo de El Escorial)

 
Cuentan las crónicas que la presencia de Felipe II imponía tanto a sus interlocutores que al comenzar una audiencia con el monarca este solía comenzar con un: “sosegaos, sosegaos…”. Quizás por eso cuando uno visita una población tan vinculada al rey prudente como San Lorenzo de El Escorial esperaría encontrar en las laderas del monte Abantos valeriana, melisa, hierbaluisa u otras plantas relajantes procedentes de las antiguas posesiones de Ultramar pero nunca una plantación de chufa. Ante tamaña ausencia Los Valencianos son los encargados de servir desde 1942 horchata y de altura, en concreto a más de mil metros de altitud, en esta ciudad situada en la cuenca del río Guadarrama.

La historia de Los Valencianos comienza cuando aparecen Lázaro y Teresa con su carrito. Desde entonces Los Valencianos no han faltado a su cita. Hoy los nietos de aquellos pioneros siguen regresando desde Jijona cada año para vender helados, horchatas y granizados desde Domingo de Ramos a finales de septiembre y turrones desde el puente de la Constitución hasta el 23 de diciembre. La horchata se elabora en el viejo obrador de la calle Duque de Medinaceli y para disfrutarla nada mejor que su agradable terraza en la peatonal Juan de Leyva aspirando por la nariz el saludable aire de la sierra madrileña y por la pajita el maravilloso zumo de la chufa.

Viejo cartel de Los Valencianos
 
Terraza en la calle Juan de Leyva
 
 Horchata pequeña por 1,50 euros

Calle Duque de Medinaceli, 8 (obrador)
Calle Juan de Leyva, 1 (terraza)
28200 San Lorenzo de El Escorial (Madrid) 

Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa
 

miércoles, 1 de junio de 2016

Atlantic Rim (Galician version)


Ed Wood tiene su hueco en la historia del séptimo arte por ser precursor del cine de serie Z. Sus películas de ciencia-ficción de ínfimo presupuesto plagadas de historias rocambolescas, decorados de función escolar, monstruos de pacotilla, personajes estrafalarios y roñosos efectos especiales causaban más vergüenza ajena que terror y le valieron la mención honorífica de peor director de la historia. Una de sus señas de identidad fueron sus platillos volantes de quincalla balanceándose al final de unos más que evidentes hilos manejados al albur del un más que vergonzante guión.  

En un bar coruñés próximo a la madrileña Plaza Mayor encuentro varias escenas que bien podrían haber salido de la imaginación y recursos técnicos de tan recordado director, siempre y cuando este hubiera conocido la queimada y que bajo los efectos de la misma hubiera dado un curso elemental de PhotoShop. OVNIS comandados por medallones de merluza, naves alienígenas cargadas de letales patatas o el ataque de un monstruo mutante cruce de Godzilla y el cangrejo Sebastián amenazan desde los aires A Coruña dispuestos a hacer cumplir la Ley de Costas en una ciudad que goza de muchas virtudes pero entre las cuales no se encuentra el respeto del desarrollo urbanístico con el entorno natural (acoge seis de los ochos edificios más altos de Galicia). Seguramente el encargado de la publicidad de este céntrico local o es un digno descendiente del mismísimo Ed Wood o se ha criado en Vigo.




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Actualización 14/08/2018


El local del Riazor de la calle Mayor no ha sido ocupado por monstruos ni OVNIS sino una franquicia...