lunes, 24 de septiembre de 2018

Horchatas Monserrat (L´Hospitalet de Llobregat)

ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa (XXXVIII)

El año pasado se estrenó el corto “L´Hospitalet es feo”, un título que es un “spoiler” en sí mismo… El protagonista recorre en furgoneta una ciudad que podría confundirse con muchas otras de nuestra geografía por lo que sus creadores bien podrían haberse decantado por titularla “L´Hospitalet somos todos”. Seamos sinceros: la mayoría nos hemos criado en una de estas ciudades monstruosas, nos hemos visto obligados a residir en una expulsados por el precio del metro cuadrado de nuestra ciudad natal o bien las visitamos los fines de semana para cumplir con la inexcusable visita a los suegros.

Puede que a algún vecino de L´Hospitalet no le guste el título del corto pero yo no lo encuentro ofensivo. Creo que ha llegado el momento de reivindicar  las ciudades feas. Hay vida más allá del las capitales con tiendas que abren en domingo, o de las ciudades con un pasado histórico relevante que las hecho accidentalmente acreedoras de edificios emblemáticos y áreas urbanas dignas de ser incluidas en cualquier touroperador. Yo creo que a menudo tras la combinación de ladrillo, hormigón y pladur se esconden ciudades con gran personalidad y con el suficiente respecto por sí mismas como para no permitir que las recorra un trenecito turístico. Quizás por esto me guste tanto visitar ciudades como L´Hospitalet y descubrir sus valores ocultos.

Un secreto que merece la pena descubrir en L´Hospitalet es “Horchatas Monserrat”. Gracias a la conservación de pequeños comercios como este la ciudad mantiene una atmósfera propia y diferenciada de la colindante Barcelona. La familia Monserrat llega a comienzos del siglo XX procedente de l’Horta Nord valenciana. No es hasta 1957 cuando abren esta horchatería en Carrer Farnés el mismo año que se levantó el cercano Camp Nou. Quién sabe si esa proximidad es el motivo por el que la afición culé afirma en ocasiones que sus jugadores parecieran tener horchata en las venas.

Desde 1957 pocas cosas han cambiado en “Horchatas Monserrat”. Continúan usando la maquinaria de toda la vida, trabajando por fases (lavado, trituración, mezcla, etc.), renunciando a los nuevos procedimientos y al trabajo en cadena. La temporada horchatera depende de la climatología pero suele ir desde el día de San José hasta el del Pilar. El resultado es una producción menor a ochenta mil litros anuales que conserva el sabor de siempre. Mi lugar favorito para disfrutarla es el próximo Parque de la Marquesa que sorbiendo una buena horchata por mi pajita no tiene nada que envidiarle al mismísimo Parque Güell.


Una horchata en L´Hospitalet

Interior de Horchatas Monserrat

Fachada

Horchatas Monserrat
Carrer Farnés, 4
08904 Hospitalet de Llobregat



Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa

sábado, 22 de septiembre de 2018

Restaurante La Nieta (Madrid)

El barrio de Chueca a lo largo de su historia ha pasado de ser castizo, macarrilla y problemático a ser un barrio moderno y solidario. Pero como todo en este mundo neoliberal que nos rodea lo que comenzó como el germen de un proyecto espontáneo e integrador se ha convertido en una gentrificación masiva donde los turistas son los reyes y los fondos de inversión los emperadores.  Y como las cotorras argentinas y los mapaches americanos este fenómeno no es complementario sino invasor. Entre sus víctimas están los restaurantes de toda la vida que incapaces de soportar la subida de alquileres y la expulsión de vecinos del barrio que constituían el grueso de su clientela, han visto languidecer sus locales ante la llegada masiva del actual turismo teledirigido.

Pero no toda la Galia está ocupada por los romanos. En este panorama permanece irreductible desde 1985 La Nieta, restaurante de origen segoviano que sobrevive entre gastromercados, “fried chicken” y cocinas vistas en la mítica calle Libertad. Su larga barra con salón al fondo, mantelería de cuadros blancos y rojos recién planchada y mobiliario rústico es todo un contraste con los restaurantes vecinos. Decoración sin concesiones a la modernez pero sí con un punto cosmopolita: las paredes están decoradas con una colección de platos de todo el mundo (Jordania, Japón, Rusia, Portugal, etc.) ofrecidos por sus clientes habituales. Imagínense la cara de Chicote si un cliente le trae de sus vacaciones un “pongo” para colgar en su impoluto restaurante de Chueca.

Entre su clientela fija gente mayor del barrio, trabajadores de la cercana sede de la ONCE y vecinos gays de los pioneros en llegar a esta zona cansados de pagar el doble por platos que ocupan más espacio en la carta que en la mesa. Además por muy cosmopolita y moderno que sea uno todos necesitamos un buen plato de comida casera entre semana con sabor a hogar y aroma a infancia. Para este público y todo aquel que quiera pasarse La Nieta ofrece comida tradicional en raciones, carta y un fenomenal menú con enjundia y una excepcional relación calidad-precio. Entre sus especialidades las albóndigas de ternera, los huevos fritos y el cordero y cochinillo por encargo. Postres caseros entre los que hay que destacar la leche frita y la tarta de queso (como las de antes, sin base de galleta ni mermelada por encima). No podía faltar en una tasca como ésta la casquería: mollejas de cordero, higaditos de pollo encebollados, callos a la madrileña y unos increíbles riñones al jerez. Puede que lo del nombre de La Nieta sea  porque  uno se siente como en casa de su abuelita rebañando el plato un domingo como si no hubiera un mañana.

 Riñones al jerez

 Interior de La Nieta

Tarjeta de La Nieta

Calle Libertad, 25
28004 Madrid