martes, 8 de enero de 2019

Bar Sacramento (Sevilla)

Recomendar en Sevilla un bar de huevos fritos puede chocarle a muchos. El lector podría esperar una mención a algún establecimiento con una especialidad relacionada con alguno de los tópicos gastronómicos sevillanos en vez de dedicarle espacio a un plato tan generalista. En mi defensa puedo decir que un ilustre sevillano como Velázquez nunca pintó a una vieja preparando gazpacho, soldaditos de Pavía o pringá sino friendo unos estupendos huevos. Esta es mi pequeña reivindicación hacia el desdeñado huevo frito, ese plato tan popular, tan consumido y, puede que por ello escasamente valorado, que nadie reclama como propio y que a diferencia de otros no provoca disputas regionales para apropiárselo.

El huevo frito cuenta con un escaso reconocimiento público a pesar de que se puedan contar con los dedos de una mano aquellos a quienes no les gusten. El motivo suele ser que muchos consideran que un plato tan “elemental” no justifica pagar por ello cuando uno puede freírse los huevos en su propia casa. Me gustaría saber cuántos de estos “cocinillas” que piden el sushi en Deliveroo y pueden enumerar diez marcas de cerveza artesana son capaces de hacer un buen huevo frito con su yema liquidita y sus puntillitas bien atusadas. Cuánto más si han usado para ello los huevos baratos del súper y un aceite más sucio que la factura de un taller mecánico.

Si lo tuyo también es mojar en la yema, en el barrio sevillano de Feria tienes el Bar Sacramento. Este bar de decoración friki-sesentera abierto en 2013 apostó por el huevo frito en tiempos en los que nuevos establecimientos del tipo gastrotecas, taperías y franquicias surgían como setas. Su secreto, ofrecer un gran producto elaborado con huevos camperos procedentes de la carmonense Granja Solís, aceite de oliva virgen extra, ajos enteros, sal gorda y unas buenas manos. Puedes pedirlos en tapa o en ración acompañado de papas fritas, arrugás o pimientos y en un triple salto mortal, sólo con un informe médico favorable, con chorizo ibérico de Azuaga o morcilla de arroz de Burgos.

Tras esta experiencia entenderás porqué Velázquez pintó una vieja friendo huevos  y no abriendo una sopa Campbell.

 Los huevos fritos del Sacramento
 
 Interior del bar
 
 El "Made in Japan" de Raphael

Calle Feria, 141
41002 Sevilla 

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