jueves, 22 de septiembre de 2016

Heladería Isabelo (Aranjuez)


Hay una leyenda muy extendida que relaciona la horchata con la realeza. Al parecer una aldeana ofrece horchata a Jaime I de Aragón, el rey la pregunta “¿Qué es aixo?” (¿Qué es esto?). Contesta la mujer a su majestad que leche de chufa y éste tras probarla exclama ¡Aixo no es llet, aixo es OR, XATA! (¡esto no es leche, es oro, chata!) y de ahí el origen del nombre del refresco. Una historia apócrifa y digna de un insigne valenciano (de dónde si no) como Berlanga y que éste podría haber llevado al cine  con Arturo Fernández en el papel del rey. Aunque hay que reconocer que la leyenda resulta aún menos verosímil que aquel mito urbano que aseguraba que Isabel II había llegado virgen al matrimonio.

La realidad es que muy probablemente la horchata no llegara a la Corona hasta el siglo XVIII coincidiendo con su popularización. El primer “horchatero” de “sangre azul” documentado del que tengo constancia, ya metidos en el XIX, fue la infanta Isabel de Borbón y Borbón, hija de Isabel II y conocida como “la Chata” infanta muy querida en la ciudad de Madrid. La bebía en el segoviano café La Suiza y una placa en la Horchatería Santa Catalina de Valencia conmemora una visita suya. Su afición a la horchata se recoge incluso en una poesía de Rafael Duyos que pone de manifiesto que el trato directo con el pueblo, el carácter campechano y salir de Palacio sin dinero eran ya costumbre entre los Borbones:

En Glorieta de Bilbao, al pasar piden horchata
en un puesto en que se le antoja beber ¡No pueden pagarlo!
No llevan ni un perro chico. ¡Apuros de la Azafata!
La Infanta y el Horchatero, ¡ríen de muy buena gana!
—”Ya te pagaré otro día “— ¿Pagarme? ¡Esta convidada!
Yo estoy “pagao” con solo verla a Vd. en mi casa
y con poner un letrero ”Proveedor de la Infanta”—
Palmoteos, sombrerazos, el coche sigue su marcha.
¡Fijaos, la Infanta Isabel, mirad, mirad, si es “la Chata”!

Así que cuando descubrí una heladería en la actualidad que elaboraba horchata en el Real Sitio de Aranjuez con el nombre de “Isabelo” pensé si podría tener alguna relación con nuestra “infanta horchatera”, pero no. Los fundadores de esta heladería, Isabelo y Pepita, nada tenían que ver con la monarquía, eran lo que hoy llamaríamos dos emprendedores, una pareja de curritos que trabajaron duro para sobrevivir en los difíciles años de la posguerra y que instalaron en 1944 un quiosco para vender helado, leche helada, mantecado y horchata en la Plaza de la Constitución de Aranjuez.

Hoy Helados Isabelo sigue abierto, tanto en el renovado quiosco como en su tienda y obrador de la calle Moreras, donde se elabora de forma artesanal la horchata y los granizados. El origen de la heladería no será regio pero puedo asegurarte que si te sientas en su agradable, tranquila y sombreada terraza de la Plaza de la Constitución con una rica horchata en la mano nadie te impedirá sentirte como todo un rey. Ahora bien, no te metas demasiado en el papel y no olvides la cartera porque probablemente no salgas lo suficiente en el ¡Hola! (medio monárquico en "papel cuché") como para permitirte un “simpa” sin sufrir las consecuencias.

Horchata digna de una princesa alemana

Kiosco y terraza en la Plaza de la Constitución
 
Obrador y tienda en la calle Moreras

Heladería Isabelo
Calle Moreras, 8 (tienda y obrador)
Plaza de la Constitución, s/n (kiosco)

Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa
 

lunes, 12 de septiembre de 2016

Mercado O Calvario (Vigo)

Muchos barrios populares nacieron en nuestras ciudades el pasado siglo a rebufo de la industrialización. Hoy la economía productiva ha sido felizmente superada y nuestros concejales de urbanismo pueden acceder a su tres por ciento inaugurando museos de arte contemporáneo vacíos en lugar de esas antiestéticas fábricas que empleaban con contratos estables a media ciudad. Cuando visito una ciudad intento conocer uno de aquellos barrios industriales porque a pesar de no aparecer en las guías de viaje creo que no conoces una ciudad hasta no visitar al menos uno. Es fácil encontrarlos, se esconden bajo una o varias de estas definiciones: barrios bajos, obreros, humildes, pobres, periféricos...
 
Aplíquese cualquiera de las definiciones anteriores al barrio vigués que nos ocupa salvo el de “barrio bajo”. O Calvario es una animada barriada multicultural con treinta mil habitantes situado al oeste del centro de Vigo. Para llegar a él desde La Alameda subo por las calles Colón y Urzaiz. A mitad de la ascensión la falta de oxígeno me hace confundir la Plaza de la Estación con el primer campamento base del Annapurna. Tras hacer cima y recibir asistencia pregunto a un vecino si O Calvario hace referencia a la cuesta para llegar hasta allí pero éste se pone grave y asegura que el nombre “podría tener su origen en un calvario con tres cruces que había en lo que hoy es el barrio”, para mí que esas cruces debieron pertenecer a otros tantos montañeros que perecieron en el intento.
 
O Calvario tiene mercado y se parece mucho a él: modesto, dinámico y familiar. Fue proyectado en los años veinte por el vigués Jacobo Esténs, autor de las Casas de Manuel Bárcena Franco o del Hospital Nicolás Peña. En 1994 el Ayuntamiento cede su explotación a los comerciantes que constituidos en asociación sin ánimo de lucro toman como primer objetivo una renovación del mercado que no todos los comerciantes quisieron sufragar provocando la salida de algunos de ellos. La obra se inicia en 1995 y dura cuatro meses: electricidad, agua, montacargas, nuevas vitrinas expositoras refrigeradas, las actuales bancadas de pescado de acero que sustituyeron a las de ladrillo, un bar ahora desaparecido y el súper fueron algunas de sus reformas y novedades.
 
El Mercado O Calvario está dividido en dos plantas en las que podemos encontrar puestos con carne, chacina, queso, bacalao, fruta, verdura, etc., básicamente de todo, con una oferta dirigida y adaptada a los vecinos del barrio; de martes a sábado por las mañanas en las bancadas centrales de la planta baja las “pescantinas” ofrecen además de alegre tipismo pescados y mariscos de la ría de Vigo. Hazme caso, si aterrizas en Vigo con “Ryanair” sustituye el equipaje de mano con ropa, artículos de higiene y otras sucias imposiciones acomodaticias burguesas por una práctica nevera portátil con hielo y regresa a casa con mejillones de la ría. Eso sí, comprueba bien las medidas de la maleta no vayan las azafatas irlandesas a darse un festín a tu costa…

 Fachada de Mercado O Calvario

 
Bancadas de las "pescantinas" por la tarde

 
Especies autóctonas de la ría de Vigo 
 
Rúa Urzaiz, 183
36205 Vigo

jueves, 1 de septiembre de 2016

La Turronería (Pamplona/Iruña)


La Plaza del Castillo es la “plaza mayor” de Pamplona. Es conocida por los más mayores como el “cuarto de estar” de la ciudad. La definición es perfecta para la plaza por ser un espacio de encuentro, paseo y reunión donde hacer vida tanto si es tu destino como si estás sólo de paso. Durante los Sanfermines la plaza, como por desgracia otros puntos de la ciudad, pasa a ser también “baño público”.
 
Fue en esta Plaza del Castillo donde Primitivo Rovira e Hijos abrieron “La Turronería” como despacho de turrón en 2002 pero la historia de esta familia es muy anterior y se remonta a una fábrica de Jijona en 1850, es decir, ya son seis generaciones elaborando turrones y dulces artesanos. Sus actuales propietarios son los hermanos Primitivo y Beatriz. Los dos nacieron, se criaron y estudiaron en Pamplona porque su madre, pamplonesa echó el lazo a un jijonenco y fue en la tierra de ella donde fijaron su residencia y abrieron la tienda pero trasladándose a la fabrica de Jijona para la campaña de turrón como manda la tradición y el consejo regulador de turrones... Al comienzo sólo abrían en temporada turronera pero desde hace siete años lo hacen todo el año, alternando helado en verano y turrón en invierno. Hace tres años abrieron una segunda tienda en la Plaza de la Cruz en el Segundo Ensanche.

“La Turronería”, además, dispone de obrador propio donde se elaboran buenos crepes, granizados y por supuesto horchata, producto que justifica la presencia de este establecimiento en nuestra sección chufera. La horchata la elaboran desde hace cuatro años con chufa con D.O. Alboraya y se produce sólo en temporada, desde mediados de marzo hasta aproximadamente finales de octubre. Primitivo me comenta que al principio no se vendía mucho pero que poco a poco se está haciendo un hueco en el paladar pamplonés y comienza a tener sus fieles porque la horchata cuando es natural si la pruebas engancha. Lo que habría que hacer es proponer a la autoridad sustituir el consumo masivo de alcohol que convierte a esta plaza en un orinal en determinadas fechas por la más saludable ingesta de jugo de chufa. A mí, personalmente, me parece un planazo sentarme en la animada Plaza del Castillo con una horchata de “La Turronería” viendo pasar a vecinos, turistas, toros o lo que se ponga por delante, que cuando se hacen las prácticas del CAP en Orcasitas ni un Miura hace temblar tu pajita.

La Turronería de la Plaza del Castillo
 
Horchata natural recién hecha
 
A San Fermín pedimos...¡hip!


Plaza del Castillo, esquina escaleras San Nicolás
31001 Pamplona/Iruña

Plaza de la Cruz, esquina Navarro Villoslada
31003 Pamplona/Iruña 


Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa