jueves, 27 de junio de 2019

Ruta de horchatas por Tarragona


Regreso a Tarragona para beber horchata. Tras degustar años anteriores la de “Gelats i Torrons Xixona” en Reus, “Cal Xixonenc” en Montblanc y “Los Jijonencos” en Valls me dirijo ahora a la capital en busca de auténtica horchata artesana. Dedico todo mi tiempo a este cometido aprovechando que la temporada de la horchata no coincide con mi otra gran pasión que son los calçots. Una suerte para los catalanes que se ahorran la lamentable imagen de verme mojar calçots en horchata. Un espectáculo tan provocador e innecesario como esa paella con cebolla que elaboró el grupo “Love of Lesbian” para un anuncio de Estrella Damm.

La mayoría de establecimientos de helado de Tarragona son hijos de la emigración. El fruto de dos pioneros, José y Davide. Dos familias, los Sirvent y los Olivier, que echarían raíces en la ciudad de acogida, fueron fieles a la tradición y con el tiempo abrirían nuevas sucursales sin olvidar las recetas de sus fundadores. Y de dos regiones heladeras, la alicantina y la italiana. Dos historias de riesgo, trabajo y éxito que dan un valor añadido si cabe a esas ricas horchatas artesanas que recomiendo tomar en sus establecimientos repartidos por toda la ciudad.

 Sirvent

Horchata Sirvent

El primero en llegar fue José Sirvent, de la mítica extirpe de turroneros de Jijona que recorrieron el país. Comenzó a vender turrones en Tarragona en 1860. Su nombre ya apareció en el blog al hablar de “Gelats i Torrons Xixona”, José que ya estaba instalado en Tarragona convenció a Antonio Plá Ferrándiz para trabajar en Reus. Los actuales Sirvent son la quinta generación, el obrador está en el Polígono Industrial Riuclar y despachan sus productos en seis tiendas. Mi favorita la de Canyetes donde compro horchata antes de entrar al cercano mercado.

Raffa Gelati

Horchata de Raffa Gelati

Por su parte, Davide Olivier, natural de Codissago, pueblecito del Veneto, llega a Tarragona procedente de la convulsa Argelia. Aquí abrirá junto a Marcella en 1962 la heladería “La Italiana”, origen de toda una red de heladerías en la ciudad. En la actualidad sus tres hijos mantienen la tradición heladera con negocios independientes: Gabri (Gabri Olivier), Raffa (Raffa Gelati) y Armando (Olivier). Solo puedo recomendar las horchatas de los dos primeros que son las que he tenido la oportunidad de probar.

Gabri Olivier

Horchata de Gabri Olivier


Rambla Vella, 27-29
Rambla Nova, 5
Plaça de la Font, 12
Portalet, 5
43003 Tarragona

Canyelles, 9
43001 Tarragona

Trafalgar, 7
43004 Tarragona


Rambla Nova, 6
Trafalgar, 33
43004 Tarragona

Plaça Jacint Verdaguer, 1
43003 Tarragona


Rambla Nova, 54
43004 Tarragona

Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa

jueves, 20 de junio de 2019

Límite 24 horas en Cracovia

Cracovia es la segunda ciudad más importante y más poblada de Polonia. Un hermoso centro histórico, las minas de sal, la difícil pero obligada visita al corazón del horror que es Austwich, son buenas razones para acercarse a esta zona de Europa. Puedes hacerlo en verano cuando el tiempo te acompaña a ti y a las hordas de turistas con las que compartirás la ciudad o en invierno donde conocerás el “calor local” bajo varias capas de ropa y de nieve. ¿Adivinas cuándo fuimos nosotros? Efectivamente, a Capitán Triglicérido le van las emociones fuertes.

Si buscas información turística en la web sobre Cracovia habrás descubierto páginas que por su diseño pueden llevarte a pensar que son oficiales pero que en realidad están ligadas a una empresa privada que organiza rutas por la ciudad. No están exentas de esta práctica reseñas en blogs firmadas por supuestos viajeros que tras unos iniciales consejos gratuitos acaban por recomendarte avanzado el artículo que la mejor manera de conocer Cracovia es contratar los servicios con alguna de esas empresas. Pues nosotros no somos una de esas páginas. Si por casualidad has llegado hasta aquí debes saber que “Las aventuras del Capitán Triglicérido” es un blog donde no nos mueve el afán de lucro (no tenemos publicidad) y donde lo único que nos motiva es compartir nuestras experiencias gastronómicas y nuestra humilde opinión sobre las mismas. Si nuestro precio es tener menos visitas que un blog sobre la cría del carpincho en cautividad lo pagaremos con gusto. ¡Estamos acostumbrados!

Después de estas consideraciones previas iniciamos nuestra ruta por Cracovia.

“Bares de leche” o “bar mleczny”

Tras este peculiar nombre se esconde mi recomendación para comer en Polonia. Aunque fueron creadas con anterioridad estas tascas vivieron su época dorada durante la presidencia del comunista Gomulka. Durante su mandato el Estado fomentó su apertura para dar servicio de comidas a aquellos trabajadores, funcionarios y estudiantes que no disponían de comedores en sus centros para que funcionaran a modo de cantina colectiva para el proletariado. (Ya se sabe: trabajador alimentado, camarada feliz.) Como su nombre indica en ellos se servían productos lácteos pero también frutas y verduras. En cambio no había lugar en su carta para la carne, debido a su escasez, ni para el alcohol al tratarse de centros subvencionados. (Ya se sabe: camarada sobrio, trabajador productivo.) El resultado de esta intervención fueron tascas con precios para todos los bolsillos con una oferta que hoy pasaría por saludable. Tras la instauración democrática en 1989 muchos predijeron que los “bares de leche” no tardarían en desaparecer del mismo modo que lo harían las estaturas de Lenin, las calles con nomenclatura de líderes del régimen y ese “one-hit-wonder” del comunismo que fue “La Internacional”.

Tres décadas después del fin de la dictadura existen todavía una treintena de “bares de leche” en Polonia. Cracovia con una veintena de ellos es un lugar perfecto para descubrirlos. Son una institución querida y valorada por los vecinos que reclaman el aumento de las subvenciones destinados a ellos. Su éxito radica en ofrecer comida barata y casera sin productos precocinados ni, como antaño, alcohol. Los únicos cambios reseñables son la introducción de la carne y, ante mi incomprensión, los refrescos comerciales nada saludables. Entre los valores que conservan: la estética modesta sin concesiones decorativas y lo más fascinante, un interclasismo radical reflejado en las mesas compartidas por trabajadores, estudiantes, funcionarios o vagabundos que siguen acudiendo a estos locales. Son un lugar magnífico para observar todo el crisol de la sociedad local y descubrir al mismo tiempo esos platos de abuela polaca para aquellos que quieren prescindir de los restaurantes modernillos para turistas.

Instrucciones, información y consideraciones para triunfar en un “bar de leche”:

  • Consulta el letrero de la pared con todos los platos. Los “bares de leche” más auténticos tienen esa información sólo en polaco. Un traductor en el móvil puede facilitar la tarea. En algunos locales disponen en el mostrador de carta resumida en inglés aunque lo desaconsejo porque limita la elección. También dispones de menú del día que resulta aún más barato que elegir platos sueltos. 

  • Entre las especialidades culinarias que podrás encontrar hay una gran variedad de sopas (zupy), platos de pasta similares a raviolis (pierogi) y gnocchi (kopytka), carne de cerdo en chuletas (kotlet schabowy) o estofado (gulasz), la típica bebida de manzana especiada (kompot) y de postre tartas de queso (sernik krakowski) y manzana (szarlotka).


  • Recuerda a la hora de tomar nota que no sirven alcohol. Las cogorzas no están subvencionadas.


  • Una vez elegidos tus platos y a no ser que sepas polaco apunta el pedido en una libreta. Si los pides de viva voz pueden servirte algo muy diferente a tu elección. (Nota filológica: en polaco las palabras no se leen como se escriben así que por mucha intención que le pongas a tu comanda puedes acabar tomando de postre un pollo.)


  • Dirígete al mostrador, coge una bandeja, respeta la cola (nota para españoles: cola es cuando hay una fila ordenada de personas delante de ti y solo puedes avanzar a medida que la gente del principio de la misma sea atendida). Cuando llegue tu turno muestra la libreta con tu pedido al personal del mostrador. El servicio es muy rápido. Prepara la cartera porque se cobra en el momento.


  • Una vez recibido el pedido siéntate en una mesa. Si no la hay libre no es infrecuente compartirla con otros comensales. Las mesas solo se ocupan el tiempo que tarda uno en comer así que no suele haber problema para encontrar sitio. Abstenerse de sobremesas largas comentando la jornada y viendo las quinientas fotos tomadas con tu nueva cámara digital para no obstruir el flujo de comensales. 


  • Te sorprenderá el silencio de los comedores aun completos. Los polacos son increíblemente respetuosos con el silencio de los demás y aún no han tenido que implantar “vagones en silencio” ni “hoteles sin niños”. Deja tu ADN en la puerta e intenta no dar la nota.


  • Tras la comida deja tu bandeja en el lugar destinado para ello.


A continuación sugiero algunos “bares de leche” que me gustan. El orden es aleatorio.

Nuestra ruta de "bares de leche"

Desayuno. Bar Mleczny Targowy

El primer “bar de leche” de la ruta es el “Targowy”, que en castellano significa mercado. Está cercano a la plaza del mismo nombre donde se ubica un mercadillo muy humilde al aire libre especializado en productos agrícolas. Una vez en el “bar de leche” consulta los desayunos del cartel situado a la izquierda de la ventana donde se recogen las bandejas. Si tu primer encuentro con el polaco es demasiado impactante como mal menor pide a su amable servicio una carta resumida en inglés.

En el cartel hay tres grandes apartados: sándwiches (kanapki), platos con huevo (potrawy z jajez) y bebidas (napoje). Los sándwiches son ligeros, naturales, sanos y suelen estar a la vista por lo que puedes hacerte entender con un socorrido dedo políglota. Si eres más de huevos puedes optar por ejemplo por los revueltos con mantequilla (jajecznica na masle). Entre las bebidas los clásicos cacao, café o té, entre otros. Si prefieres desayunos más contundentes elige comenzar el día con una sopa (zupy) como observarás que hacen muchos de sus clientes habituales antes de entrar al curro.

Sencillo interior

Jajecznica na masle

Ignacego Daszyńskiego 19
31-538 Cracovia

Almuerzo. Bar Mleczny Krakus

En el barrio de Podgorze, que fuera gueto durante la época nazi, recomiendo el “Krakus”, nombre que homenajea a este príncipe ligado al origen de Cracovia y que quería establecer una ciudad en la colina donde hoy se encuentra el castillo. Pero para ello antes tenía que expropiar al dragón que moraba en ella. Como enviarle notificaciones no era provechoso Krakus ideó dejarle a la entrada de su cueva un cordero relleno de sustancias ponzoñosas. La historia seguro que te suena y es que con diferentes nombres y pequeñas variaciones existen relatos similares en otras ciudades, algunas españolas, como es el caso de Jaén. (Si es que en el fondo o no somos tan diferentes o tenemos poca imaginación)

Una vez discurrida la estratagema para acabar con el dragón el príncipe, que los tenía muy bien puestos, decidió ir él mismo a entregar el pedido en vez de mandar a un repartidor de Deliveroo, que podía hacerlo más deprisa y sin contrato, porque en aquellos tiempos dominados por la barbarie era el líder el que tenía que ocupar la primera línea de batalla. Todo acaba con Krakus triunfante entronizado como héroe nacional, el dragón en el exilio con reflujo gastroesofágico crónico y el enclave liberado preparado para levantar la actual Cracovia.

En el “Krakus” tú podrás coronar tu estupendo almuerzo con una “nalésniki”. Este plato polaco similar a la crepe lo descubrí en este local cuando me lo sirvieron en vez de lo que yo creía que había pedido. Pero en este caso el error supuso un acierto. Puedes encontrar la “nalésniki” dulce o salada dependiendo del acompañamiento, espectacular si es con requesón (nalésniki z serem). Puedes elegirla con manzana, espinaca o brócoli, entre otras opciones. Vuelve a la barra, pide una y como tarda un poco en prepararse aprovecha la espera a un lado para ver los platos que salen y la muy heterogénea clientela que los recibe. Tras unos minutos disfrutarás de un postre digno de reyes.

Exterior

Nalésniki z serem

Limanowskiego 16
30-534 Cracovia

Cena. Bar Mleczny Pod Temida

Elijo este restaurante para terminar al ser el más céntrico entre los propuestos y el que cierra más tarde. Cenar antes de las ocho nos puede parecer temprano en un país donde “La Voz Kids” coincide con la franja horaria del porno en el resto de Europa. No hay de qué preocuparse, si tienes en cuenta que en Polonia anochece antes, que probablemente hayas estado pateando todo el santo día Cracovia y que, si es invierno, hayas además soportando temperaturas bajo cero, creo muy probable que tengas apetitito a esta temprana hora para una “merienda-cena”. En este local, al encontrarse en una zona mucho más céntrica y turística podrás encontrar también la carta en inglés. Por lo demás tiente las mismas características que los demás bares de leche mencionados.

En el “Pod Temida” preparan varios platos con setas, un producto típico de Polonia y muy presente en su gastronomía. Puedes optar por pedir primero algo tan polaco como una sopa, en este caso de champiñones (zupy grzybowa z lazankami) y opta como segundo plato una especie de tortitas de patata y cebolla fritos llamadas “placki” acompañadas también con champiñones (placki ziemniaczane z pieczarkami) y tan adictivas que repetí en cada visita a este “bar de leche” durante mi estancia en Cracovia.

Fachada

Placki ziemniaczane z pieczarkami

Grodzka 43
31-001 Cracovia


Espero que si emprendes algún día un viaje a Cracovia además de la ciudad puedas también disfrutar de su gastronomía. Smacznego!


PD. Consciente de la dificultad de encontrar en Internet información turística fiable y confiable dejo a continuación dos enlaces de organismos públicos oficiales con todo lo que hay que saber antes de desplazarse a Cracovia:

Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Cracovia (disponible en español)


Oficina de Turismo de la Embajada de Polonia en España (en español)

lunes, 17 de junio de 2019

Heladería Bonastre (Barcelona)

ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa (XL)

¡Y con ésta ya van cuarenta entradas chuferas!

La Avinguda de Mistral es la principal vía del barrio Sant Antoni en Barcelona, pero su trazado con diferentes denominaciones y usos puede rastrearse desde el origen de la ciudad. Histórica entrada sur de la ciudad, ha sido en todo este tiempo, entre otras cosas, camino romano, antigua vía morisca, carretera de Madrid, asentamiento de barracas, bulevar de la Exposición de 1929, entrada de tropas franquistas en la guerra y desde los años noventa, paseo peatonal.

En la actualidad esta avenida cumple una doble función urbana: atajo para aquellos barceloneses que quieren atravesar la cuadrícula de Sant Antoni y refugio arbolado para los vecinos que buscan un respiro en uno de los barrios con más asfalto de la ciudad. Espero que su próximo uso no sea pista para segways, patinetes y otros artilugios  que a modo de urbanos velociraptores están transformando la movilidad a costa de atemorizar a los resignados peatones.

En este barrio Antoni y Margarita abrieron en 1960 la “Pastelería Bonastre”. Veinte años después su hijo Xavier funda una heladería con el mismo nombre en la Avinguda de Mistral. En la “Heladería Bonastre” se elaboran helados, sorbetes, granizados, leche merengada y por supuesto, horchata con denominación de origen. Puedes consumirla en su agradable terraza junto a los Jardinets de l´Alguer  muy frecuentada por los vecinos y que es desde hace tiempo una estampa clásica del barrio.


Una horchata en Sant Antoni

Interior del local

Su agradable terraza

Heladería Bonastre
Avinguda de Mistral, 10
08015 Barcelona

Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa