miércoles, 28 de marzo de 2018

Orxata Coffee Shop (Valencia)


Estamos invadidos desde hace tiempo por los “coffee shops” que vienen a ser cafeterías de toda la vida que se suman a la moda de cobrar el doble por el café malo de siempre. En un local alicatado de blanco y con mesas de madera estilo nórdico sirven cafés a golpe de vaporizador con el siguiente resultado: la mitad de la taza es solo espuma. El cliente acepta encantado pagar más por menos porque de esa espuma emerge la silueta de un capullo, algo con lo que, sin duda, debe sentirse plenamente identificado.

Por esa razón cuando descubrí hace ya algunos años en la Estación Valencia-Joaquín Sorolla un local denominado “Orxata Coffee Shop” mi primera reacción fue ponerme más irascible que un “gremlin” en un curso de natación. Me asaltaron muchas preguntas ¿Será una franquicia que pretende el fin de la horchatería tradicional? ¿Se habrá impuesto el vaporizador en el mundo de la horchata? ¿El “Starbucks Horchata Frappuccino” ha llegado para quedarse? Y la pregunta más inquietante ¿Tendrán oferta combo para guiris de horchata y “Paellador”?

Tan pronto veo el icono de Món Orxata respiré aliviado porque ya conocía su buen producto. Esta empresa de Alboraia se fundó en 2003 cuando Andoni Monforte, un valenciano sin experiencia previa en el sector pero con mucha ilusión, rompió su hucha y pidió un microcrédito para apostar por algo tan de la tierra como la horchata. Esta empresa se ha ganado todo mi respeto por apostar por un producto de calidad, su apoyo a la mujer trabajadora, el respeto hacia el medio ambiente, el cultivo ecológico y la recuperación de la huerta valenciana. ¡Ahí es nada!

A Món Orxata debemos la recuperación de los carritos de horchata en Valencia, tan numerosos tiempo atrás y que dejaron de formar parte de la estampa de nuestras ciudades ante el empuje del refresco industrial y las nuevas trabas administrativas a la venta ambulante. Estos carritos son de hielo como sus antecesores del siglo pasado y como la tradición no está reñida con la innovación incorporan un sistema de enfriamiento diseñado por la Universidad Politécnica de Valencia que no consume energía ni emite gases.


Horchatera en la Plaza del Ayuntamiento

Al frente de los carritos las horchateras: mujeres con edades comprendidas entre los 45 y 67 años que endulzan las calles de Valencia. Puedes encontrarlas durante la temporada de horchata en las inmediaciones de la Estación de Renfe, el Ayuntamiento o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, entre otras localizaciones. Recientemente Món Orxata ha recibido de la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia la distinción “DONAiDONA” precisamente por su compromiso social con las mujeres en riesgo de exclusión social y víctimas de violencia de género.

Compromiso social que se extiende a la chufa, la huerta valenciana y sus trabajadores. Món Orxata apuesta por la rehabilitación de la huerta y la producción ecológica, aportando así su granito de arena a la protección y recuperación del medio ambiente. La empresa trabaja con acuerdos cerrados con distintos agricultores de l´Horta Nord que cultivan la chufa y reciben por este producto el precio que ellos consideran justo. Una agradable excepción en estos tiempos de rapiña generalizada en el campo donde sólo se compite por precios baratos.

Tras el susto inicial “Orxata Coffee Shop” ha pasado a ser un fijo en mi ruta horchatera valenciana. Disponen todo el año de horchata en múltiples variantes: tradicional, sin  azúcar o con stevia, con granizado de limón (bicicleta) o café (cubanito), en frappé con crema de turrón, avellana o chocolate y en batidos con fresa o plátano. Además en la tienda puedes encontrar: chufas y fartons. No podemos dejar de mencionar su línea de cosméticos y alimentos elaborados con chufa (ya hablamos en su día de su turrón); sin olvidar el “ChufaMix”, ese genial utensilio con el que elaboro horchata en casa cuando estoy bajo de defensas y que en mi humilde opinión es el mejor invento de la humanidad desde de la rueda y el mando a distancia.


 
 Horchata

Interior de Orxata Coffee Shop


Carrer de San Vicent Màrtir, 171 (Estación Joaquín Sorolla)
46007 Valencia

Plaça Colom, 23
12540 Vila-Real (Castelló)

Carritos durante la temporada de horchata en las inmediaciones de Renfe, el Ayuntamiento o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, entre otras localizaciones.

Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa

lunes, 19 de marzo de 2018

Cerdos felices loncheados


La barcelonesa “El Tío Che” además de horchata también sirve buenos bocatas pero si hacemos caso a este cartel el de jamón tiene que ser fenomenal: “Nuestros cerdos comen bellotas, escuchan a Mozart y beben horchata”. Tras analizar el mensaje manejamos tres posibles hipótesis:
  • Primera: nos encontramos ante el primer caso de lo que podríamos llamar “pig confort” al estilo de otras explotaciones ganaderas como la láctea “Priégola” de vacas felices que duermen en camas individuales de agua y escuchan música clásica. Salvo que los discos sean de Luis Cobos puedo asegurar que he trabajado en empresas con peores condiciones laborales.
  • Segunda: esto no es más que un nuevo fraude que no tardará en destapar Gloria Serra en “Equipo de Investigación”: “Entramos en la explotación ganadera. Nadie escucha a Mozart. Ni rastro de altavoces en el recinto. Vemos que los cerdos comen pienso ¿dónde están las bellotas? Intentamos hablar con el jefe de la explotación pero rehúsa atendernos. No tarda en ponerse nervioso ¿Qué esconde?”.
  • Tercera: los del Tío Che son unos guasones. Conociendo el establecimiento y el buen humor que destilan otros carteles del local no me sorprendería en absoluto. 

La duda se despeja con la aclaración que acompaña a la anterior frase: “La empresa no asegura que realmente escuchen a Mozart y beban horchata”. Confirmado, éstos del Tío Che son unos cachondos. El cartel pasa a formar parte de nuestra sección de establecimientos con sentido del humor.

Los clientes del Tío Che que apostaban por la opción B sólo por conocer a Gloria Serra en persona no desesperéis. Cualquier día aparece por el bar para refrescarse el gaznate con una horchata mientras investiga las condiciones laborales de los mimos de las Ramblas y su repercusión en las arcas municipales. ¡Tiembla Colau!


Rambla del Poblenou, 44-46
08005 Barcelona

viernes, 9 de marzo de 2018

Ecocenter (Tarifa)

En esta ocasión Capitán Triglicérido se desplaza  al municipio de Tarifa, donde encontramos la Isla de las Palomas, el punto más meridional no solo de la Península Ibérica sino de la Europa continental. Desde lo alto de las murallas de Tarifa fue donde el militar leonés Guzmán el Bueno lanzó una daga a sus sitiadores en respuesta a la oferta de devolverle con vida a un hijo capturado a cambio de la entrega de la ciudad. A mí me gusta pensar que el hijo en cuestión era un cafre que haría palidecer al caso más extremo de “Hermano Mayor” y que traía de cabeza a Don Guzmán y a su desesperada esposa. Pero bueno, cada uno se consuela como puede.

Para alejar la mente de tamaña carnicería en Tarifa recomiendo el restaurante orgánico vegetariano de “Ecocenter”. Abierto en 2005 sirve desayunos, almuerzos, meriendas y cenas a nativos y “guiris”. Prima el producto ecológico, de temporada, variedades autóctonas y de proximidad; por ejemplo, las frutas y verduras son en su mayoría de Cádiz y Málaga y de productores de confianza. Todo ello elaborado con buenas manos y cariño. Famosas son las pizzas de Mario elaboradas con harinas integrales en horno de leña. Si el tiempo permite degustar el condumio en el agradable patio la experiencia ya será perfecta.

Tagarninas a lo pobre

En el patio de Ecocenter

Orgullo "single"...

Además de buena comida “Ecocenter” dispone de tienda de alimentación ecológica, talleres de yoga, medicina natural, además de actuaciones musicales y un montón de cosas en plan buen rollito que seguro que están muy bien sin necesidad de bautizarlas bajo innecesarios anglicismos como “coworking”, “showcooking”, “ecoworking” o “ecotechnomads” fuera de mi comprensión. Si los productos son de cercanía ¿porqué no hacer lo mismo con los nombres?  Si me costaba ya en su momento pillar los chistes de “Gomaespuminglish” imaginad mi cara cuando me ofrecen alcaparras con menos “packaging”. He conseguido renunciar al azúcar blanco pero, al menos me gustaría conservar mi idioma.


Calle San Sebastián, 6
11380 Tarifa (Cádiz)