lunes, 27 de febrero de 2017

Límite 24 horas en Bruselas

Los belgas no son para partirse la caja pero aún así tienen grandes historietistas como Hergé, Peyo, Greg, Charlier, Morris o Hermann. Bruselas, su capital, es una visita obligada si eres aficionado al cómic: tiendas y librerías especializadas, murales callejeros de sus personajes más conocidos y un gran museo que rinde homenaje a dibujantes y dibujados.

Si sólo dispones de 24 horas para estar Bruselas te propongo una ruta sin salir del centro por tres de sus barrios más notables en los que además de visitar sus monumentos clave podrás hacer un recorrido por el mundo del cómic a través de sus estupendos murales y hacer alguna compra relacionada con el tema. Para no acabar con tanto trasiego más hambriento que Carpanta (personaje que no encontrarás en la mencionada ruta por razones obvias) incluyo, como no podría ser de otra manera, tres sugerencias para llenar el buche ("le gorge" que le dicen por ahí)

Para facilitar la ruta estos hitos con sus correspondientes fotos aparecen localizados en el siguiente mapa.




Barrio Grand Place

El centro neurálgico de la ciudad y obligado punto de partida. Nos da la bienvenida su magnífica Grand Place, descrita por Víctor Hugo como la plaza más bonita del mundo (lo que demuestra que este eminente escritor no conocía Salamanca). Muy cerca de ella las Galerías Reales de Saint Hubert y el icónico Manneken-Pis. El mejor barrio para sacar la cámara pero también para formar parte sin saberlo del álbum de viaje de los turistas japoneses. Alrededor de la Gran Place puedes disfrutar de murales dedicados a Tintín, Tomás el Gafe o Broussaille.

Detalle del mural homenaje a Tintín
  
Para comenzar la ruta con buena energía recomiendo los bocadillos de “Tonton Garby”. Parece una quesería pero es la bocadillería más famosa de Bruselas. Más de sesenta quesos diferentes, deliciosos acompañamientos, pan del bueno y por supuesto Garby, el alma del negocio, un prodigio con treinta años de experiencia tras los mostradores que abrió hace seis este negocio homónimo. Le apasiona su trabajo, tras doce horas haciendo bocadillos atiende al último cliente con la misma sonrisa que al primero.

Elige uno de la amplia carta que renueva constantemente o personalízalo a tu gusto entre mil combinaciones. Garby te atenderá en español y tras verle despachar con soltura a ciudadanos de diferentes países diría que puede hacerlo en todas nuestras lenguas cooficiales, no oficiales y dialectos… Se tomará su tiempo para preparártelo, cada cliente es importante y el bocadillo tiene que ser perfecto. Un gran producto y una excelente atención son los secretos de esta pequeña gran bocadillería.
  
 Una de sus tres mesas
     
Bocadillos en Tonton Garby

Tonton Garby
Rue Duquesnoy, 6
1000 Bruselas
  
Barrio Les Marolles

El equivalente a los madrileños Lavapiés y El Rastro: anticuarios, rastros y kebab en un ambiente multicultural a la vez que tradicional. No es un área monumental sino más bien uno de esos lugares que animan a callejear y que respira singularidad. No te dejes intimidar por algunas malas pintas: es más inseguro dejar el abrigo en el ropero de nuestro Congreso. Transitando por sus calles toparás con murales de Bill y Bolita, Odilon Verjus o Blondin y Cirage.    

Blondin, Cirage y un hambriento marsupilami
   
Frente al mural de Spirou, el botones que inspiró a Ibáñez para crear la imagen de Sacarino, hallamos una opción para el almuerzo. “Croque en Ville” oferta sándwiches y ensaladas hechos con cariño, esmero y buenas materias primas. Entre tanto “fast food” es grato descubrir un lugar donde advierten que no serán rápidos porque su prioridad es la calidad.

Mientras esperas puedes sentirte miembro de la realeza en un comedor rococó decorado profusamente donde el retrato de los monarcas belgas Felipe y Matilde preside la puerta del excusado. No seas malpensado, a mí me ha pasado también, te vuelves loco colgando cosas en las paredes y cuando llegas al retrato real a ver dónde lo colocas… Si eres más de pose campechana otra opción es comer en su agradable terraza rodeado de la plebe.
     
 Su comedor es el sueño de cualquier captotrofílico
    
Un sandwiche en Croque de la Ville

Rue de l'Epee, 22
1000 Bruselas

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Actualización 05/09/2019


Cerrado.  

Barrio Dansaert

Continuando el paralelismo anterior este barrio sería como Malasaña pero sin dependientes hipsters de elaborados tatuajes y pobladas barbas. En los renovados alrededores de las plazas de Ste-Catherine y St-Gery puedes entrar a una bonita cafetería, probarte unos trapos sin etiquetado Inditex o pedir pescado en una terraza en plan tranquilo. No finalices la ruta sin visitar los murales de Lucky Luke, Néron o Caroline Baldwin.

El pistolero belga Lucky Luke tiene su mural

A la hora de la cena podrían entrar bien unos mejillones al estilo belga o “moules-frites”. Si quieres probarlos y no dispones de seguro médico de viaje evita los restaurantes atrapa turistas de Grand Palace no sea que te toque uno pocho y acabes más perjudicado que Jean-Claude Van Damme en una “barra libre”.

Hasta ahora la ruta gastronómica ha sido muy económica así que recomiendo rascar el bolsillo un poco y probarlos en “François”, un restaurante de pescado situado en lo que fue un antiguo muelle y que comenzó su andadura como freiduría en 1922. Aquí tienes garantía de frescura y buena preparación.

Para acompañarlos nada mejor que patatas fritas. Probé éste otro plato clásico belga en muchos locales y garantizo que las de “François” me sorprendieron gratamente. Fritura perfecta, muy crujientes por fuera y tiernas por dentro. Mejores que las del quiosco de “Maison Antoine”, un templo de la patata frita bruselense. De esa manera te irás de la ciudad habiendo probado al menos dos platos típicos belgas.
  
 La agradable terraza del François
  
Mejillones al vino blanco
  
Place Sainte Catherine, 12
1000 Bruselas

Espero que hayas disfrutado de esta ruta gastroartística. 

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