Uno de los puntos más flacos de la capital
del reino es su escaso cuidado por el sector de la pastelería. Se suceden una
tras otra franquicias sin personalidad que venden como artesano un producto
fabricado en serie cuya mayor complejidad de elaboración en el punto de venta
es la de desembalar la caja y darle al botón del horno eléctrico. Por mucho
mandil de diseño y mucho “falso obrador” detrás de una mampara de impoluto
cristal si te ofrecen un 3x1 aquello es tan casero como un pastelito de la Pantera Rosa.
Por otro lado las confiterías de barrio
que antaño suministraban los pasteles las mañanas de los domingos han pasado a
ser un dispensador de huevos kinder, bollería barata, milhojas de
merengue semejantes a adoquines y empanadas varias que no pasarían los tornos
de seguridad del Santiago Bernabéu por ser susceptibles de ser usados como
objeto contundente y/o arma arrojadiza en encuentros de alto riesgo. En resumen,
encontrar un buen hojaldre en Madrid es como buscar un cargo de confianza en el
Ayuntamiento con un salario inferior a los 3000 euros.
Formentor es una de las pocas pastelerías
donde puede encontrarse un buen producto con la ventaja de poder consumirlo en
el propio local ya que cuenta con una barra. Hay que añadir además que
este lugar es uno de los pocos de toda la capital, junto con El Predio Balear,
en los que pueden encontrarse productos típicos de la gastronomía mallorquina
tan escasos no ya en Madrid sino en toda la península: cocarrois de verduras,
empanadas y sobre todo ensaimadas auténticas. Si, de verdad, hechas con manteca
(la saïm de la que procede su nombre) que le proporcionan su textura y sabor
característico. Pueden que no sean las mejores que un balear pueda degustar
pero está claro que son una de las pocas (las únicas que yo sepa) que pueden
recibir el nombre de ensaimada por algo más que por la peculiar forma de su
masa.
Destacaría también de este local sus
grandiosas tartas primavera de aspecto lujurioso y las de manzana con un
hojaldre como Dios manda con sus capitas bien visibles y crujientes y una muy
lograda crema pastelera. Deliciosos también sus tortels de cabello de ángel y
la leche Formentor, una refrescante leche aromatizada con canela y limón ideal
para los que quieran obviar como merienda el típico café con leche.
Leche Formentor con ensaimada
Calle General Díaz Porlier, 7
28001 Madrid
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Actualización 28/08/2019
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Actualización 28/08/2019
Trasladado a la próxima calle Hermosilla. En la mudanza se perdieron muchas cosas: la barra del bar, los camareros de siempre y el ambiente popular. El nuevo local queriendo ser nuevo no se diferencia visualmente de cualquier nueva franquicia. El producto se mantiene.
Calle Hermosilla, 81
28001 Madrid
Calle Santa Engracia, 62
28010 Madrid
2 comentarios:
¡Qué gran descubrimiento este blog! Saludos ;)
¡Muchas gracias Novaty! Es agradable saber que hay alguien al otro lado. Saludos.
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