El rótulo de la entrada con forma de champiñón
no engaña a nadie. La única tapa del Bar Soriano desde hace cuarenta años es
este hongo no alucinógeno. Los “champis” son tres champiñones ensartados a la
plancha coronados con una gamba sobre una tapa de pan. El jefe de la parrilla manipula
el producto con el celo que un lutier restaura un Stradivarius. Me aseguran que
este delicioso manjar procede de la huerta riojana, en concreto de Pradejón.
Lo recomiendo aunque seas incapaz de diferenciar un champiñón de una lámpara de
mesa del Ikea.
Bar Soriano, especialidad champiñones
Travesía de Laurel, 2
26001 Logroño
1 comentario:
¡Doy fe de que están buenísimos!
saludos.
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