lunes, 4 de julio de 2016

Mercado de Abastos (Guadalajara)

Este edificio de estilo historicista fue inaugurado en 1887 y es obra de Mariano Medarde de la Fuente, autor también de otro mercado tradicional, el gijonés Mercado del Sur del que nos ocuparemos próximamente. En todo este tiempo el mercado alcarreño se ha renovado en varias ocasiones, la última y muy polémica vez en 1998 cuando entre otras modificaciones se añadió la rampa acristalada exterior que comunica las tres plantas entre las que se distribuye unas dos docenas de comercios. En las dos primeras que cuentan acceso directo desde la calle se encuentran diferentes puestos y la última acoge el conocido como “mercado de hortelanos”.

Este  “mercado de hortelanos” es, quizás lo más interesante de este mercado. En él, agricultores de la provincia venden sus frutas, verduras y hortalizas además de una extraordinaria variedad de plantas para poder plantarlos en tu propia huerta (en el caso de que dispongas de una, o como mínimo de un pedazo de terraza donde te quepa algo más que un tiesto): pimientos, puerros, berenjenas, tomates, sandías o melón, entre otros. Su mayor actividad se concentra entre el puente de San José y mediados de junio. A estas alturas del verano todavía podrás encontrar coliflor, repollo y brócoli. Esta actividad esta en vías de desaparición ya que han pasado de los treinta puestos que llegó a tener a sólo tres. Apresúrate a visitarlo porque a menos que los adolescentes sustituyan la plantación de “maría” por cebolletas es muy probable que desaparezca en un futuro próximo.

La verdad es que lo primero que sorprende al entrar en el mercado es su estado de abandono. Solo ocho puestos sobreviven diseminados en las dos primeras plantas. Alguna frutería, carnicerías, variantes y poco más. De hecho, carece de pescadería. Bien es cierto que Guadalajara no es puerto de mar pero en un mercado de abastos municipal cabría pensar que podría encontrarse al menos un local donde el ciudadano medio que paga sus impuestos pudiera surtirse de su ración semanal de fósforo, omega 3 y mercurio pero no, la última pescadería que resistía se trasladó a un local cercano al mercado.

Interrogando a un comerciante que resiste inasequible al desaliento, éste me asegura que los políticos no tienen un plan para el mercado. Parece que el objetivo es invertir en unas buenas dosis de inmovilismo institucional y desidia municipal para dejarlo morir lentamente y que los tenderos de toda la vida desaparezcan progresivamente. De estas cenizas puede que renazca un impersonal súper de comida empaquetada en bandejas de poliespan y donde un sin fin de multinacionales puedan vender sus productos; o bien un gastromercado pijotero donde cubrir la necesidad de todo hijo de vecino de comer ostras con champán al medio día  o una buena hamburguesa de Kobe con cebolla confitada sobre mollete ecológico. Es decir, globalización o gentrificación; el susto o muerte del mercado tradicional español en este nuevo siglo. 

 Mercadillo popular frente al mercado

 Interior del Mercado de Abastos de Guadalajara
  
Puesto del mercado de los hortelanos
 
Mercado de Abastos
Plaza Virgen de la Antigua, s/n
19001 Guadalajara

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