Hace un siglo Barcelona contaba con
seiscientas vaquerías, lecherías o granjas. Una de ellas era Granja M. Viader,
que todavía sigue entre nosotros. Fundada por Marc Viader Bas en 1910 en el
mismo emplazamiento que otra lechería abierta cuarenta años antes, es una institución en la
Ciudad Condal. Creadores del popular refresco “Cacaolat”, cinco generaciones
después mantienen vaquería propia en el municipio barcelonés de Cardedeu, obrador
donde preparan su propio queso fresco y un mostrador que ofrece mil productos lácteos
diferentes. Durante este siglo de vida ha pasado por su salón la “flor y nata”
de la ciudad, incluído el genial Picasso, al que atraían por igual tanto “los
toros” como las vacas. Hoy su clientela es heterogénea, turistas bien
informados y señoras mayores de El Raval que acuden a su cita diaria con un plato
de nata recién montada y melindros, una merienda sencilla que si la pruebas puedo
asegurar que ya siempre relacionarás con Barcelona.
Ahora me dirijo a ti, capitalista que
estás tomando un "relaxing cup of café con leche in la Plaza Mayor" ¿Te apremia invertir
un dinerillo de la Gürtel antes de que lo descubra el juez Ruz? ¿Tu orgullo
emprendedor aspira a algo más que a abrir otro “Granier”? ¿No recuerdas la
última vez que tuviste entre tus manos unas buenas ubres? Si a cualquiera de
estas preguntas tu respuesta es afirmativa deberías apostar por una granja en
la capital del Estado. Si varias funcionan en Barcelona al menos una debería
prosperar en Madrid. Disponemos como en Barcelona de un amplio mercado, acceso a
leche de verdad de la sierra madrileña, una emergente industria artesana de
buenos lácteos y cada vez más clientes que reclaman productos naturales.
Además, si hay abierta una repostería perruna en el Barrio de Maravillas dime
por qué “leches” no va a ser también rentable una granja… ¡Ánimo y a la vaca!
Por su salón
no pasan los años
Leche
mallorquina y melindres
Tarjeta de
Granja M. Viader
Carrer Xuclá, 4-6
08001 Barcelona
2 comentarios:
soc de Cardedeu i es un orgull veure el nom del meu poble relacionat despres de tant de temps amb la meva beguda preferida.Encara recordu,de petit anar a la granja Viader a veure les vaques !!!!
Julià, estic segur que eren unes vaques guapíssimes. Moltes gràcies pel teu comentari.
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