lunes, 13 de diciembre de 2021

Restaurante Amigo Camilo (Las Palmas de Gran Canaria)

“Llamadme Ismael”. ¿Reconocen esta frase? Es el “En un lugar de la Mancha” de la literatura norteamericana y punto de partida de “Moby Dick”. Si su protagonista se sube a un barco porque nada le interesa de la tierra en mi caso aterrizo en Las Palmas de Gran Canaria atraído entre otras cosas por los emplazamientos donde filmó John Huston su no menos formidable adaptación cinematográfica. Uno de esos parajes es la Bahía de El Confital. Desde su solitaria playa mi imaginación recrea la escena de la salida de las barcas balleneras capitaneadas por Ahab para enfrentarse al formidable cetáceo. El fuerte oleaje hace que la experiencia sea aún más mágica. La imagen sólo se empaña si levanto la vista hacia Las Canteras donde gobierna un desordenado panorama urbano. En ese horizonte humano llama mi atención una pequeña estructura en La Puntilla que no distingo si pretende adentrarse en el mar o escapar de su furia. Como amenaza tormenta me dirijo a la ciudad buscando refugio con la idea también de resolver el misterio.

A medio camino comienza a diluviar. De la enigmática estructura emerge una borrosa figura humana en aparente lucha contra los elementos. A esa distancia podría confundirse con el mismísimo capitán cojo tendiendo las velas del Pequod. Al acercarme descubro que no es un ballenero sino un pequeño local habitado por un restaurante al filo del mar. El capitán es en realidad una camarera desplegando enormes toldos en arriesgado equilibrio para proteger a los clientes de la terraza del aguacero. El sitio es sobrio, el mobiliario de plástico, manteles de papel y la única concesión decorativa algunos elementos marineros. El instinto dice que acabo de hacer un descubrimiento. Cojo un “ticket” en la puerta, espero mi turno y al quedar una mesa libre la camarera me conduce al mostrador. El Restaurante Amigo Camilo es en realidad una pescadería con longorones, sardinas, rejos y todo lo que puedas desear salido del mar hace apenas unas horas. Elijo una “vieja”, papas arrugadas y leche asada. Todo delicioso y a precios populares. Por si fuera poco el trato tan familiar que parece que no hubiera salido de casa. Tanto me gustó la experiencia que repetí todos los días.

Habiendo sitios así en tierra firme no seré yo quien se embarque para perseguir un pescado de 60 toneladas.

Mostrador
 
Una "vieja"
 
Exterior

Restaurante Amigo Camilo
Calle Caleta, 1
35009 Las Palmas de Gran Canaria

No hay comentarios: