miércoles, 26 de octubre de 2016

Pyongyang Café (Tarragona)

Esta entrada está dedicada a esos restaurantes, bares y cafeterías que no han nacido para hacer caja sino para júbilo y regocijo de sus propietarios. Todos aquellos que desprecian el premio al “empresario de año” y anteponen dar rienda suelta a sus devociones, aficiones o ideología al éxito económico convirtiendo sus establecimientos en templos para sí mismos y otros correligionarios. Estos locales son más de los uno podría pensar y darían para una sección en sí misma siempre y cuando el que escribe estuviera dispuesto a recorrer locales entre los que predominan los dedicados a series de culto, trilogías y otras sandeces. Pero que le vamos a hacer, paso de atiborrarme de bazofia pseudocultural para masas y aún más de encontrarme en mi sopa un pelo sintético de wookiee.

Me acerco a Tarragona para visitar el “Pyongyang Café”. Local dedicado en este caso a Corea del Norte, particularmente a su régimen comunista y la idea “Juche”. Para los no familiarizados con este término la filosofía “Juche” se podría resumir como leninismo al estilo coreano, una descripción que si bien es incompleta es más que suficiente en un país en el que nuestros jóvenes piensan que Ortega y Gasset son la pareja de dobles en la Copa Davis. Al frente de este local se encuentra Alejandro Cao de Benós, presidente de la Asociación de Amistad con Corea y encargado de la contrarréplica ante los medios de cualquier información contra el régimen norcoreano. Si crees que es un papelón para el presidente de la Gestora del PSOE explicar cómo se han “cargado” a Sánchez imagínate el suyo cuando le preguntan por la ejecución de un ministro norcoreano con un cañón antiaéreo.

El “Pyongyang Café” es el único café de su especie en Europa. Sólo existen locales similares en Vietnam, Camboya, Rusia y China, de ahí su rareza. El local que es moderno, amplio, limpio y confortable pasaría desapercibido si no fuera por la belicosa cartelería del régimen en sus paredes, las obras traducidas al castellano de la dinastía Kim en su librería y los folletines norcoreanos de autobombo en inglés de su revistero. En la televisión, interminables concursos de talentos protagonizados por niños instruidos en el arte de cantar, bailar, interpretar y señalar a un opositor entre el público sin cometer un solo error, cuatro cosas más de las que puede hacer cualquier concursante de “La Voz Kids” y que confirman la ventaja de mantener el mismo plan de estudios durante más de medio siglo.

Su carta de bebidas es variada. En el “Pyongyang Café” puedes tomarte desde un café, a un refresco o un “Cacaolat”, refrigerio presente en cualquier cafetería catalana que se precie. Si quieres algo más especializado dispones de tés norcoreanos y cervezas asiáticas que puedes acompañar de kimchi y snacks como los de Corea del Norte pero importados de su vecino capitalista del Sur (con permiso de Kim Jong-un, supongo). Mi elección un té de ginseng, un excelente tónico con propiedades energizantes y planta herbácea muy común en el país. Además de la consumición no pude resistirme a asomarme a la vitrina de mercadotecnia en la que hay postales, banderas y otros recuerdos y adquirir una taza con el logo el “Pyongyang Café”, un recuerdo que será la envidia de cualquiera que siga la filosofía “juche”, “jedi”, “trekker” o simplemente le guste lo “kitsch”. ¡Ay, si Marx levantara la cabeza!

La estrella roja norcoreana preside su barra

Vitrina con reliquias del régimen
 
Recuerda,
plástico, latas y brick
en el contenedor amarillo!

Pyongyang Café
Carrer dels Rebolledo, 3
43004 Tarragona

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Actualización 03/05/2017


Cerrazo en marzo al público.

El colmo del sistema es que un comunista cierre por "números rojos"...

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