El sándwich es la
aportación inglesa a la cocina internacional. No tuvo las cosas fáciles en
nuestro país para competir con el bocata. No habíamos edificado la Contrarreforma para
que los feligreses a la salida de misa de domingo acabaran acompañando el vermouth
con el emparedado hereje. Cuentan las crónicas que los sacerdotes católicos impedían
los enterramientos en los camposantos de los panaderos que horneaban pan de
molde. La respuesta del cónsul británico a estas prácticas fue la fundación el
año de nuestro Señor de 1829 en Málaga del primer cementerio anglicano.
Nada tienen que ver los sándwiches que preparan en Crumb con aquellos de pan de molde industrial con rellenos aburridos con queso tipo Tranchette que había en las cafeterías cuando era niño. Aquí hablamos de un producto de calidad elaborado con pan casero con suculentos rellenos. Me encanta el de sardinas ahumadas y el de carrilleras, tanto que no encuentro la oportunidad para probar el resto. Los sándwiches incluyen un pequeño acompañamiento a elegir entre patatas revolconas, asadas o ensalada. Todo por una relación calidad precio que merece la pena.
Nada tienen que ver los sándwiches que preparan en Crumb con aquellos de pan de molde industrial con rellenos aburridos con queso tipo Tranchette que había en las cafeterías cuando era niño. Aquí hablamos de un producto de calidad elaborado con pan casero con suculentos rellenos. Me encanta el de sardinas ahumadas y el de carrilleras, tanto que no encuentro la oportunidad para probar el resto. Los sándwiches incluyen un pequeño acompañamiento a elegir entre patatas revolconas, asadas o ensalada. Todo por una relación calidad precio que merece la pena.
Detalle de la facha de Crumb en el barrio de Conde Duque
Sándwich de sardinas ahumadas con su acompañamiento
Tarjeta de Crumb - Sándwiches de autor
Calle Conde Duque, 8
28015 Madrid
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Actualización 26/08/2015
Los últimos cambios de carta no le han sentado bien pero todavía es recomendable.
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Actualización 08/07/2020
Cerró y no por el Covid-19. Crumb es el Val Kilmer de la hostería del barrio. Un comercio con unos inicios muy prometedores incomprensiblemente echado a perder.
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