martes, 24 de octubre de 2023

¡Bravas, bravísimas!

Si tuviera que elegir la tapa con la que más chascos me he llevado en mi vida serían las patatas bravas. Sorprende esta elección porque quien quiera hacerlas lo tiene, en teoría, fácil para triunfar: patata cortada a mano, una buena fritura y una buena salsa con un toque “alegre” es todo lo necesario para, al menos, no decepcionar. Por desgracia a pesar de la economía, sencillez y rapidez en la elaboración muchos establecimientos se empeñan en reducir costes, energías y tiempos con un resultado para el paladar similar al de recalentar torreznos en el microondas. En esta lista solo encontrarás tascas especializadas, ambientes informales, recetas tradicionales y precios populares. La entrada está abierta a nuevas incorporaciones por lo que serán bien recibidas tus sugerencias.  

Bar Bonillo (Almería)

El mejor lugar para tomar un plato humilde como las patatas bravas es una tasca. Una de las más potentes que conozco son las del Bar Bonillo, un local abierto en 1968 donde la protagonista absoluta es la plancha y la freidora. Su especialidad son “las patatas a la brava” como indica el cartel del exterior y recuerda otro más en el interior del local. Cortadas en forma de media luna a grandes rodajas son una tapa clásica de la ciudad.

Además de las patatas bravas  también destacaría los champiñones pero por encima de cualquier otra consideración gastronómica destaco su ambiente. Bonillo es uno de esos bares hasta arriba de lugareños, con clientes de pie con su plato en la mano, donde para hacer tu pedido hay que abrirse paso a codazos y con ese olor a freiduría que lo impregna todo. No podrían faltar camareros que dan notas más altas que Plácido Domingo y esa decoración tachada de cutre por aquellos que a los mismos muebles que consideran anticuados en un local los llaman “vintage” cuando están en el suyo.


 Las bravas del Bonillo

Ambiente tradicional de tasca

Bar Bonillo
Calle Granada, 12
04003 Almería

Bar Tomás (Barcelona)

En la ciudad de las vanguardias gastronómicas con locales de moda que reinterpretan las patatas bravas dándole forma de gofre o confitándolas a baja temperatura, resulta chocante que las únicas de Barcelona de las que se ha escrito un libro sean precisamente las de una tasca de toda la vida en Sarriá. Los periodistas Carles Valls y Sergi Fidalgo pudieron escribir otro libro más sobre restaurantes para “foodies” o terrazas “chill out” pero escogieron un plato popular de un bar de barrio abierto en el año 1919 cuando Sarriá era todavía pueblo. Cuando pruebas esas bravas con patatas irregulares, doradas y crujientes con dos salsas entiendes por qué merezcan un artículo, un libro o un trabajo de fin de Master.


Las bravas del Tomás

100% Sarriá

Bar Tomás
Carrer Major de Sarrià, 49
08017 Barcelona

Bar Chicote (Cangas del Narcea)

“Si te metes con Antón cuenta con el bastón” anuncia un cartel en el interior del bar junto a un “palu” que duele con sólo verlo. No tienes nada que temer, es difícil imaginar a Antonio empuñándolo contra algún paisano. Su bar es toda una institución en Cangas del Narcea, donde comenzó a trabajar Antón con sólo diez años y en el que medio siglo después sigue sirviendo con una sonrisa vino de su propia bodega y tapas.

Cecina, jamón, chosco, empanada, queso, chorizo, lomo y patatas bravas, “caldo pa tornar el frío” y postre “de lo que haya”. Pocas viandas pero buenas y baratas como en las tascas de toda la vida. Su tapa más conocida, las patatas bravas, son en realidad cachelos con aceite, ajo y pimentón, combinación simplemente perfecta. Si te sabes el “Asturias, Patria querida” deberías saber que su vino ha sido recientemente premiado, ahí lo dejo.


 Las bravas del Chicote

Cartel del Bar Chicote

Bar Chicote
Calle la Fuente, 6
33800 Cangas del Narcea (Asturias)

König (Girona)

König en alemán significa rey pero esta cervecería famosa por sus bravas es frecuentada con igual fervor también por republicanos de toda condición: estatales, federales, independentistas o de la “república independiente de mi casa”. Fundada en Girona en el año de 1973 dispone de una docena de establecimientos en Cataluña, un crecimiento que es consecuencia del buen hacer de una familia que demuestra que para crecer no es obligatorio convertirse en franquicia y servir comida precocinada. Salchichas importadas de Alemania, hamburguesas con carne de Banyoles y bravas elaboradas con patatas de calidad son algunas de sus señas de identidad. Sus patatas bravas se presentan con una salsa rosa suave que recomiendo disfrutar en su amable terraza de la Plaza de la Independencia.


Las bravas del König

Terraza del Köning

Köning
Varios establecimientos

Cafetería Las Torres (León)

Está cafetería cuyo nombre hace referencia a las torres góticas de la Catedral, es un clásico del tapeo leonés. El local lleva abierto desde mediados de los setenta y Eusebio, su actual propietario, está al frente del mismo desde 1981. Su decoración se mantiene fiel a aquellos años. La generación nacida en la década de los pantalones de campana, los flecos y los estampados geométricos experimentará en “Las Torres” toda una experiencia regresiva hacia su niñez que no tiene que ser traumática a menos que a ti también te dejaran jugar con “Quimicefa” sin la supervisión de un adulto.

La tapa por la que es conocida la cafetería son sus patatas, que depende quién las pida o sirva son rebautizadas como bravas o alioli. En realidad se parecen mucho a las bravas con alioli que sirven en algunos locales de Barcelona, de ahí la falta de unanimidad en su denominación y la confusión a la que se prestan. Su éxito es tal que no es infrecuente entre los vecinos pedir una ración para llevar a casa. Yo prefiero probarlas gratis con la consumición, como es preceptivo en León y pasar al siguiente bar de la lista de tapeo leonés.


 Las bravas de Las Torres

Arqueología setentera

Cafetería Las Torres
Calle Burgo Nuevo, 58
24001 León

Bar Roma (Lleida)

Las estadísticas oficiales afirman que las principales causas de muerte entre los universitarios son los accidentes en carretera, las drogas, la fiesta de San Cemento y las cafeterías de las facultades. Recomiendo no seguir este orden al pie de la letra porque he conocido en mis tiempos de estudiante algún menú de facultad cuya ingesta planteaba un mayor reto para la supervivencia que hacer “la ruta del bakalao” en un coche con Chimo Bayo al volante.   

No conozco la cafetería de la Universidad de Lleida pero sus alumnos son muy afortunados al tener al otro lado de la calle las raciones abundantes, el buen precio y el servicio rápido del Bar Roma. Tiene bocadillos, raciones y tostas pero aquí destacamos sus bravas. Elaboradas con patatas tiernas, bien cocidas y salsa fuerte nada tienen que ver con aquellas bravas de patatas congeladas y salsa de bote que servían en mi facultad y que provocaban por aquel entonces un mayor índice de abstención a clase que el más sieso de los profesores.


Las bravas del Roma

Interior del Bar Roma

Bar Roma
Carrer del Bisbe Messeguer, 1
25003 Lleida

Docamar (Madrid)

Además de por su mercado de intercambio de cromos la plaza de Quintana merece ser visitada por otro motivo: las patatas bravas del Docamar. Este bar abierto en 1963 ofrece las que para mí son las mejores bravas de la ciudad. Famoso por su salsa casera de receta secreta yo además destacaría la perfecta elaboración de sus patatas. Puedes tomarlas como tapa con tu consumición, en ración o para llevar. Además de esta especialidad destaco de su carta unas patatas alioli perfectas o sus tigres bien picantitos.


 Las bravas del Docamar

La animada plaza con el Docamar de fondo

Docamar
Calle de Alcalá, 337
28027 Madrid

El Bodegón (Ponferrada)

Me encantan los bares con especialidades, esos en los que todo el mundo sabe a qué va. Esos trasuntos de viejos mesones con una oferta reducida, donde tienes que entrar a codazos, pedir en la barra y si quieres mesa recoger la montonera del cliente anterior; lugares no aptos para clientes que les va más el rollo de la reserva, el camarero uniformado y la carta de vinos. Una tasca que entra en esa descripción y que visito cada semana es el madrileño Melo´s, el templo de la zapatilla.

En Ponferrada hay un lugar parecido. El Bodegón tiene tantos años del que desconoce su origen hasta el más viejo del lugar. Ubicado en una casona del siglo XVIII este mesón sólo ofrece cortezas, calamares, mejillones y patatas. Las bravas son patatas cortadas en panadera muy del gusto leonés escoltadas por una briosa salsa elaborada con agua de cocción de los mejillones. Ovidio Lucio y su gente mantienen la receta ideada por su madre que hoy es imitada con menor fortuna en toda la ciudad. El Bodegón con sus bravas no solo creó tendencia sino que a diferencia de otras cosas, como las hombreras o los culebrones venezolanos, no pasan de moda. 

 Las patatas de Ponferrada

 Entrada de El Bodegón

El Bodegón
Travesía Pelayo, 2
24001 Ponferrada (León)

La Rana Verde (Santander)

La Rana Verde sirve patatas bravas desde 1977 pero es en 1983 con el cambio de dueño cuando abre una nueva etapa hasta hoy. Ofrece patatas con salsas siendo de las más populares la conocida como “a la española” (brava y mayonesa), en referencia a los colores de la bandera, no sabemos si la austriaca o esa española que palidece en tu balcón desde la última victoria de Fernando Alonso. También tiene adeptos las salsas atómica (más picante) o nuclear (más más picante), denominación que consideran muy acertada tanto amantes del picante como físicos. Otras salsas a elegir son la alioli, queso, hortelanas o morunas; ninguna te saldrá rana.

Bravas a la española

Verde que te quiero verde, verde viento, verde bravas...

La Rana Verde
Calle Daoiz y Velarde, 30
39003 Santander (Cantabria)

Bar Málaga (Valladolid)

Las bravas suelen presentarse cortadas en dados o gajos pero las más famosas de Valladolid hacen honor a la orografía de la provincia más llana de España. Las llamadas patatas al remolino son originales del Bar Málaga, se presentan en rebanadas en forma de abanico, son espolvoreadas con pimentón dulce y decoradas con bolitas de alioli fuerte. Desde que el malacitano José Codes abriera este bar en 1985 las patatas al remolino son su gran especialidad y lleva camino de convertirse en un plato típico de Pucela.

Tienen tanto éxito que han sido mil veces copiadas: Mianka, Vasi´s y Alarcón, entre otros bares también las ofrecen en la ciudad. Hechas al momento, con buena fritura y un sabor equilibrado destacaría también su cuidada presentación. Con la misma exactitud que en un desfile militar de Corea del Norte todas las patatas serán servidas con la misma presentación y sin que a ninguna le falte su medida cantidad de pimentón y su bolita de alioli. Esa clase de detalles de calidad que hacen un producto inimitable.


Las bravas del Málaga

Fachada del Bar Málaga

Bar Málaga
Calle del Puente Colgante, 37
47007 Valladolid

CERRADO

En su lugar abrió el Bar La Limeña, que mantiene el plato en la carta pero sin alcanzar el nivel del original. 

Ya no son las bravas del Málaga

Taberna Amparín (Valencia)

Amparín no es un negocio sino arqueología viva. Uno de esos locales de antaño que eran un poco de todo: bar, tienda y vivienda. Cuando descubrí esta bodegueta me sentí como un Marty McFly versión ibérica recorriendo la España de los sesenta en un Seat 1500 sin aire acondicionado pero con condensador de fluzo. La localizamos en el sur de Valencia, en el popular barrio de L’Hort de Senabre. Fue abierta en 1968 por Amparo y Julián sobre otro bar anterior.

Las patatas se preparan al momento con una abundante cobertura de salsa de tomate y mayonesa. Amparo que era la responsable de la receta falleció hace cinco años pero por el negocio todavía se puede ver al señor Julián, un octogenario adicto al trabajo, natural de Ciudad Real y forofo del Athletic,  ayudando a su hijo Raúl. De hecho hace solo unos meses él mismo me preparó y sirvió una ración de las bravas de la casa. Si comiéndolas se llega a esa edad con ánimos aún de seguir en la brecha será cuestión de incluir las bravas de Taberna Amparín como alimento imprescindible de la dieta mediterránea.


 Las bravas del Amparín

Su interior es un reliquia
Carrer de Joaquín Navarro, 26
46017 Valencia

Bar Caballero (Zamora)

Todas las ciudades tienen su particular "senda de los elefantes" o lo que es lo mismo, una ruta "repleta de trompas". Algunos ejemplos son el Húmedo en León, el Laurel en Logroño y Gascona en Oviedo. En Zamora hay una de estas sendas en las inmediaciones de la céntrica Plaza del Maestro. 

Aquí podemos encontrar el Bar Caballero. Fundado en 1995 ofrece las patatas más famosas de Zamora, lo más fotografiado en la ciudad después del "perfil" de Viriato. Su especialidad, las patatas mixtas: patata de la zona con salsa casera de alioli y brava. Una salsa que parte de la clientela también usa para acompañar a tortillas, calamares, chipirones rebozados y figones. Se ofrecen en tres tamaños diferentes: tapa, media y ración. Como buen bar zamorano también ofrece casquería. Otro de sus puntos fuertes es una clientela variada de toda clase y condición que recuerda a los bares de la vieja Malasaña antes de vetar la entrada a los abuelos por carecer de tatuajes.

 Patatas mixtas del Caballero

Entrada de Bar Caballero

Calle de las Flores de San Torcuato, 4
49014 Zamora

Publicado en 2024 y actualizado.

jueves, 28 de septiembre de 2023

Heladería Capri (Santander)

ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa (LVIII)

Regreso al Cantábrico para atrapar nuevos obradores artesanos de horchata. En capítulos anteriores probé la “hortxata” euskalduna en San Sebastián y, sobre todo, en Bilbao, donde contra todo pronóstico hallé cuatro establecimientos productores, más de los que he encontrado en alguna ciudad levantina. En esta ocasión acudo a Cantabria con la ilusión de descubrir una “horchatuca”.

La primera parada es Santander, ciudad conocida por su gran oferta de heladerías. Acudo al Paseo de Pereda e inmediaciones, epicentro del helado santanderino y con multitud de estos locales. Una vez desechadas las que carecen de obrador propio me centro en las artesanas, pregunto si elaboran horchata, y en caso contrario, dónde puedo encontrarla. Mis pesquisas me conducen a la Heladería Capri.

Esta heladería fue abierta en 1953. Un cartel a la entrada anuncia horchata. Es casera, producida a diario y ofertada todo el año menos en noviembre, mes en el que cierran. Se puede disfrutar en el local o pueden ponértela para llevar y me aseguran de que se vende muy bien. Tomo asiento en la terraza, saco un sobao pasiego y lo mojo bien en la horchata. Un nuevo hito de la cocina fusión patria y otro reto para mis arterias. 

 Heladería Capri

 Vasuco de horchata en el Paseo Pereda
   
Con diez litros de horchata bastará

Paseo de Pereda, 3
39004 Santander (Cantabria)

Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa

jueves, 30 de diciembre de 2021

Ruta de turronerías por Valencia

En esta ruta recorremos tres despachos de turrón del centro de Valencia.  

Ficha técnica:  

 

·         Tipo de ruta: lineal 

·         Desnivel: bajo

·         Dificultad: baja

·         Distancia: 450 metros 

·         Consumo de calorías: muy bajo o muy alto según se mire. 

 

Galiana 

 

Iniciamos la ruta por la calle más larga de Valencia:  San Vicente Mártir. Es tan antigua como la ciudad y sus aceras están jalonadas por placas que recorren su historia como las que hacen referencia al Camino de San Vicente, el de Santiago o la Vía Augusta. En su número 45 damos comienzo nuestro particular Camino del Turrón. No se me despisten porque este trayecto incomprensiblemente no está señalizado con placas informativas con forma de tortas imperiales.


La centenaria Galiana, que llegó a tener factorías en ultramar, fabrica sus productos en la cuna del turrón de Jijona y despacha los turrones en su coqueta tienda de la capital del Turia de octubre a enero. Cuando visito Valencia si no cuelga de mi hombro una de sus características bolsas es como que me falta algo. Turrones, figuritas de mazapán, nueces y yemas fondant, polvorones, almendras rellenas, frutas confitadas y cascas de yema y gloria son algunas de sus referencias.


Mi compra en Galiana
  
Interior de Galiana
  

Turrones Galiana

Calle de San Vicente Mártir, 45

46002 Valencia


Navarro 

 

Tras nuestras compras en Galiana tomamos la calle María Cristina en dirección al Mercado Central. En los puestos del 138 al 140 tiene despacho la fábrica de turrones y peladillas Navarro. Estos maestros artesanos desde 1940 ofrecen, entre otros productos de elaboración propia, chocolates, mazapanes, turrones y, por supuesto, peladillas, que pueden ser clásicas, garrapiñadas, roñosas, chocolate negro y tres chocolates.  

 

En esta tienda podremos saltar de los productos elaborados en Jijona por los elaborados en Casinos, conocida como “la villa más dulce” y que cuenta con una Feria del Dulce Artesano. Localidad famosa por el turrón y las peladillas; un dulce, hoy injustamente denostado, y antaño rey en bodas, bautizos y comuniones. No permitamos que los jóvenes las confundan con M&M's y si en el aprendizaje, pierden un piño, siempre será más nutritivo que hacerlo por imitar el Juego del Calamar.  


Peladillas de Casinos

Turrones de Navarro
  
Mercado Central, 138 a 140
Plaza Ciudad de Brujas, s/n
46001 Valencia

Disponen de otra tienda en la próxima Plaza Redonda.

Ramos 

 

Tras nuestra visita a Casinos volvemos a Jijona recorriendo sólo doscientos metros. En la calle Sombrerería nos espera Turrones Ramos. La historia de este local es la común en este sector y no por ello deja de emocionarnos. Un agricultor comienza a elaborar turrones, se instala en un portal de una gran ciudad, con los años la familia se hace un nombre y finalmente deciden establecerse en un local propio.


Hoy bajo la marca “Turrones Juan Luis Cortés Ramos” se elaboran turrones con el mismo cariño que lo hacía Juan Ramos Mira en 1890. Su escaparate de la calle Sombrerería llama la atención incluso a los que no les gusta el dulce. Además de turrones puedes encontrar marrón glacé, empanadillas de batata, macadamias o pasteles de yema para añadir a tu cesta de esta ruta del turrón.


Fachada de Turrones Ramos
  
Producto de la turronería
 

Turrones Ramos

Calle de la Sombrerería, 11

46001 Valencia



Si haces esta ruta no olvides enviarnos tus comentarios, impresiones y una foto del antes y el después de los agujeros del cinturón.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Restaurante Amigo Camilo (Las Palmas de Gran Canaria)

“Llamadme Ismael”. ¿Reconocen esta frase? Es el “En un lugar de la Mancha” de la literatura norteamericana y punto de partida de “Moby Dick”. Si su protagonista se sube a un barco porque nada le interesa de la tierra en mi caso aterrizo en Las Palmas de Gran Canaria atraído entre otras cosas por los emplazamientos donde filmó John Huston su no menos formidable adaptación cinematográfica. Uno de esos parajes es la Bahía de El Confital. Desde su solitaria playa mi imaginación recrea la escena de la salida de las barcas balleneras capitaneadas por Ahab para enfrentarse al formidable cetáceo. El fuerte oleaje hace que la experiencia sea aún más mágica. La imagen sólo se empaña si levanto la vista hacia Las Canteras donde gobierna un desordenado panorama urbano. En ese horizonte humano llama mi atención una pequeña estructura en La Puntilla que no distingo si pretende adentrarse en el mar o escapar de su furia. Como amenaza tormenta me dirijo a la ciudad buscando refugio con la idea también de resolver el misterio.

A medio camino comienza a diluviar. De la enigmática estructura emerge una borrosa figura humana en aparente lucha contra los elementos. A esa distancia podría confundirse con el mismísimo capitán cojo tendiendo las velas del Pequod. Al acercarme descubro que no es un ballenero sino un pequeño local habitado por un restaurante al filo del mar. El capitán es en realidad una camarera desplegando enormes toldos en arriesgado equilibrio para proteger a los clientes de la terraza del aguacero. El sitio es sobrio, el mobiliario de plástico, manteles de papel y la única concesión decorativa algunos elementos marineros. El instinto dice que acabo de hacer un descubrimiento. Cojo un “ticket” en la puerta, espero mi turno y al quedar una mesa libre la camarera me conduce al mostrador. El Restaurante Amigo Camilo es en realidad una pescadería con longorones, sardinas, rejos y todo lo que puedas desear salido del mar hace apenas unas horas. Elijo una “vieja”, papas arrugadas y leche asada. Todo delicioso y a precios populares. Por si fuera poco el trato tan familiar que parece que no hubiera salido de casa. Tanto me gustó la experiencia que repetí todos los días.

Habiendo sitios así en tierra firme no seré yo quien se embarque para perseguir un pescado de 60 toneladas.

Mostrador
 
Una "vieja"
 
Exterior

Restaurante Amigo Camilo
Calle Caleta, 1
35009 Las Palmas de Gran Canaria

jueves, 9 de diciembre de 2021

Bar Torreón (Teruel)

Hoy toca viaje exprés a Teruel con una mochila a la espalda en homenaje al recordado José Antonio Labordeta, ciudad en la que fue varios años profesor de instituto y donde dejó buenos recuerdos y grandes amigos. Por eso no les extrañe que en 2003 en el Congreso de los Diputados mandara a la mierda a la bancada que le interrumpió al grito de “vete con la mochila a Teruel”, memorable momento parlamentario que por desgracia llegó tarde para una crónica del gran Luis Carandell pero que inauguró el video político viral en España.

Mi objetivo en Teruel, además de visitar lo más destacado de su ciudad, era probar unas pimajopere. Bajo este extraño nombre se oculta un plato a base de patatas con ajo, pimentón, perejil y aceite típicas del lugar. El número 146 del periódico Andalán, vinculado a Labordeta, definió este plato local como “patatas bravas pero no muy picantes y de excelente sabor” y recomendaba las de un bar de la plaza de la catedral. Cuarenta años después este plato como Teruel, existe, pero a duras penas. Hoy las pimajopere están junto al cóctel de gambas, los dátiles con bacón o la tarta al whisky en el grupo de esos platos viejunos que solo se encuentran en los menús de las boda de la generación de nuestros padres.

Pruebo este plato en el Bar Torreón, local abierto en 1993 ubicado, literalmente, en un torreón, el de San Esteban. Las patatas pimajopere que me sirven son tan espectaculares que hacen palidecer a las mejores bravas. Como la primera experiencia es tan buena las acompaño con un bocadillo de ternasco, que es carne de cordero joven, y que completa un desayuno de aúpa. Si digo que mi almuerzo fue en ese mismo bar creo que no es necesario añadir nada más. Para que investigar más si uno encuentra la perfección a la primera. El resto del día lo empleé en comprar guirlache, jamón y quesos de Teruel.

Quién me iba a decir que regresaría esa noche de la España vacía con la mochila tan llena como mi estómago y tan ajustada como mis arterias. Pero mereció la pena ¡vaya si la mereció!

Patatas pimajopere
   
Bocadillo de ternasco
  
Torreón de San Esteban
 
Ronda Ambeles, 28
44001 Teruel

martes, 30 de noviembre de 2021

Límite 24 horas en Budapest

En Capitán Triglicérido, conscientes de nuestro deber como servicio público redactamos este artículo con el deseo de ofrecer una jornada gastronómica en Budapest consciente de la dificultad de la búsqueda por internet de lugares donde comer en esta ciudad. La mayoría de recomendaciones de los blogs conducen sospechosamente al mismo grupo de restaurantes. Puede tratarse de una coincidencia, un abuso del “corta y pega” o de espacios patrocinados, pero en cualquier caso la mayoría de estos locales no son, a mi entender, representativos de la ciudad. Algo así como el que viaja a Milán para ver moda y acaba comprando en un Zara. Así que si lo que quieres es viajar por un país diferente para acabar comiendo en la misma cadena de restaurantes que puedes encontrar en tu barrio, no sigas leyendo. Esta selección será de tu interés siempre que entiendas un viaje como una grata oportunidad para descubrir y aprender.

Desayuno en Csirke Csibész

Pocos saben que Bambi está vinculado a la ciudad de Budapest. Al menos es la cuna de su creador el escritor Felix Salten. Dicen que la adaptación para el cine que todos conocemos de Walt Disney tiene algunas diferencias con respecto al original pero me niego a descubrirlas leyendo el libro para evitar reeditar traumas no del todo superados de la infancia. Además conociendo a los húngaros no descarto que en el relato de Salten la madre de Bambi después de abatida fuera además rebozada. Y es que no os podéis hacer una idea como gustan en Hungría todos los rebozados. Tal es su afición que si le lanzas a un húngaro un “frisbee” a buen seguro que regresará empanado.

En Csirke Csibész encontrarás rebozados pero, eso sí, ninguno de ciervo. Esta económica bocadillería frecuentada por trabajadores fue abierta el verano de 1992. Este espacio sin rastro de turistas es popular entre los vecinos por el pollo que por supuesto puedes pedir empanado. No se escapa del rebozado el champiñón, el queso o la coliflor. A pesar de semejante abuso de freidora la comida de este local no es nada pesada ni grasienta. Para el bocata puedes elegir entre pan normal o de semillas. Mi opción favorita el de pan normal de pollo con hígado. Tras despachar tu generoso desayuno podrás trotar por Budapest cual cervatillo perseguido por un cazador.

Interior de la bocadillería
 
Primer rebozado del día

Agymező u. 35
1065 Budapest

Almuerzo en Frici Papa

El barrio judío de Budapest está de moda. Esto podría ser una buena noticia de no ser porque sigue el proceso gentrificador que desalma a tantos barrios de nuestros centros. Vecinos y comercios de toda la vida expulsados por apartamentos y locales destinados al turismo indiferente a lo genuino. Entre innumerables carteles de “brunch”, “grab and go” y “afterwork” destacan aquellos que se identifican como “ruin bars” y que son edificios de viviendas transformadas en clubs. Cuando buscas información sobre éstos locales en internet se presentan como espacios alternativos pero en realidad tienen la misma función que los pubs para guiris de nuestra costa. No seré yo quien recomiende estos locales pero que sepas que, existir, existen.

Mi sugerencia por lo genuino en este barrio es un resistente a la gentrificación. El Frici Papa abrió la primavera de 1997 y no voy a engañarte, en su interior también encontrarás turistas, pero de intereses muy diferentes a los del párrafo anterior; esos a los que no les importa mezclarse con autóctonos y se prestan a entrar en un local que parece sacado del “Cuéntame” húngaro donde no puede faltar entre otros detalles “viejunos” el indispensable mantel de hule. Su carta traducida al español contiene un buen elenco de los platos tradicionales del país. Raciones abundantes, buen servicio y precios ajustados completan las bondades del local. Dentro del centro ya no resulta fácil encontrar lugares como éste tan orgullosamente tradicional, popular y húngaro.

Detalle interior
  
Segundo rebozado del día
 

Király u. 55
1077 Budapest

Tóth Kocsma

Como ocurre en otros destinos europeos la mayoría de los restaurantes de Budapest no abren por la noche. Qué español no se ha visto en alguna ocasión fuera de su tierra cenando en un italiano ante la perspectiva de tener casi todo cerrado, estar notablemente cansado y no menos hambriento. Si a esta hora todavía aspiras a sentirte como un húngaro más mi recomendación es visitar alguna de las cervecerías típicas de la ciudad con carta de comidas.

Tóth Kocsma es una cervecería tradicional fundada en 1987 en un barrio “bien” que a pesar de su proximidad al Parlamento se encuentra fuera del círculo turístico. En su interior mucha gente que celebra el fin de la jornada laboral con una cerveza. Los propietarios sabedores de las penalidades laborales de nuestros días ofrecen el preciado líquido en jarras de hasta un litro aunque si te van las emociones fuertes también disponen de una amplia carta de licores.

En este lugar recomiendo sus estupendas tostas. Las de hígado de pollo (csirkemájas zsíroskenyér), con crema de queso (jocó féle sajtkrémes kenyér) y de queso con pimentón (kórözöttes kenyér) son estupendas. Su tamaño es realmente enorme por lo que sé prudente y pide primero una, o dos si lo que quieres es rebajar el contenido en alcohol de las jarras de cerveza.

Fachada de la cervecería
  
Tostas, toscas y tostas...

Falk Miksa u. 17
1055 Budapest

Si sigues nuestras recomendaciones comparte con nosotros tu experiencia y no olvides hacerte una prueba de colesterol a tu regreso. Seguro que habrá sido un buen viaje pero cuando vuelvas además de tu cama, te darás cuenta de lo mucho que echas de menos el aceite de oliva.