“Rato, ratero, igual que tu padre e igual que tu abuelo...”
coreaba el otro día un grupo de preferentistas en la calle. No está mal el
ripio. En España la transmisión del oficio de padres a hijos es una tradición, no
sólo entre rateros sino también en las profesiones honorables. La lista de
sagas familiares en nuestro país es interminable, quién no conoce a los Flores,
Gutiérrez-Caba, Prats, Isbert o Carmona. Nuestro comercio no se escapa a esta
tradición, en todas las ciudades perviven establecimientos que han pasado por
varias generaciones.
En Ciudad Real el más destacado es Barrenengoa. Esta
familia lleva cinco generaciones dedicada al café desde que el vizcaíno Dámaso
de Barrenengoa abrió en 1856 una fábrica de chocolates, cafés, tés y caramelos
en la ciudad. El negocio ha pasado desde entonces sin interrupción de padres a
hijos. Su secreto para sobrevivir es la cuidada selección de la materia prima,
el tueste diario de manera artesana y la atención personalizada en su tienda de
la Plaza Mayor, que mantiene aún elementos decorativos del siglo XIX.
Está situada bajo un soportal de la plaza, si no la
encuentras sólo sigue el aroma a café...
Interior centenario de Barrenengoa
Un comercio tradicional en la Plaza Mayor de Ciudad Real
Tarjeta de Cafés Barrenengoa
Plaza Mayor, 21
13001 Ciudad Real
No hay comentarios:
Publicar un comentario