viernes, 1 de diciembre de 2023

La Feria de Navidad de Xixona

Desde que tengo conciencia y trabajo fijo visito cada Navidad ciudades con turronerías de confianza. Municipios en ocasiones con un solo establecimiento pero que comparten apellidos con un origen común: Ivañez, Monerris, Verdú o Ferrándiz. El siguiente paso natural era acudir directamente a Xixona para conocer el lugar del que partieron muchos de esos turroneros a “hacer las Españas”. No fue hasta 2022 cuando visité Xixona y su Feria. A las puertas de una nueva  edición de los días 5 al 10 de diciembre relato mi experiencia del año pasado con el propósito de animarte a participar en un acontecimiento vital para cualquier amante del turrón.

¿Por qué Xixona?

  1. Porque su relación con el turrón viene de antiguo: El debate sobre su origen es incierto pero Jordi Hurtado recuerda que de niño en su casa, siempre hubo turrón de Xixona por Navidad. Está documentado que en el siglo XVIII los jijonencos vendían turrón en las calles y portales de Madrid.
  2. Porque ha visto nacer tres turrones: el turronico, del siglo XVIII, un guirlache con ajonjolí; el de piedra, del siglo XIX, un mazapán con almendra tostada al que se le añade zumo de limón y canela elaborado en metate; y el Xixona, también del XIX, uno tipo Alicante molido, refinado y emulsionado.
  3. Porque es territorio de innovación: Xixona fue pionera en importar nuevas técnicas adaptándolas a la elaboración del turrón como la introducción del vapor y la creación de otras propias como la invención del “boixet”, una caldera que muele el turrón en caliente clave para la fabricación del Xixona.
  4. Porque ha dignificado el turrón: Pocas poblaciones están tan orgullosas de un producto como Xixona de su turrón. Siempre preocupados por la defensa de las indicaciones de procedencia, la creación de marcas reconocibles, los envasados atractivos y míticas campañas publicitarias.
  5. Porque vive por y para el turrón: Buena parte de Xixona y sus poblaciones vecinas están vinculadas al proceso de fabricación del turrón, desde la recogida de la materia prima, pasando por su elaboración y la venta final. En Xixona se produce más de la mitad del turrón tradicional español.
Boixet: Made in Xixona

Comercial de televisión de "El Lobo" (1966)

¿Qué ver?

Xixona cuenta con monumentos, museos y obradores de interés para el visitante. Algunos de ellos relacionados con el turrón como veremos más adelante. No los descubrí gracias a la Oficina de Turismo: imposible contactar por ningún medio con ellos durante la preparación del viaje ni una vez establecido en Xixona, un hecho insólito si tenemos en cuenta que la Feria recibe decenas de miles de visitas.

Como mejor se disfruta de este patrimonio es dando un paseo: empezar por la burguesa Avenida de la Constitución, «La Plaça», y desde ahí, sin rumbo fijo, agarrarse a las escarpadas callejuelas que te descubrirán el detalle de la Xixona más popular entre fábricas, ermitas y murales, hasta conquistar el Castillo de la Torre Grossa, donde la visión alcanza al conjunto y aún más allá, con la sierra de telón de fondo.

Ascenso en zigzag

Vistas desde el castillo

¿Dónde dormir?

En Xixona mi opción fue Casa Rural Jijona. Una construcción de la segunda mitad del siglo XIX. Antiguamente eran cuatro casas tradicionales. Núria, de “Gelats i torrons Xixona” de Reus, y amiga de este blog, apunta que estas casas eran compartidas por varias familias que contaban con alcoba, comedor y poco más. Su bisabuela residía en una de las casas y su abuela en la misma calle unos números más abajo.

Mi habitación, con el nombre de “Aire”, tenía un balcón con vistas a la Ermita de San Sebastián, de gran culto en Xixona. En ausencia de un patrón de los turroneros este santo sería un buen candidato porque su festividad (el 20 de enero) coincide con la temporada ya finalizada. A quien corresponda que le haga llegar esta propuesta al Papa Francisco junto con unas tabletas que sirvan de motivación en el proceso.

Habitación "Aire" de Casa Rural Jijona

Nuestra petición en la "ermiteta"

¿Dónde comer?

¿Imaginas un restaurante que trabaje platos con turrón? Estando en Xixona no podía perderme la experiencia. “L’ Entrepà” es esto y mucho más. Un local que nació con el nuevo siglo en el que puedes probar diferentes y atrevidos platos elaborados con turrón pero también otros más tradicionales como sándwiches, ensaladas o hamburguesas. Mención aparte el giraboix, un plato jijonenco que es conveniente reservar.

Cuando confesé a las simpáticas dueñas que venía de Madrid para probar su menú a base de platos con turrón alucinaron. Entre las opciones “turroneras” destaco las pechugas de pollo al turrón, la esfera de turrón (croqueta de turrón y beicon), el polvorón (croqueta de turrón, setas y kikos) o el pastisset (buñuelo de bacalao, turrón de yema y alioli de turrón). Todo muy rico.

Opciones saladas

Opciones dulces para compensar

Visitar la Feria

¡Vamos al turrón! (nunca mejor dicho). 

La Feria del Turrón de Navidad se celebra desde 2009 en Xixona como respuesta a la caída de ventas que estaba minando al sector. La fecha elegida es el primer puente de diciembre para atraer al mayor número de visitantes. Los próximos 5, 6, 7, 8, 9 y 10 de diciembre tiene lugar la 15ª edición de este evento. Su ubicación es la céntrica Avenida de la Constitución. El año pasado la feria superó las cien mil visitas y en ella participaron más de treinta expositores.

El recorrido por la feria es el mayor placer que puede alcanzar un amante del dulce en general y del turrón en particular. Se pueden encontrar turrones de todas las variedades, desde los tradicionales hasta los de obrador. Recomiendo comprar las especialidades más jijonencas: Xixona, turronico y a la piedra. No faltan a esta cita del dulce las figuritas de mazapán, cascas de yema, almendras rellenas, pasteles de Gloria… hago una pausa porque tengo que secar las babas del teclado.

La experiencia no sería completa sin la presencia de los propios productores. Aquí no te atiende un empleado de una gran superficie que un día despacha turrones y al siguiente freidoras de aire con la misma falta de conocimiento y entusiasmo. Recibí información más real sobre el estado del sector hablando con los productores de la que puede obtener previamente de cualquier pila de documentos descargados de las redes con el objeto de preparar la visita.

Además de las casetas de turrón y otros dulces la Feria tiene espacio para artesanos y tiendas de pastelería, velas de miel, manualidades o complementos. Tampoco podían faltar como en todas las ferias los que ofrecen productos derivados, en este caso del turrón, con desigual resultado: helados, gofres, granizados, licores, palomitas y cualquier producto que puedas imaginar. Como soy un tradicional me decanté por los helados, a destacar el de Alicante.

La Feria además ofrece medio centenar de actividades para los visitantes: conferencias, visitas guiadas, cursos de manualidades, pasacalles y también exposiciones, como veremos en el apartado correspondiente. Estas se desarrollan en la misma Feria, en una carpa enfrente del Ayuntamiento y en dependencias municipales. En la edición del año pasado asistí entre otras a una degustación de turrón de yema ofrecida por Quico Mira.

Pasen why vean que bueno que estaPasen why vean se puede probar....

Caseta de Turrones Pepe y Mercedes

Carrito de helados de Antiu Xixona

Pasacalle

Demostración de turrón de yema

Visitar las tiendas

Xixona cuenta con muchas tiendas de productores de turrón. Se descubren paseando por las calles principales. A pesar de contar todas ella con casetas en la Feria mantienen sus propias tiendas abiertas al público. Incluso llegó a existir una fugaz máquina expendedora de turrones que no tuvo el éxito esperado. Las fábricas de los polígonos también cuentan con tiendas propias.

Artesanías Jijonencas en el polígono

Turrones Merche en el centro

Visitar las fábricas

Primitivo Rovira e Hijos

Apellido familiar para el blog ya a su sede de Pamplona le dediqué un artículo hace siete años en la sección “Me chifla la chufa” ¿Recuerdas algo de 2016? Pues deberías porque “El Imparcial” publicó un desgarrador artículo titulado “2016, un año convulso” que resume ese tortuoso año. Voy a darte algunas pistas: gobierno inestable, crispación política, crisis migratoria, desafío soberanista, violencia machista y crisis en Oriente Medio. Menos mal que fueron solo doce meses.

No puedes perderte el obrador de Primitivo Rovira e Hijos en la Avenida de la Constitución. Es la fábrica artesanal más antigua de Xixona. Durante la visita un empleado explica el proceso completo de la elaboración de sus productos. Un recorrido por las materias primas, la maquinaria tradicional y los artesanos que lo hacen posible. Al finalizar la visita puedes descontar el simbólico precio de la visita en la adquisición de su inmejorable producto.

Como Obélix ante la marmita

Impresionante materia prima

Las empresas del polígono

La fábrica de “Primitivo Rovira e Hijos” en pleno Xixona no es lo habitual. Si quieres visitar el estómago de otras fábricas debes trasladarte a los polígonos. En el de Segorb, accesible a pie desde el centro, el pasado año organizaba visitas “Hijos de Manuel Picó”. Por su parte, en el del Espartal, más alejado y al que solo se llegaba en automóvil, hacía lo propio la fábrica de “Turrones El Artesano”.

Otras fábricas como “Antiu Xixona-Sanchis Mira” y “ElAbuelo” habían dejado por entonces de ofrecer visitas organizadas, el primero, por motivos de prevención de riesgos, y el segundo, porque las anuló por la pandemia y aún no las había retomado. En todos los casos conviene consultar con las diferentes fábricas las visitas y su disponibilidad.

Hijos de Manuel Picó

Antiu Xixona-Sanchis Mira

Arquitectura industrial

Dedicamos el último párrafo a una nostálgica visita exterior a las fábricas que trasladaron su producción del centro a los polígonos. Seguir los rastros de Turrones El Lobo y Teclo, en la calle Alcoy, es un placer para cualquier amante de la arquitectura industrial y el patrimonio gráfico. Señales de un pasado aún conservado pero que irremediablemente desaparecerán.

Antigua fábrica de Turrones Teclo

Recuerdos hasta en la acera

Visitar las exposiciones

Casa de Cultura

En la Casa de Cultura había una exposición, “Arte y diseño en el turrón”, que formaba parte de las actividades de la Feria. La muestra recorría la evolución de la imagen del turrón en sus envases, catálogos y otros objetos. Las visitas tenían el plus de un guía excepcional, el cronista oficial de Xixona, Bernardo Garrigós, un sabio y un tipo muy agradable. En la planta inferior también había una exposición de maquetas de Vicente Miquel García.

Arte y diseño en el turrón

La búsqueda continua de la mejor presentación

Consejo Regulador

En la sede del Consejo Regulador Jijona en el Polígono del Espartal pude disfrutar de la exposición “Jijona: miradas artesanas”. Una colección de fotografías antiguas con el protagonismo de los trabajadores del turrón durante la selección de las materias primas, la transformación en el obrador o la venta en los puestos callejeros, sin olvidar a esos jijonencos que llevaron su oficio a lugares tan remotos como América o África.

Sala de exposiciones

Era un oficio con segregación ocupacional por géneros

Museo del Turrón

Hoy no hay pueblo sin museo pero en 1968 las cosas eran bien diferentes. Juan Antonio Sirvent Selfa tenía un almacén con maquinaria antigua y pensó darle una salida exponiéndola, añadiendo espectáculos de bailes regionales y montando una tienda con turrones a la salida. Convence a los operadores turísticos de Benidorm que deben incluir la parada en sus viajes organizados para convertirlo en un negocio redondo.

En 2003 el museo se traslada del centro a la nueva fábrica del Espartal. Un guía te acompaña por las tres plantas: la superior dedicada a las materias primas, la intermedia a la elaboración del turrón y la inferior a la comercialización. En los meses de fabricación puedes observar desde un mirador la sala de elaboración. A la salida como antaño una tienda con productos “1880” y “El Lobo”. Mi compra: tres libros sobre el turrón. Lo sé, no tengo remedio.

No fue usado como transporte sino solo como reclamo

Metates para el turrón a la piedra


Hasta aquí mi visita a la Feria de Navidad de Xixona del año pasado. La experiencia fue tan positiva que al regresar me propuse iniciar una nueva tradición: visitar en estas fechas todas las cunas del turrón español. La segunda etapa, este año, será La Alberca, de la que publicaré mis impresiones también en el blog, y para el año próximo estoy dudando entre Casinos, Castuera o Fregenal de la Sierra. Hasta que mis arterias y mi dentadura lo permitan.

¡Un dulce abrazo a todos! 

Tereseta acompaña mi compra

viernes, 10 de noviembre de 2023

San Sebastián: pastelerías y sus especialidades

Para mí la Bella Easo es sinónimo de dulce y no me refiero a las magdalenas industriales del mismo nombre sino a la excelente pastelería de San Sebastián. La afición por la confitería en toda la costa guipuzcoana, las excelentes materias primas locales, la influencia de la cercana repostería francesa, la protección del pequeño comercio de la ciudad y la histórica predilección de donostiarras y visitantes ilustres por la producción artesanal de calidad se alinearon para convertir a San Sebastián en un referente y visita obligada para cualquier goloso.

Paso a destacar mis confiterías favoritas y mi recomendación en cada una de ellas. Una advertencia previa, al igual que ocurre con las famosas tapas la excelente confitería donostiarra hay que pagarla. Aquí se trabaja con mantequilla y los mejores productos. Avisado quedas si esperas encontrar ofertas de tres cruasanes por 1,50 o un 3x2 en berlinas rellenas de crema. Si eres de los que racaneas para comer pero luego haces algo tan absurdo como pagar por ver el fútbol propongo que canceles un mes de suscripción para invertirlo en hacer esta dulce ruta de fin de semana o bien, que no continúes leyendo. Ahora bien, si lo haces lo agradecerá tu estómago, tu cerebro y tu índice glucémico.


Pastelería Otaegui y sus pantxinetas

El colmo de una pastelería es crear el dulce típico de su ciudad. A Otaegui le debemos la invención de la pantxineta: pastel de hojaldre relleno de crema pastelera cubierto de almendrado. Hoy este dulce puede encontrarse en la mayoría de las pastelerías donostiarras pero el de Otaegui es el original.

Este postre está fuertemente arraigado en la ciudad y es motivo de un dulce debate sobre si debe servirse frío o caliente para apreciar mejor su estupenda crema. Por fortuna para Ciudadanos esta discusión todavía no se ha politizado porque sin encuestas publicadas sobre el tema no tendrían manera de posicionarse oficialmente. 

El origen de esta pastelería se remonta a 1886 cuando Pedro Otaegui y Emilia Malcorra montaron este negocio coincidiendo con el traslado de la corte veraniega a San Sebastián. Pronto se convirtieron en proveedores de la Casa Real. Hoy tiene el honor de ser la pastelería más antigua de la ciudad.

En la actualidad Otaegui tiene problemas financieros que amenazan su supervivencia. Si eres donostiarra desde mi punto de vista tienes dos opciones: puedes esperar al cierre para retuitear indignado que la ciudad pierde otro negocio tradicional o tener una actitud activa y convertirte en cliente, porque solo de palabras no sobrevive el comercio. 


 Pantxineta

Funciona con pesetas

Calle de Narrica, 15
200003 San Sebastián/Donostia
Dispone de otras sucursales en la ciudad

Pastelería Izar y sus herraduras

Abierta en San Sebastián por Hortensia Izar de la Fuente en 1949. En la actualidad el obrador se encuentra en un polígono del barrio de Martutene donde los hermanos Martín sacan el producto que se expone profusamente en su tienda de toda la vida de la céntrica calle Mayor. Un escaparate que es una delicia contemplativa para cualquier goloso y a buen seguro si el Monte Igueldo reabriera el viejo zoo apuesto que sus osos se liberarían de sus jaulas para asaltarlo a zarpazos.

Izar es conocida por sus hojaldres de mantequilla y pasteles de crema cocida. Destaco la alpargata donostiarra (sólo hojaldre), el gorbea (milhojas de hojaldre, crema y nata), el milhojas de merengue (bloque de hojaldre cubierto de merengue), el pastel vasco (bizcocho de almendra relleno con crema cocida), el príncipe (canutillo de teja relleno de trufa) y la especialidad de la casa, la herradura, una delicia de hojaldre de mantequilla, crema cocida y almendra picada con la forma que le da nombre.

 Herradura

La perdición de un goloso

Pastelería Izar
Calle Mayor, 2
20003 San Sebastián/Donostia

CERRADO EN 2019

Pastelería Oiartzun y sus cruasanes de chocolate

Fundada en 1972 por Manuel Martín en el pueblo del mismo nombre. Antes de abrir su propio negocio Manolo fue encargado de la Cafetería Dover en la calle Loyola de San Sebastián. No fue hasta 1987 cuando volvió a la capital con “Pastelería Oiartzun” y con ella sus afamadas trufas y cruasanes. Con esa especialidad a nadie le debería sorprender que su fuerte sea el cruasán de chocolate: espectacular hojaldrado de mantequilla, relleno con una barrita sólida de chocolate negro “Valrhona” y en el exterior baño del mismo chocolate sobre las puntas. Después de descubrir lo que es un cruasán de verdad abrirás una petición en “Change.org” para que llamen de otra forma al de Granier porque definitivamente bajo el mismo nombre no pueden coexistir dos productos tan diferentes.


 Con Santa María de fondo

Cruasán de chocolate

Calle de Igentea, 2
20003 San Sebastián/Donostia
Dispone también de una heladería

Pastelería Barrenetxe y sus txintxorros

En la concurrida Plaza de Guipúzcoa un reloj floral y otro grabado en mármol recuerdan a los transeúntes que salvo que te llames Jordi Hurtado el tiempo se nos escapa y que aparte de las letras de la hipoteca sólo perviven las tradiciones. Héctor y Rosa debieron de pensar lo mismo cuando eligieron esta plaza el verano de 1993 como el lugar idóneo para que una familia pastelera como Barrenetxe, que se remonta a 1699 en la localidad navarra de Zugarramurdi, abriera su nuevo negocio en la capital. 

Esta pastelería que muestra orgullosa un cartel en el que renuncia al uso de conservantes y grasa de palma tiene como especialidad el txintxorro. Este bizcocho de almendra con naranja adornado con almendra crocante debe su nombre a su forma de barca. Si tu médico, dietista o gurú energético boicotea la ingesta del tirón de medio kilo de esta contundente delicia puedes pedir el formato individual con aspecto de magdalena o seguir un sabio consejo: saborea la vida porque es breve pero puede ser muy dulce.


 Caja metálica para regalo

Txintxorro

Pastelería Barrenetxe
Plaza de Guipúzcoa, 9
20004 San Sebastián/Donostia
Dispone de varias tiendas en la ciudad

CERRADO EN 2019

Pastelería Aguirre y sus brioches

Una de las últimas en llegar a la ciudad pero no por ello carente de historia, tradición y especialidades. Esta pastelería la fundó Ángel Aguirre y su mujer en 1940. Cuando se jubiló sin descendencia legó la misma a su discípulo Luis Iriarte que trabajó en el obrador con él desde niño. Hoy la familia Iriarte sigue al frente de esta pastelería que aseguran frecuentaba el célebre cantante y actor irundarra Luis Mariano. Desde 2010 cuenta con un despacho de venta en el exclusivo Boulevard de San Sebastián.

Entre sus productos destacamos milhojas, pastas, pasteles y las “opilas”, un dulce al estilo de las monas de Pascua que las madrinas regalan a sus ahijados el 25 de abril. Su gran especialidad sin embargo son sus maravillosos brioches, que venden por raciones y también enteros de tres, cuatro y hasta cinco picos. Son tan buenos que si María Antonieta hubiera ofrecido éstos a falta de pan al hambriento pueblo francés a buen seguro hubiera conservado la cabeza sobre sus hombros.


Brioche de tres picos
 
Tarjeta de Pastelería Aguirre

Calle Garibai, 1
20004 San Sebastián/Donostia

Pastelería Pariés y sus pasteles vascos

Los caminos del Señor son inescrutables. Jacques Damestoy era un joven destinado a ser agricultor hasta que unas fiebres tifoideas le dejaron demasiado perjudicado para las duras tareas del campo. Encaminó entonces sus pasos al noble trabajo de encender farolas hasta que se descalabró cayendo desde lo alto de la escalera. Pero quiso la suerte que aquella caída fuera a los pies de la dueña de una chocolatería que se apiadó de aquel joven al que parecía haber mirado un tuerto ofreciéndole trabajo en su obrador y enseñándole un nuevo y más dulce oficio en su local, germen de la actual Pastelería Pariès.

Mi descubrimiento de la Pastelería Pariès no fue tan accidentado como la vida de Jacques pero sí fruto de la misma casualidad que le llevó hasta ella ya que en mi visita a Donostia me alojé junto a la sucursal que tienen en esta ciudad. No tuve necesidad de ir a la sede de Bayona para probar sus especialidades: kanougas (caramelos blandos ideados por Jacques), mouchou (bocado de almendra creación de la casa) y, por supuesto, el famoso pastel vasco, una masa quebrada de mantequilla con relleno, que en la parte francesa prefieren de cereza y a este lado gusta más con crema.

Pastel vasco de Pariès

No se pierdan el cruasán de almendra

Pastelería Pariès
Plaza de Euskadi, 1
20002 San Sebastián/Donostia


¡Mosquis! Por fin una ruta hecha a mi medida...


Publicado en 2018. Se añaden cierres y nuevas sugerencias. 

martes, 24 de octubre de 2023

Confitería Asturias (Oviedo)

Mis primeras horas en Asturias son una prueba para mi vista. La oscuridad del Túnel del Negrón, la niebla que emborrona los contornos como a un miope sin gafas, la luz abriéndose camino hasta Oviedo, y una vez en la capital del Principado, yo poniéndome ciego a dulces en sus imbatibles confiterías. Un reto que acaban superando mis ojos con bastante mejor nota que mis arterias.

Los dulces asturianos son reconocidos. Cualquiera puede nombrar de carrerilla varios de sus afamados postres: arroz con leche, tocinillo de cielo, frixuelos… Lo que no todo el mundo sabe es de la excelencia de sus hojaldres, difíciles de igualar. Un producto presente en muchos productos tradicionales como las casadielles, los carbayones o las teresitas.

Aunque muchas pastelerías de Oviedo bordan el hojaldre en este artículo nos centraremos en la Confitería Asturias. La historia de este establecimiento nace en 1946 cuando los pasteleros Rosa y Pepito cambian Laviana por Oviedo. Con ellos llegará el “bartolo”, creación del padre de Rosa y que se convertirá en una de sus señas.

Su mostrador es un homenaje al buen producto y, sobre todo, al buen hojaldre, tanto en salado como dulce. Entre los primeros, destacan los rellenos de jamón y queso, bonito o carne. Si tu opción es la dulce el relleno puede ser de almendra, crema y otras posibilidades golosas. También dispones, entre otros, de minicarbayones, diplomáticos y, claro está, bartolos.

Pero creo que aquí lo que merece ser destacado son sus deliciosos milhojas. Una sucesión de capas de hojaldre rellenas de magnífica crema pastelera y delicioso merengue en una proporción perfecta de crujiente y cremosidad. Los milhojas de la Confitería Asturias saben a meriendas de domingo en casa de la abuela, a comidas esperando a cortar el hilo de algodón que envolvía el papel de la bandeja de pasteles y que al abrirse descubría (tras un goloso ¡Oh… milhojas!) las preciosas estructuras hojaldradas y recubiertas de un azúcar glas que al morder espolvoreaban ese polvillo blanco tan inconfundible como el crujir de su masa mientras la crema y el merengue se deslizaban entre ellas en un pringoso momento de absoluta dulzura y satisfacción.  

Por ello estos dulces son de los más demandados por su clientela y Dios quiera que por mucho tiempo. Otra razón más, y van... para pararte en Oviedo y disfrutar, entre otras muchas cosas, de su repostería.

Milhojas
 
Fachada de Confitería Asturias
  
Su imbatible escaparate

Calle Covadonga, 24
33002 Oviedo (Asturias)

¡Bravas, bravísimas!

Si tuviera que elegir la tapa con la que más chascos me he llevado en mi vida serían las patatas bravas. Sorprende esta elección porque quien quiera hacerlas lo tiene, en teoría, fácil para triunfar: patata cortada a mano, una buena fritura y una buena salsa con un toque “alegre” es todo lo necesario para, al menos, no decepcionar. Por desgracia a pesar de la economía, sencillez y rapidez en la elaboración muchos establecimientos se empeñan en reducir costes, energías y tiempos con un resultado para el paladar similar al de recalentar torreznos en el microondas. En esta lista solo encontrarás tascas especializadas, ambientes informales, recetas tradicionales y precios populares. La entrada está abierta a nuevas incorporaciones por lo que serán bien recibidas tus sugerencias.  

Bar Bonillo (Almería)

El mejor lugar para tomar un plato humilde como las patatas bravas es una tasca. Una de las más potentes que conozco son las del Bar Bonillo, un local abierto en 1968 donde la protagonista absoluta es la plancha y la freidora. Su especialidad son “las patatas a la brava” como indica el cartel del exterior y recuerda otro más en el interior del local. Cortadas en forma de media luna a grandes rodajas son una tapa clásica de la ciudad.

Además de las patatas bravas  también destacaría los champiñones pero por encima de cualquier otra consideración gastronómica destaco su ambiente. Bonillo es uno de esos bares hasta arriba de lugareños, con clientes de pie con su plato en la mano, donde para hacer tu pedido hay que abrirse paso a codazos y con ese olor a freiduría que lo impregna todo. No podrían faltar camareros que dan notas más altas que Plácido Domingo y esa decoración tachada de cutre por aquellos que a los mismos muebles que consideran anticuados en un local los llaman “vintage” cuando están en el suyo.


 Las bravas del Bonillo

Ambiente tradicional de tasca

Bar Bonillo
Calle Granada, 12
04003 Almería

Bar Tomás (Barcelona)

En la ciudad de las vanguardias gastronómicas con locales de moda que reinterpretan las patatas bravas dándole forma de gofre o confitándolas a baja temperatura, resulta chocante que las únicas de Barcelona de las que se ha escrito un libro sean precisamente las de una tasca de toda la vida en Sarriá. Los periodistas Carles Valls y Sergi Fidalgo pudieron escribir otro libro más sobre restaurantes para “foodies” o terrazas “chill out” pero escogieron un plato popular de un bar de barrio abierto en el año 1919 cuando Sarriá era todavía pueblo. Cuando pruebas esas bravas con patatas irregulares, doradas y crujientes con dos salsas entiendes por qué merezcan un artículo, un libro o un trabajo de fin de Master.


Las bravas del Tomás

100% Sarriá

Bar Tomás
Carrer Major de Sarrià, 49
08017 Barcelona

Bar Chicote (Cangas del Narcea)

“Si te metes con Antón cuenta con el bastón” anuncia un cartel en el interior del bar junto a un “palu” que duele con sólo verlo. No tienes nada que temer, es difícil imaginar a Antonio empuñándolo contra algún paisano. Su bar es toda una institución en Cangas del Narcea, donde comenzó a trabajar Antón con sólo diez años y en el que medio siglo después sigue sirviendo con una sonrisa vino de su propia bodega y tapas.

Cecina, jamón, chosco, empanada, queso, chorizo, lomo y patatas bravas, “caldo pa tornar el frío” y postre “de lo que haya”. Pocas viandas pero buenas y baratas como en las tascas de toda la vida. Su tapa más conocida, las patatas bravas, son en realidad cachelos con aceite, ajo y pimentón, combinación simplemente perfecta. Si te sabes el “Asturias, Patria querida” deberías saber que su vino ha sido recientemente premiado, ahí lo dejo.


 Las bravas del Chicote

Cartel del Bar Chicote

Bar Chicote
Calle la Fuente, 6
33800 Cangas del Narcea (Asturias)

König (Girona)

König en alemán significa rey pero esta cervecería famosa por sus bravas es frecuentada con igual fervor también por republicanos de toda condición: estatales, federales, independentistas o de la “república independiente de mi casa”. Fundada en Girona en el año de 1973 dispone de una docena de establecimientos en Cataluña, un crecimiento que es consecuencia del buen hacer de una familia que demuestra que para crecer no es obligatorio convertirse en franquicia y servir comida precocinada. Salchichas importadas de Alemania, hamburguesas con carne de Banyoles y bravas elaboradas con patatas de calidad son algunas de sus señas de identidad. Sus patatas bravas se presentan con una salsa rosa suave que recomiendo disfrutar en su amable terraza de la Plaza de la Independencia.


Las bravas del König

Terraza del Köning

Köning
Varios establecimientos

Cafetería Las Torres (León)

Está cafetería cuyo nombre hace referencia a las torres góticas de la Catedral, es un clásico del tapeo leonés. El local lleva abierto desde mediados de los setenta y Eusebio, su actual propietario, está al frente del mismo desde 1981. Su decoración se mantiene fiel a aquellos años. La generación nacida en la década de los pantalones de campana, los flecos y los estampados geométricos experimentará en “Las Torres” toda una experiencia regresiva hacia su niñez que no tiene que ser traumática a menos que a ti también te dejaran jugar con “Quimicefa” sin la supervisión de un adulto.

La tapa por la que es conocida la cafetería son sus patatas, que depende quién las pida o sirva son rebautizadas como bravas o alioli. En realidad se parecen mucho a las bravas con alioli que sirven en algunos locales de Barcelona, de ahí la falta de unanimidad en su denominación y la confusión a la que se prestan. Su éxito es tal que no es infrecuente entre los vecinos pedir una ración para llevar a casa. Yo prefiero probarlas gratis con la consumición, como es preceptivo en León y pasar al siguiente bar de la lista de tapeo leonés.


 Las bravas de Las Torres

Arqueología setentera

Cafetería Las Torres
Calle Burgo Nuevo, 58
24001 León

Bar Roma (Lleida)

Las estadísticas oficiales afirman que las principales causas de muerte entre los universitarios son los accidentes en carretera, las drogas, la fiesta de San Cemento y las cafeterías de las facultades. Recomiendo no seguir este orden al pie de la letra porque he conocido en mis tiempos de estudiante algún menú de facultad cuya ingesta planteaba un mayor reto para la supervivencia que hacer “la ruta del bakalao” en un coche con Chimo Bayo al volante.   

No conozco la cafetería de la Universidad de Lleida pero sus alumnos son muy afortunados al tener al otro lado de la calle las raciones abundantes, el buen precio y el servicio rápido del Bar Roma. Tiene bocadillos, raciones y tostas pero aquí destacamos sus bravas. Elaboradas con patatas tiernas, bien cocidas y salsa fuerte nada tienen que ver con aquellas bravas de patatas congeladas y salsa de bote que servían en mi facultad y que provocaban por aquel entonces un mayor índice de abstención a clase que el más sieso de los profesores.


Las bravas del Roma

Interior del Bar Roma

Bar Roma
Carrer del Bisbe Messeguer, 1
25003 Lleida

Docamar (Madrid)

Además de por su mercado de intercambio de cromos la plaza de Quintana merece ser visitada por otro motivo: las patatas bravas del Docamar. Este bar abierto en 1963 ofrece las que para mí son las mejores bravas de la ciudad. Famoso por su salsa casera de receta secreta yo además destacaría la perfecta elaboración de sus patatas. Puedes tomarlas como tapa con tu consumición, en ración o para llevar. Además de esta especialidad destaco de su carta unas patatas alioli perfectas o sus tigres bien picantitos.


 Las bravas del Docamar

La animada plaza con el Docamar de fondo

Docamar
Calle de Alcalá, 337
28027 Madrid

El Bodegón (Ponferrada)

Me encantan los bares con especialidades, esos en los que todo el mundo sabe a qué va. Esos trasuntos de viejos mesones con una oferta reducida, donde tienes que entrar a codazos, pedir en la barra y si quieres mesa recoger la montonera del cliente anterior; lugares no aptos para clientes que les va más el rollo de la reserva, el camarero uniformado y la carta de vinos. Una tasca que entra en esa descripción y que visito cada semana es el madrileño Melo´s, el templo de la zapatilla.

En Ponferrada hay un lugar parecido. El Bodegón tiene tantos años del que desconoce su origen hasta el más viejo del lugar. Ubicado en una casona del siglo XVIII este mesón sólo ofrece cortezas, calamares, mejillones y patatas. Las bravas son patatas cortadas en panadera muy del gusto leonés escoltadas por una briosa salsa elaborada con agua de cocción de los mejillones. Ovidio Lucio y su gente mantienen la receta ideada por su madre que hoy es imitada con menor fortuna en toda la ciudad. El Bodegón con sus bravas no solo creó tendencia sino que a diferencia de otras cosas, como las hombreras o los culebrones venezolanos, no pasan de moda. 

 Las patatas de Ponferrada

 Entrada de El Bodegón

El Bodegón
Travesía Pelayo, 2
24001 Ponferrada (León)

La Rana Verde (Santander)

La Rana Verde sirve patatas bravas desde 1977 pero es en 1983 con el cambio de dueño cuando abre una nueva etapa hasta hoy. Ofrece patatas con salsas siendo de las más populares la conocida como “a la española” (brava y mayonesa), en referencia a los colores de la bandera, no sabemos si la austriaca o esa española que palidece en tu balcón desde la última victoria de Fernando Alonso. También tiene adeptos las salsas atómica (más picante) o nuclear (más más picante), denominación que consideran muy acertada tanto amantes del picante como físicos. Otras salsas a elegir son la alioli, queso, hortelanas o morunas; ninguna te saldrá rana.

Bravas a la española

Verde que te quiero verde, verde viento, verde bravas...

La Rana Verde
Calle Daoiz y Velarde, 30
39003 Santander (Cantabria)

Bar Málaga (Valladolid)

Las bravas suelen presentarse cortadas en dados o gajos pero las más famosas de Valladolid hacen honor a la orografía de la provincia más llana de España. Las llamadas patatas al remolino son originales del Bar Málaga, se presentan en rebanadas en forma de abanico, son espolvoreadas con pimentón dulce y decoradas con bolitas de alioli fuerte. Desde que el malacitano José Codes abriera este bar en 1985 las patatas al remolino son su gran especialidad y lleva camino de convertirse en un plato típico de Pucela.

Tienen tanto éxito que han sido mil veces copiadas: Mianka, Vasi´s y Alarcón, entre otros bares también las ofrecen en la ciudad. Hechas al momento, con buena fritura y un sabor equilibrado destacaría también su cuidada presentación. Con la misma exactitud que en un desfile militar de Corea del Norte todas las patatas serán servidas con la misma presentación y sin que a ninguna le falte su medida cantidad de pimentón y su bolita de alioli. Esa clase de detalles de calidad que hacen un producto inimitable.


Las bravas del Málaga

Fachada del Bar Málaga

Bar Málaga
Calle del Puente Colgante, 37
47007 Valladolid

Taberna Amparín (Valencia)

Amparín no es un negocio sino arqueología viva. Uno de esos locales de antaño que eran un poco de todo: bar, tienda y vivienda. Cuando descubrí esta bodegueta me sentí como un Marty McFly versión ibérica recorriendo la España de los sesenta en un Seat 1500 sin aire acondicionado pero con condensador de fluzo. La localizamos en el sur de Valencia, en el popular barrio de L’Hort de Senabre. Fue abierta en 1968 por Amparo y Julián sobre otro bar anterior.

Las patatas se preparan al momento con una abundante cobertura de salsa de tomate y mayonesa. Amparo que era la responsable de la receta falleció hace cinco años pero por el negocio todavía se puede ver al señor Julián, un octogenario adicto al trabajo, natural de Ciudad Real y forofo del Athletic,  ayudando a su hijo Raúl. De hecho hace solo unos meses él mismo me preparó y sirvió una ración de las bravas de la casa. Si comiéndolas se llega a esa edad con ánimos aún de seguir en la brecha será cuestión de incluir las bravas de Taberna Amparín como alimento imprescindible de la dieta mediterránea.


 Las bravas del Amparín

Su interior es un reliquia
Carrer de Joaquín Navarro, 26
46017 Valencia

Bar Caballero (Zamora)

Todas las ciudades tienen su particular "senda de los elefantes" o lo que es lo mismo, una ruta "repleta de trompas". Algunos ejemplos son el Húmedo en León, el Laurel en Logroño y Gascona en Oviedo. En Zamora hay una de estas sendas en las inmediaciones de la céntrica Plaza del Maestro. 

Aquí podemos encontrar el Bar Caballero. Fundado en 1995 ofrece las patatas más famosas de Zamora, lo más fotografiado en la ciudad después del "perfil" de Viriato. Su especialidad, las patatas mixtas: patata de la zona con salsa casera de alioli y brava. Una salsa que parte de la clientela también usa para acompañar a tortillas, calamares, chipirones rebozados y figones. Se ofrecen en tres tamaños diferentes: tapa, media y ración. Como buen bar zamorano también ofrece casquería. Otro de sus puntos fuertes es una clientela variada de toda clase y condición que recuerda a los bares de la vieja Malasaña antes de vetar la entrada a los abuelos por carecer de tatuajes.

 Patatas mixtas del Caballero

Entrada de Bar Caballero

Calle de las Flores de San Torcuato, 4
49014 Zamora