Los belgas no son para partirse la caja pero aún así tienen
grandes historietistas como Hergé, Peyo, Greg, Charlier, Morris o Hermann.
Bruselas, su capital, es una visita obligada si eres aficionado al cómic:
tiendas y librerías especializadas, murales callejeros de sus personajes más
conocidos y un gran museo que rinde homenaje a dibujantes y dibujados.
Si sólo dispones de 24 horas para estar Bruselas te propongo
una ruta sin salir del centro por tres de sus barrios más notables en los que
además de visitar sus monumentos clave podrás hacer un recorrido por el mundo
del cómic a través de sus estupendos murales y hacer alguna compra relacionada
con el tema. Para no acabar con tanto trasiego más hambriento que Carpanta
(personaje que no encontrarás en la mencionada ruta por razones obvias)
incluyo, como no podría ser de otra manera, tres sugerencias para llenar el
buche ("le gorge" que le dicen por ahí)
Para facilitar la ruta estos hitos con sus correspondientes fotos
aparecen localizados en el siguiente mapa.
Barrio Grand Place
El centro neurálgico de la ciudad y obligado punto de partida. Nos da la
bienvenida su magnífica Grand Place, descrita por Víctor Hugo como la plaza más
bonita del mundo (lo que demuestra que este eminente escritor no conocía
Salamanca). Muy cerca de ella las Galerías Reales de Saint Hubert y el icónico Manneken-Pis.
El mejor barrio para sacar la cámara pero también para formar parte sin saberlo
del álbum de viaje de los turistas japoneses. Alrededor de la Gran Place puedes
disfrutar de murales dedicados a Tintín, Tomás el Gafe o Broussaille.
Para comenzar la ruta con buena energía recomiendo los
bocadillos de “Tonton Garby”. Parece una quesería pero es la bocadillería más
famosa de Bruselas. Más de sesenta quesos diferentes, deliciosos
acompañamientos, pan del bueno y por supuesto Garby, el alma del negocio, un
prodigio con treinta años de experiencia tras los mostradores que abrió hace
seis este negocio homónimo. Le apasiona su trabajo, tras doce horas haciendo
bocadillos atiende al último cliente con la misma sonrisa que al
primero.
Elige uno de la amplia carta que renueva constantemente o personalízalo
a tu gusto entre mil combinaciones. Garby te atenderá en español y tras verle
despachar con soltura a ciudadanos de diferentes países diría que puede hacerlo
en todas nuestras lenguas cooficiales, no oficiales y dialectos… Se tomará su
tiempo para preparártelo, cada cliente es importante y el bocadillo tiene que
ser perfecto. Un gran producto y una excelente atención son los secretos de
esta pequeña gran bocadillería.
Una de sus tres mesas
Bocadillos en Tonton Garby
Tonton Garby
Rue Duquesnoy, 6
1000 Bruselas
Barrio Les Marolles
El equivalente a los madrileños Lavapiés y El Rastro:
anticuarios, rastros y kebab en un ambiente multicultural a la vez que
tradicional. No es un área monumental sino más bien uno de esos lugares que
animan a callejear y que respira singularidad. No te dejes intimidar por
algunas malas pintas: es más inseguro dejar el abrigo en el ropero de nuestro
Congreso. Transitando por sus calles toparás con murales de Bill y Bolita,
Odilon Verjus o Blondin y Cirage.
Blondin, Cirage y un hambriento marsupilami
Frente al mural de Spirou, el botones que inspiró a Ibáñez
para crear la imagen de Sacarino, hallamos una opción para el almuerzo. “Croque
en Ville” oferta sándwiches y ensaladas hechos con cariño, esmero y buenas
materias primas. Entre tanto “fast food” es grato descubrir un lugar donde
advierten que no serán rápidos porque su prioridad es la calidad.
Mientras esperas puedes sentirte miembro de la realeza en un comedor
rococó decorado profusamente donde el retrato de los monarcas belgas Felipe y
Matilde preside la puerta del excusado. No seas malpensado, a mí me ha pasado
también, te vuelves loco colgando cosas en las paredes y cuando llegas al
retrato real a ver dónde lo colocas… Si eres más de pose campechana otra opción
es comer en su agradable terraza rodeado de la plebe.
Su comedor es el sueño de cualquier captotrofílico
Un sandwiche en Croque de la Ville
Rue de l'Epee, 22
1000 Bruselas
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Actualización 05/09/2019
Cerrado.
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Actualización 05/09/2019
Cerrado.
Barrio Dansaert
Continuando el paralelismo anterior este barrio sería como Malasaña pero
sin dependientes hipsters de elaborados tatuajes y pobladas barbas. En los
renovados alrededores de las plazas de Ste-Catherine y St-Gery puedes
entrar a una bonita cafetería, probarte unos trapos sin etiquetado Inditex o
pedir pescado en una terraza en plan tranquilo. No finalices la ruta sin
visitar los murales de Lucky Luke, Néron o Caroline Baldwin.
El pistolero belga Lucky Luke tiene su mural
A la hora de la cena podrían entrar bien unos mejillones al
estilo belga o “moules-frites”. Si quieres probarlos y no dispones de
seguro médico de viaje evita los restaurantes atrapa turistas de
Grand Palace no sea que te toque uno pocho y acabes más perjudicado que Jean-Claude Van Damme en una “barra libre”.
Hasta ahora la ruta gastronómica ha sido muy económica así
que recomiendo rascar el bolsillo un poco y probarlos en “François”, un
restaurante de pescado situado en lo que fue un antiguo muelle y que comenzó su
andadura como freiduría en 1922. Aquí tienes garantía de frescura y buena
preparación.
Para acompañarlos nada mejor que patatas fritas. Probé éste
otro plato clásico belga en muchos locales y garantizo que las de “François” me
sorprendieron gratamente. Fritura perfecta, muy crujientes por fuera y tiernas
por dentro. Mejores que las del quiosco de “Maison Antoine”, un templo de
la patata frita bruselense. De esa manera te irás de la ciudad habiendo probado
al menos dos platos típicos belgas.
La agradable terraza del François
Mejillones al vino blanco
Place Sainte Catherine, 12
1000 Bruselas
Espero que hayas disfrutado de esta ruta gastroartística.
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