viernes, 8 de mayo de 2015

León de tapas


León busca su sitio en el mercado turístico nacional. Hace años que intenta buscar una manera de darse a conocer, ese “algo” que lo diferencie de los demás.

Primero lo intentó con el eslogan “León, Cuna del Parlamentarismo”. Éste hace referencia a las Cortes celebradas en el Reino de León en 1188 donde por primera vez en Europa participaron representantes de las ciudades. Mucho me temo que no tendrá el recorrido del archiconocido “Asturias, paraíso natural” de sus vecinos del norte, que después de treinta años sigue tan fresco como sus verdes prados. Pregunte el lector a familiares, amigos y compañeros de “la cola del paro” con que ciudad relacionan “Cuna del Parlamentarismo” y si lo adivinan (que va a ser que no) pregúntenles luego si con el panorama político actual les parece un buen reclamo para visitarla.

El segundo intento en la búsqueda de lema publicitario tuvo una vertiente estérico-espiritual. Hace poco se aseguró que el “Cáliz de Doña Urraca” de la Colegiata de San Isidoro no era otro que el mismísimo Santo Grial. La noticia, que tuvo cierta repercusión mediática, se deshinchó tan pronto como el Vaticano se decantó por la copa que se conserva en la catedral de Valencia (está claro que en España de copas sabemos un rato). Sentimentalismos aparte seamos por una vez rigurosos, todos sabemos que el Santo Grial “duerme entre las grietas de un Templo en el Cañón de la Media Luna en Alejandreta” tal como aseguraron en 1938 al regreso de una expedición el arqueólogo Sir Henry Jones y su hijo Indiana. Aunque no se si Iker Jiménez tendrá algo que decir al respecto.

Pero la realidad es que a León no se la conoce en España ni por el Santo Grial ni por sus parlamentos sino por sus deliciosas tapas. Mientras la administración leonesa invertía miles de euros en estas campañas sin apenas lograr trascendencia fuera de la provincia las tapas leonesas se estaban ganando una merecida fama en todo el país gracias al boca a boca (y nunca mejor dicho) y ya se están haciendo un hueco entre las más populares junto a otros referentes del tapeo patrio como Donostia, Granada o Logroño. Este es mi pequeño homenaje al cada vez más reconocido tapeo leonés. El verdadero e incuestionable reclamo turístico de la ciudad de León.


Qué tienes que saber si tapeas por primera vez en León:

-Si vas a parar poco por León limítate a comer tapas. Rechaza de plano pedir un menú del día en alguno de los restaurantes del centro porque te advierto que no serán mejores ni más baratos que los de tu ciudad. Algunos bares de tapas ofrecen también buenas raciones pero lo que hace especial y diferente a León son sus tapas.

-León no es mayor que Parla, si te pierdes tienes un problema... Si aún así no encuentras un bar del siguiente listado sólo tienes que preguntarle a cualquier vecino dónde sirven tal o cual tapa. Recuerda, en León no se conocen los bares por su nombre o por la calle donde están situados sino por su tapa.

-Pide “cortos” (cerveza), vinos, “butanos” (naranja con burbujas) o mostos: la tetralogía leonesa del buen tapeo. Evita las cañas, copas de vino o refrescos de una determinada marca. Por ejemplo, un “butano” suele ser una “Fanta” de marca blanca. Pide la original si quieres pero vas a pagar más y la tapa que la acompaña será igual.

-La tapa es gratis, lo que pagas es la bebida. El precio medio de “cortos”, vinos, “butanos” y mostos es de 1,20 euros. El vaso en el que te los sirven es pequeño, un “corto” de cerveza viene a ser la mitad de una “caña”. La tapa está incluida en el precio aunque cualquiera diría que es al revés, en realidad la bebida es la excusa para repetir tapas y regresar comido a casa.

-Las tapas generalmente se sirven calientes y son elaboradas con productos “del país”: pan de hogaza, morcilla, patata, etc. No esperes encontrar cosas sofisticadas, innovadoras y glamurosas como en los concursos de tapas o en Donostia. La tapa leonesa es mucho más sencilla y tradicional, semejante a la de Granada.

-Si quieres ver cosas antiguas no pagues cinco euros por entrar en la catedral: vete de bares por el centro. En León no se lleva lo “vintage”, eso es en Madrid... aquí los bares son “viejunos”, salvo excepciones. El leonés desconfía de los ambientes refinados porque considera que mientras más se invierta en decoración menos lo harán en la tapa y no suele faltarle razón.

-El ritmo de tapeo es frenético. Antes de que Fernando Alonso de un giro completo con su McLaren habrás visitado media docena de bares: Pide, consume y al siguiente (Caesar dixit). Las tapas gratis ofrecen márgenes de beneficio pequeño que precisa el tránsito continuo de clientes. La mayoría de bares carecen de comodidades para que no te apalanques.

-El leonés se caracteriza por ser un gran anfitrión pero toma precauciones si eres de Valladolid. Cuídate mucho de delatar tu origen con expresiones que incluyen constantemente las palabras “hijo” o “hija”: “Un chato de vino, hijo”. Avisado estás, si te descubren y tu ruta de tapas acaba en el Bernesga será sólo culpa tuya por alborotador.

Iniciamos la ruta...


Bar Flechazo
Calle de las Platerías Cardiles, 2
Barrio Húmedo 

Una tapa típica de León son las patatas cortadas en panadera. Puedes encontrarlas en muchos bares pero para muchos leoneses las de éste son las mejores. Debe ser cierto porque a pesar de ser ésta la única tapa que ofrece el aforo está siempre completo. Su éxito es tal que corre un rumor por el Húmedo que afirma que el párroco de la cercana Iglesia de San Martín preocupado por la falta de asistencia a los oficios ha pedido bula pontificia para dar un vale a los feligreses que asistan a los oficios para degustar con descuento tan divina tapa. Las patatas del Flechazo pueden servirse  con o sin picante. Si te gustan mucho por sólo 3,70 euros puedes pedirlas en cucurucho ideal para compartir por la calle.

Como curiosidad apuntar que el nombre del bar lo eligió hace dos décadas el padre de las propietarias de entre un listado de palabras que éstas habían escogido previamente de un diccionario, así que se llama “Flechazo” a secas y no “El Flechazo” como lo conocen muchos clientes y aparece habitualmente en Internet.

Consumición y tapa: 1,20 euros.

 
 
Las patatas del Flechazo 
 
Bar Flechazo en el Barrio Húmedo de León
 
Bar La Bicha
Plaza de San Martín, 4
Barrio Húmedo 

No puedes irte de León sin probar la morcilla Matachana, a diferencia de la de Burgos ésta es de cebolla, no tiene tripa, se hace a la plancha y generalmente se sirve untada en pan “del país”. En La Bicha además de probar una de las mejores tendrás la experiencia de conocer el indómito carácter de su propietario, que a la menor provocación te da morcilla, pero de la otra...

Corren mil historias sobre los enfrentamientos de Paco con sus clientes, incluso hay “memes” en Internet de un supuesto duelo con Chuck Norris bastante más duro que el combate entre Pacquiao y Mayweather. Si consigues asaltarle sin mucho lío y le preguntas por sus grandes aficiones, la pesca (tiene apariciones en "Jara y Sedal") y Cuba (que el mismo define “como un paraíso, que no fiscal”) verás que no es tan fiero el león como lo pintan. Hay que entender que Paco atiende él solo uno de los bares con más clientes de la ciudad y lo hace con eficiencia, él sólo te pide a cambio que no ralentices el servicio.

Paco sirve morcilla como tapa sólo al mediodía, sin un horario fijo porque como anuncia en su puerta abre y cierra cuando quiere, o como le oí decir una vez tiene “horario de funcionario”. Por la noche tienes la morcilla sólo como ración, la tapa que te sirve es de chorizo, pero ésta no es gran cosa.

¿Te atreves?

Consumición y tapa: 1,20 euros.

Tapa de Morcilla Matachana

 Parroquiano en Bar La Bicha
  
Bar La Ribera
Calle Fernando Gómez Regueral, 8
Barrio Romántico 

El interior profusamente decorado con resonancias del “Atleti” podría hacernos creer que el nombre es un homenaje al “equipo de la ribera del Manzanares” pero el establecimiento ya se llamaba así cuando los actuales propietarios se hicieron cargo del mismo hace veinticinco años. La Ribera tiene una gran variedad de tapas tradicionales: oreja, champiñones, riñones, asadurilla, mejillones, albóndigas, mollejas, etc., que también puedes degustar como ración o media ración. La más demandada es la de patatas cortadas en panadera con salsa de ajo, pimentón o sin aliño, que según me cuentan gusta especialmente a los niños.

Típica tasca de tapas de León muy recomendable salvo que seas “merengue” en su doble acepción, como aficionado del “equipo blanco”, o bien de salud delicada, y es que sus contundentes tapas al igual que los partidos del Atlético “infartan en la ribera del Manzanares los corazones”.

Consumición y tapa: 1 euro.

Tapa del Bar La Ribera
 
Fachada de Bar La Ribera

Cervecería-Café Las Tapas
Calle Juan Lorenzo Segura, 4
Barrio Ensanche 

Uno de los más recientes, desde septiembre de 2012. El local dispone de dos plantas aunque en realidad más parece planta con maletero por la escasísima altura de su planta superior, quebradero de cabeza (literalmente) de más de uno. Su tapa estrella es la “sartenuca de la casa”, una pequeña sartén con huevo frito, patatas, pan de León y picadillo, beicon o chorizo a elegir.

Es uno de los pocos bares de tapas que tiene desayunos: tostadas, sándwich mixto, pan tumaca, bollo de pan de leche, montaditos, etc., todas generosas en tamaño por el precio del café y acompañado de un minizumo de naranja. Si pides el café grande, por sólo 1,40 euros sales bien saciado. A partir de las 10.30 h. también puedes exigir de tapa la “sartenuca” como desayuno. Eligen ésta trabajadores de talleres mecánicos, albañiles  etc. que agradecen y toleran la calórica ingesta. Abstenerse de esto último profesionales liberales. Se sabe de un registrador de la propiedad que fue allí a desayunar y salió con los pies por delante.

Por las noches la clientela es mucho más joven y se decanta por la tapa de canapés variados, muy típica del barrio y que a mí personalmente no me convence pero que tiene su público.

Consumición y tapa: 1,40 euros

  
Tapa de la Cervecería-Café Las Tapas

Cervecería-Café Las Tapas en el Barrio del Ensanche de León



Localización en mapa de los bares de tapas incluidos en la sección ESPECIAL TAPAS DE LEÓN: Crónicas cazurras

martes, 5 de mayo de 2015

Pastelería Niza


Desde el siglo XIX la esquina de la calle Argensola con Orellana estuvo ligada a la pastelería. La última que ocupó ese espacio fue la Pastelería Niza que nació en 1921 cuando el local pasó a la familia Vaquero y era conocida por sus bizcoletas, sakuskinas, rosquillas de yema, pastas de té, volovanes y sobre todo por la especialidad de la casa, sus archiconocidos rusos. Una dulce historia hasta su cierre en enero de 2009. Hoy la familia Vaquero continúa la tradición en un establecimiento con el mismo nombre en Majadahonda pero al igual que ocurrió con el Rally Dakar en el traslado perdió parte de su alma...

Y es que Niza no sólo surtía de exquisitos bocados a los vecinos del Barrio de Justicia sino que el local en si era un museo. Su interior cuajado de madera y mármol e inconfundible estilo decimonónico llamaba la atención tanto o más que las elaboraciones de su obrador. Si unimos la adicción que crea el dulce a la belleza del local a buen seguro que de haberlo visitado Stendhal hubiera salido de allí con los pies por delante. Durante más de un lustro no había vuelto a ver sus hermosos mostradores y estanterías, ocultos de las miradas melancólicas tras el velo del cierre metálico. A la vista sólo su fachada de madera, maltratada por la crudeza del tiempo, el abandono y los aerosoles.

Daba por perdido para siempre tanto el negocio como el local pero la semana pasada descubrí movimiento en su interior y la puerta entreabierta. Pude hablar con los amables nuevos inquilinos que proyectan abrir una tienda de “cupcakes”, otra más. Lo más importante es que están rehabilitando el local por dentro. Al parecer el interior estaba muy deteriorado por el abandono y están trabajando duro para dejarlo tal como la recordábamos, sólo por eso merecerían tener suerte. En unas semanas abrirá y si bien es cierto que ya no encontraremos sus deliciosos rusos al menos recuperaremos una parte del patrimonio comercial, artístico y emocional de Madrid.

Por cierto, si te has quedado con ganas de un ruso prueba el de la Antigua Pastelería del Pozo.

Estado actual de la restauración en su interior
 
 Fachada de madera de la Pastelería Niza

Detalle de cómo cuidamos nuestro patrimonio

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Actualización 26/10/2015


Desde hace tres meses podemos volver a disfrutar del rehabilitado interior y exterior de la mítica Pastelería Niza ahora Sugar Factory Madrid. Hay cambios en su distribución, el almacén posterior ha sido acondicionado como cafetería y en la planta inferior se ha instalado el obrador (en la anterior etapa se encontraba en otro local en la calle Justiniano). 

Su especialidad como adelanté son los cupcakes. Tenía la esperanza de encontrar algún homenaje al afamado pastel ruso del Niza aunque fuera en una versión arco iris pero por desgracia no lo elaboran. Dejando mis deseos insatisfechos a un lado hay que reconocer a los nuevos inquilinos la meticulosa recuperación de una parte de la historia comercial de Madrid. Sólo por eso espero que tengan éxito.
 
Interior felizmente restaurado
 
Viejo escudo borbónico

Fachada actual 

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Actualización 24/05/2018


La burbuja de los cupcakes ha estallado... desde hace un año este local y su espectacular mobiliario es una perfumería.

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Actualización 30/08/2019

El local de Majadahonda también está cerrado.


Pastelería Niza
Calle Argensola, 24 (esquina con Calle Orellana)
Barrio de Justicia (Chamberí)
28004 Madrid

lunes, 20 de abril de 2015

Cafés Barrenengoa (Ciudad Real)

“Rato, ratero, igual que tu padre e igual que tu abuelo...” coreaba el otro día un grupo de preferentistas en la calle. No está mal el ripio. En España la transmisión del oficio de padres a hijos es una tradición, no sólo entre rateros sino también en las profesiones honorables. La lista de sagas familiares en nuestro país es interminable, quién no conoce a los Flores, Gutiérrez-Caba, Prats, Isbert o Carmona. Nuestro comercio no se escapa a esta tradición, en todas las ciudades perviven establecimientos que han pasado por varias generaciones.

En Ciudad Real el más destacado es Barrenengoa. Esta familia lleva cinco generaciones dedicada al café desde que el vizcaíno Dámaso de Barrenengoa abrió en 1856 una fábrica de chocolates, cafés, tés y caramelos en la ciudad. El negocio ha pasado desde entonces sin interrupción de padres a hijos. Su secreto para sobrevivir es la cuidada selección de la materia prima, el tueste diario de manera artesana y la atención personalizada en su tienda de la Plaza Mayor, que mantiene aún elementos decorativos del siglo XIX.

Está situada bajo un soportal de la plaza, si no la encuentras sólo sigue el aroma a café...

 Interior centenario de Barrenengoa

 Un comercio tradicional en la Plaza Mayor de Ciudad Real

 
Tarjeta de Cafés Barrenengoa

Cafés Barrenengoa
Plaza Mayor, 21
13001 Ciudad Real

viernes, 17 de abril de 2015

Mesón Alegría (Granada)

No hagas caso de productos como “Ocho apellidos vascos” o “Allí abajo” que explotan la supuesta dualidad vasco-andaluza. Si un sevillano se dirige a un camarero con un “mi arma” es seguro que haga más amigos en una herriko taberna que en una tasca “granaína”. Identificamos frecuentemente lo andaluz con lo sevillano pero Andalucía es una región grande y diversa. El granadino no destila alegría sino “malafollá”, una suerte de “mala hostia” de la tierra que sólo sufrirás si eres “apollardao”, “achantón”, “enterao” o aún peor, si entras a la ciudad desde Sevilla por la A-92.

Donde se destila “alegría” en Granada y de la buena es en este mesón. Fundado en 1995 es uno de mis fijos cuando voy de tapas. Se trata de un asador que presume de horno de carbón de encina. La consumición se acompaña de una generosa tapa: migas, papas asadas, setas, arroz... y por supuesto, sus inigualables tapas carnívoras. En esta ocasión me quedé con ganas de probar su pan de pueblo, una ración de dos rebanadas con aceite y alioli con una pinta espectacular que pasé por alto en mi anterior visita, otra excusa para repetir en la formidable Granada.

Un mosto y tapa por dos euros

Exterior de Mesón Alegría en la peatonal Calle Moras

Tarjeta del granadino Mesón Alegría

Mesón Alegría
Calle Moras, 4
18009 Granada

viernes, 10 de abril de 2015

Publicidad (casi) engañosa

Ocurrencias fuera de carta (VI)
 
La expresión botica la relacionamos con la farmacia pero antiguamente también se aplicaba a todo almacén o tienda en general, por lo que el refrán “haber de todo como en botica” se podría aplicar perfectamente a este pequeño colmado del barrio del Albaicín que presume desde hace años de tener (casi) de todo. Desconozco si podemos denunciarles por tener publicidad (casi) engañosa pero como mínimo se ha ganado nuestra simpatía por su sentido del humor.


Minimarket San Nicolás
Camino Nuevo de San Nicolás, 7
18010 Granada

miércoles, 8 de abril de 2015

Creperie Ma Bretagne (Madrid)

Desde que soy cliente de la crepería “Ma Bretagne” no gano para sustos. Primero fue la rehabilitación de la inestable finca centenaria, después una obra que se alargó más que El Escorial por problemas de papeleo y ahora un incendio ocasionado por la reactivación de una vela. Por lo visto este local ha sufrido todas las catástrofes posibles salvo la organización de una cena de confraternización de UPyD... Recientemente reabierta, escribo esta entrada antes de que otro desastre me obligue a incluirla en la sección de negocios desaparecidos.

La que podría ser la crepería más antigua del país fue inaugurada hace cuatro décadas por oriundos franceses. En los noventa éstos decidieron probar suerte en la soleada Benalmádena donde montaron un negocio con el mismo nombre y decoración muy similar, con las características vigas de madera bretonas, aunque bastante más amplio, y que cerró por jubilación el pasado mes de septiembre. Por su parte, el local madrileño, que es el que nos ocupa, pasó a otros propietarios que lo han llevado desde entonces, se ha convertido en un referente del barrio de Maravillas.

El local pequeño e íntimo invita a tomártelo con tranquilidad. La única pega: su acústica. Un solo grupo cenando hará que te sientas en medio de una recreación histórica de amigos de la Toma de la Bastilla. Las crepes son de harina blanca, ligeras y bien elaboradas, las hay tanto saladas como dulces, pudiendo elegir entre multitud de rellenos. Las raciones son generosas, así que si dos crepes son mucho para ti recomiendo sustituir la crepe dulce del postre por su riquísima crema de limón con nata. A pesar de su fama y estar siempre lleno mantiene precios económicos.

¡Au revoir!


Decoración interior de inspiración bretona

Fachada de Creperie Ma Bretagne en Malasaña

Tarjeta de Creperie Ma Bretagne

Calle de San Vicente Ferrer, 9
28004 Madrid

lunes, 30 de marzo de 2015

Gambas al asquillo


Madrid tiene puerto de mar. El Mercado Central de Pescados de Mercamadrid factura más de 130 millones de kilogramos de pesca y acuicultura y es el mayor en volumen de comercialización de Europa, por lo que a nadie le debería extrañar que entre nuestros platos típicos se encuentren bocatas de calamares, tajadas de bacalao y, por supuesto, gambas, tanto a la plancha como al ajillo.

Por eso es de agradecer que esta publicidad exterior en las inmediaciones de la Estación Madrid-Puerta de Atocha tenga a bien señalar junto al precio que eso que vende en este local son gambas para consumo humano y no cebo para los barbos del río Manzanares que, como bien es sabido, pican hasta con chapas de Coca-Cola. Estos pobres crustáceos pegajosos y empalados serían rechazados hasta por las carpas del estanque del Retiro.


viernes, 27 de marzo de 2015

Bar Acuario (Ciudad Real)

Recientemente un grupo de investigadores afirmaron poder haber encontrado algunos fragmentos que podrían corresponder a Miguel de Cervantes en el madrileño convento de las Trinitarias. El estudio que ha costado 114000 euros a las arcas municipales está asentado en “probabilidades” y “coincidencias”, a la vista de las evidencias científicas aportadas más le hubiera valido al Consistorio haber contratado al Grupo Hepta que por un precio mucho más razonable quizá hubiera conseguido una psicofonía audible.

Huyendo del revuelo propagandístico decidí coger en Atocha el primer tren que saliera de Madrid, el burlón destino quiso llevarme a la manchega Ciudad Real, que resultó ser un parque temático dedicado al autor y los personajes de Don Quijote de la Mancha, a la que se le dedica un museo, varias esculturas y hasta un carrillón con jota manchega incluida, tras el cual decidí irme de bares para ahogar mis penas en mosto antes de colgarme de un molino de viento...

Me gustó el Bar Acuario, en la Plaza Mayor. Reformado y ampliado hace un par de años lleva dos décadas obsequiando una tapa con la consumición. Te ofrecen minibaguettes, guitarras, hamburguesitas, patatas alioli y sus archiconocidos huevos duros con bechamel rebozados, que están riquísimos. Me quedo con su guitarra acuario, dos rebanadas de pan “emborrachado” en clara de huevo y luego tostado con relleno de magreta, mayonesa y tortilla sin yema, me apunto la idea para hacerlo en casa... 

 El huevo cocido rebozado de Bar Acuario

Mosto y guitarra acuario por dos euros
 
Interior remozado de Bar Acuario

Bar Acuario
Plaza Mayor, 11
13001 Ciudad Real 

jueves, 26 de marzo de 2015

Restaurante Hicuri Art Vegan (Granada)

Desde hace más de una década la ardilla del logo del restaurante Hicuri es una vecina más del barrio del Realejo. Desconozco si el nombre tiene que ver con el “hikuri” (el pellote de los huicholes, jubiloso pueblo americano que venera a este roedor como protector del Sol). De ser así entroncaría en su significado con varios restaurantes vegetarianos que conozco en Madrid como Yatiri, Rayén o Tiyoweh, del que ya hemos hablado, que homenajean a los nativos del otro lado del Atlántico.

No entiendo las causas de esta admiración. Hasta donde sé estos pueblos practicaban el “si corre, nada o vuela a la cazuela” mucho antes de la entrada de los malvados colonizadores europeos, así que no debe tratarse de una cuestión de alimentación, pero también sería injusto afirmar que estos pueblos fueran más espirituales, equitativos o pacíficos que nuestras tribus celtas (no confundir con los cafres de los “celtarras” que se asientan por la actual ría de Vigo). Pero pasemos a lo realmente importante, llenar el estómago...

El Hicuri fue el primer restaurante vegano de la ciudad. Destaca su original interior decorado con pinturas de Raúl Ruiz, también conocido por “Sex” o “El niño de las Pinturas”, un grafitero del barrio. El salón, luminoso y diáfano, con cocina semiabierta que inspira confianza, y una pequeña tienda al fondo de productos veganos, invita a relajarse. El contrapunto de las mesas de madera le da un aire popular, de tasca del Realejo, y es que el arte moderno, incluso el más contestatario, no está reñido con la tradición bien entendida.

La comida es rica, saludable y fresca, bien preparada y presentada. Los productos son en su mayoría de origen ecológico, no transgénicos y aseguran que proceden de la agricultura local. Apuesta igualmente por el comercio de proximidad: cerveza Alhambra, agua mineral Lanjarón, etc. El menú, con un precio de 12.80 euros, incluye entrante ligero, primero, segundo, postre, pan y bebida. La única pega, por poner una, son los postres, que no son el punto fuerte de los veganos. 

 Los niños siempre presentes en la obra de Raúl Ruiz

 Delicioso pisto con salchicha vegetal y patatas

 Tarjeta de Restaurante Hicuri
  
Plaza de los Girones, 4
18009 Granada

jueves, 12 de marzo de 2015

Churrería Fórmula Nieto´s (Madrid)

Puede que para ti, como para muchos madrileños, la Glorieta de Embajadores sea sólo un lugar de paso y que sólo conozcas su intercambiador de transportes. Este enclave desde que tengo memoria es un nudo de comunicaciones de primer orden con Metro, Cercanías, autobuses urbanos, taxis y más recientemente cundas, precursores del transporte colaborativo... El continuo trasiego de trabajadores convirtió al Portillo de Embajadores en referente del comercio tradicional madrileño con bocadillerías, freidurías y churrerías que aplacaban el apetito de sus fugaces visitantes. Mi propuesta es visitar contigo uno de estos establecimientos sustituyendo la prisa por la pausa, la barra por la mesa y disfrutando de sus castizas viandas.

Formula Nieto´s tiene cuarenta años de historia pero como churrería funciona desde 2001, cuando cerró la centenaria churrería del segoviano Atilano Domingo. Su denominación no es un homenaje al campeón de motociclismo sino simplemente el apellido de los cuatro hermanos que abrieron el bar. Su decoración es muy de barrio, sin un estilo intencionado ni unidad aparente, no es bonito ni lo pretende, pero si es funcional y auténtico. Su salón, que hace años fue vivienda, lo ocupa un publico variado, con mayoría de señoras con perro de "pequeño formato" que se encuentran como en casa. Churros finos, crujientes, ligeros y hechos al momento acompañados de buen chocolate. Porras sólo por las mañanas. Personal lleno de simpatía. 

 Chocolate con los tradicionales churros de lazo

 Fachada de la churrería en la calle Embajadores

 Azucarillo de Formula Nieto´s

Calle Embajadores, 74
28012 Madrid