viernes, 14 de febrero de 2025

Confitería Ruiz (Cuenca)

Déjame entrar (IX)

Recuerdo mi primer viaje a Cuenca con horror. Fue en el antiguo tren Madrid-Valencia y todavía palidezco al recordar aquellas eternas cuatro horas en un vagón que se agitaba más que tu vaso de cerveza cuando intentas llegar hasta el escenario en un concierto de AC/DC. Al preguntar al revisor si la causa de tanto movimiento era que nos habían cambiado al Talgo Pendular soltó una gran risotada antes de desvanecerse en el siguiente traqueteo. El meneo era tal que por Ocaña mi plano de Cuenca se había convertido en una bolsa para el mareo. Con una hora de retraso llegué a la estación donde había una placa que conmemoraba el 102 aniversario que fueron los que a mí me parecieron que duró aquel viaje.

Con menos tiempo del previsto para ver Cuenca y con el estómago del revés prescindí del almuerzo para pasar directamente a ver la ciudad. Las agradables sorpresas que me deparó la ruta merecieron la pena y finalmente, no sólo recuperé tiempo, sino que aún pude ir más allá de las típicas zonas turísticas y descubrir barrios auténticos como el de Tiradores Altos. Al final de la tarde con el objetivo cumplido y el buche vacío decidí picar algo. Mi elección fue la "Confitería Ruiz", un establecimiento con una irresistible decoración algo trasnochada. Pregunté al dependiente qué dulce conquense recomendaría a una persona fuera a subirse al Transiberiano. Había descubierto el alajú.

Desde entonces vivo obsesionado con esta torta hecha con una pasta de miel y almendra entre dos obleas. En Madrid contadas veces encuentro alajú y cuando lo logro no es como el que comí aquel día. La solución es ir a por el original a Confitería Ruiz, a ser posible en tren de alta velocidad, o bien hacerles un pedido, como en la última ocasión. Este llegó a mi casa en sólo 48 horas magníficamente empaquetado con varias cajas de alajú (lo sirven todo el año), rosquillas de yema (En Madrid rosquillas de Alcalá, en Huesca glorias…) y pastas variadas (muy finas por cierto). Una manera práctica de satisfacer el vicio por el alajú sin necesidad de moverse de casa.

Alajú
  
Pastas variadas
  
Rosquillas de yema
  
Pedidos Confitería Ruiz
Calle Carretería, 12
16002 Cuenca

No hay comentarios: