La confitería Diego Verdú Monerris es toda una institución
en Oviedo. Sus turrones y dulces navideños pueblan las mesas de media ciudad y
las fantasías hiperglucémicas de varias generaciones. Pero en verano, como
otros turroneros insignes que pueblan nuestra geografía, se visten de heladería
y nos deleitan con un surtido de deliciosos sabores para refrescar la llevadera
canícula de la capital asturiana. En comparación con otras heladerías no
cuentan con un número muy elevado de opciones y sus sabores pueden definirse
como tradicionales, pero en su favor está una centenaria tradición de buen
hacer y la absoluta fidelidad de su clientela. Además de su tienda de la calle
Cimadevilla cuentan también con un quiosco en el Parque de San Francisco.
Cualquiera de ellas es visita obligada para todo el que pase en verano por la
preciosa Oviedo.
El helado más tradicional de Verdú es el de nata aunque el
de tuti-fruti es realmente delicioso y refrescante. Pero por encima de todos
los helados hay que destacar el de turrón de Jijona. He catado muchos helados
de turrón, debilidad confesa de esta irredenta adicta al dulce, pero sin duda
el de de Diego Verdú Monerris no es solo el mejor helado de turrón es EL HELADO
DE TURRÓN. Su perfecta textura cremosa solo se ve interrumpida por unos
generosos trozos de auténtico turrón de Jijona igualito que el que despachan al
peso en el mostrador de al lado. La mejor forma de aunar en un cucurucho lo
mejor del verano y lo único bueno de las Navidades.
Más adelante le dedicaremos otra entrada a sus especialidades navideñas.
Quiosco de helados de Diego Verdú en calle Uria
Tienda de Diego Verdú en calle Cimadevilla
Su delicioso helado de turrón
Dos establecimientos:
Tienda
Calle Cimadevilla, 7
33003 Oviedo
Quiosco de helados
Calle Uria, a la altura del Campo de San Francisco
33003 Oviedo
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