Bar El Vestuario
Calle Matasiete, 6
Barrio Húmedo
Si estás obligado a estrenar ese chándal que te compraron
por el Día del Padre éste es tu lugar para hacerlo. El Vestuario es un bar
ligado al deporte. Su primer propietario fue Héctor Castresana, carismático
jugador de balonmano muy querido en la ciudad a partes iguales por sus éxitos
con el Ademar y por su rivalidad con el eterno rival: “Ficharía por el
Valladolid, para descenderles”, ahí un leonés de pura cepa. El actual
propietario mantiene la vinculación deportiva conservando un pequeño altar con
fotografías de héroes del deporte leonés: el futbolista Juan Carlos Rodríguez,
el boxeador Héctor Moreira, etc. Dispone de cuatro tapas a elegir para
acompañar a la consumición: pan tumaca, tosta de morcilla Matachana, tosta de
queso Valdeón y sopa de ajo, perfecta ésta última para entrar en calor sin
necesidad de ejercitar.
Consumición y tapa: 1,20 euros
Tapa de sopas de ajo con el mosto
Interior de Bar El Vestuario
Bar La Alpargata
Calle de la Azabachería, 6
Calle de la Azabachería, 6
Barrio Húmedo
Fernando lleva con una sonrisa dieciocho años al frente de
este bar en el Húmedo sirviendo pinchos, raciones y unas tostas llamadas
“alpargatas”, que recuerda por su forma al modesto calzado y que da nombre al
local. Entre sus tapas destaca la oreja guisada, los garbanzos con callos y el
caldo de jamón, que pondrán a prueba tu resistencia cardiovascular. En verano
puedes depurar los excesos de ocho meses de duro invierno con la tapa de
gazpacho, que sirven cada vez que aprieta la canícula (a partir de veinte grados
para un leonés). Si no eres cargo electo puedes atreverte con tapas
políticamente incorrectas como los “cojonudos” (huevos de perdiz a la plancha)
y las “mariconadas” (pan con atún y mayonesa).
Consumición y tapa: 1,20 euros
Su muy demandada tapa de oreja guisada
Rótulo de Bar La Alpargata
Cafetería Las Torres
Calle Burgo Nuevo, 58
Barrio Ensanche
Calle Burgo Nuevo, 58
Barrio Ensanche
Su nombre hace referencia a las torres góticas de la
Catedral. Está cafetería es un clásico del tapeo leonés. El local lleva abierto
desde mediados de los setenta y Eusebio, su actual propietario, está al frente
del mismo desde 1981. Su decoración se mantiene fiel a aquellos años. La
generación nacida en la década de los pantalones de campana, los flecos y el
ante experimentará en “Las Torres” toda una experiencia regresiva hacia su
niñez que no tiene que ser traumática a menos que a ti también te dejaran jugar
con “Quimicefa” sin la supervisión de un adulto.
La tapa por la que es conocida la cafetería son sus patatas,
que depende quién las pida o sirva son rebautizadas como bravas o alioli. En
realidad se parecen mucho a las bravas con alioli que sirven en algunos locales
de Barcelona, de ahí la falta de unanimidad en su denominación y la confusión a
la que se prestan. Su éxito es tal que no es infrecuente entre los vecinos
pedir una ración para llevar a casa. Yo prefiero probarlas gratis con la consumición
y pasar al siguiente bar de la lista.
Consumición y tapa: 1,20 euros
Sus famosa tapa de patatas
Interior descuidadamente "setentero" de Cafetería Las Torres
Mona Lisa Vinatería
Plaza Torres de Omaña, 6
Plaza Torres de Omaña, 6
Barrio Romántico
Reconozco mi predilección por los bares “buenos, feos y
baratos” de toda la vida. La ciudad de León todavía mantiene muchos de éstos
templos nostálgicos porque el leonés tiene las prioridades muy claras en cuanto
a tascas: lo que alegre la vista no debe ser nunca la decoración sino la tapa.
Tanto es así que algunos viejos locales son traspasados tal cual, con barra de
aluminio, suelo embaldosado y calendario de “La Bombi” del 84 incluido. Para
qué cambiar lo que funciona.
Algunos emprendedores, en cambio, apuestan por ofrecer
nuevos ambientes sin afectar a lo esencial, el buen yantar. No me sentiré
amenazado por estos locales mientras puedan convivir con los de toda la vida,
mantengan la filosofía de la tapa leonesa y no se conviertan en franquicias.
Uno de éstos es Monalisa Vinatería, que llegó hace cuatro años, y parece que
para quedarse. Monalisa es un local amplio, elegante y moderno al estilo
“gastrobar” tan de moda ahora en España.
Pero vamos a lo esencial, sus tapas. Ahí todo nos resulta
agradablemente familiar y tradicional. Con la consumición podemos elegir entre
el bocadillo de chorizo a la plancha, la paloma de ensaladilla, la tosta de
morcilla o el sándwich mixto. Mención especial merece su bocadillo de
calamares, que viene a ser la mitad de lo que te sirven en El Brillante de
Madrid pero por el precio de la consumición y que si eres también madrileño te
hará sentir como en la mismísima Plaza Mayor pero con el bolsillo mucho menos
dolorido.
Por cierto, también disponen de desayunos entre semana.
Como anécdota os contaré que en mi última visita mientras
daba buena cuenta del bocadillo de calamares resonaba en el local esta canción:
"Tu mirada me hace grande y que estemos los dos solos
dando tumbos por Madrid sin nada que decir
Porque nada es importante cuando hacemos
los recuerdos por las calles de Madrid”
Los ojos se me empañaron de lágrimas y casi pude sentir la
familiar sensación del dióxido de carbono entrando en mis pulmones...
Consumición y tapa: 1,30 euros
Tapa de bocadillo de calamares
Detalle exterior de Monalisa Vinatería
-------------------------------------
Actualización 30/08/2019
Actualización 30/08/2019
En su lugar ahora hay otro local con tapa de tortilla llamado "El gallinero".
Localización en mapa de los bares de tapas incluidos en la sección ESPECIAL TAPAS DE LEÓN: Crónicas cazurras
No hay comentarios:
Publicar un comentario