Si visitas Valladolid en verano
debes saber que durante el día puede hacer mucho calor. En tierra de vinos
podrías optar por tirar de riberas, cigales y ruedas para apaciguar la
deshidratación pero mi obligación es informarte que en el pasado se han
documentado situaciones bochornosas por el consumo en exceso de alcohol:
señores en la playa urbana del Pisuerga ataviados solo con corbata, intentado
reservar habitación en el palomar del Campo Grande o colocando los pies sobre
la mesa delante de otros mandatarios internaciones. Si tú tampoco controlas mi
alternativa es una refrescante ruta de horchatas. Quién te iba a decir que la
capital de la meseta norte cuenta con varios establecimientos donde elaboran
buena horchata natural de chufa.
El barrio obrero de Las Delicias
era mi primera parada de la ruta. Frente al paso subterráneo Labradores-Segovia
estaba la Heladería El Carrito. Tenía una producción de solo cuatro litros
diarios así que tocaba madrugar para asegurarte tu vaso de horchata. Se servía
espolvoreada con canela y era de una estupenda calidad. En mi primera
visita pude hablar distendidamente con uno de los socios sorprendiéndome
gratamente su pasión por la horchata: elaboración, conservación y todos esos
detalles que solo sabemos los frikis de la chufa. El resultado una horchata que
según me cuenta había logrado la aprobación hasta de un valenciano que
desconfiaba poder encontrarla buena en Valladolid. Por desgracia ha cerrado
pero pervive en mí su dulce recuerdo.
Descanse en paz
Belaria
Comenzamos la ruta en los altos del Paseo de Zorrilla para descubrir Belaria. Esta pastelería forma parte de la buena pastelería pucelana con locales tan destacados como Maro Valles, Cubero, Bravo o El Sayagués. En verano a los pasteles, bombones y demás dulces les acompañan buenos helados donde destaca uno de queso tan logrado que es capaz de entusiasmar a cualquier aficionado al queso incluso si no le gusta el dulce.
Comenzamos la ruta en los altos del Paseo de Zorrilla para descubrir Belaria. Esta pastelería forma parte de la buena pastelería pucelana con locales tan destacados como Maro Valles, Cubero, Bravo o El Sayagués. En verano a los pasteles, bombones y demás dulces les acompañan buenos helados donde destaca uno de queso tan logrado que es capaz de entusiasmar a cualquier aficionado al queso incluso si no le gusta el dulce.
La horchata de Belaria está muy buena
pero tiene una pega: una producción irregular. Valoré no incluirla en la ruta
porque probarla es más difícil que intentar acabar con John McClane y conseguir
audiencia con el Papa el mismo día. La temporada pasada no logré hacerlo
incluso los días que confirmó la tienda que sí la despacharían. Acércate, cruza
los dedos y si al entrar encuentras la jarra con la horchata dirígete a la
administración de lotería más próxima para echar una Bonoloto porque es tu día
de suerte.
Horchata de Belaria
Exterior
Heladería La Toscana
Seguimos por el Paseo de Zorrilla en dirección al centro hasta el Campo Grande. Una extraña marquesina amarilla que parece inspirada en una pieza de Lego gigante señala nuestra tercera parada. La Heladería Toscana abierta en Valladolid en 1985 es heredera de otra antiquísima con el mismo nombre que cerró hace unos meses en Zamora. Es probablemente la horchata menos dulce de la ruta. Puedes tomarla en su interior que todavía conserva el encanto de las heladerías “viejunas” y también en su agradable terraza. Mi consejo es pedirla para llevar, entrar al colindante parque y disfrutarla a la sombra de algún árbol con su copa libre de pavos reales a menos que no te importe acompañarla por los “toppings” descargados desde sus regios culos.
Seguimos por el Paseo de Zorrilla en dirección al centro hasta el Campo Grande. Una extraña marquesina amarilla que parece inspirada en una pieza de Lego gigante señala nuestra tercera parada. La Heladería Toscana abierta en Valladolid en 1985 es heredera de otra antiquísima con el mismo nombre que cerró hace unos meses en Zamora. Es probablemente la horchata menos dulce de la ruta. Puedes tomarla en su interior que todavía conserva el encanto de las heladerías “viejunas” y también en su agradable terraza. Mi consejo es pedirla para llevar, entrar al colindante parque y disfrutarla a la sombra de algún árbol con su copa libre de pavos reales a menos que no te importe acompañarla por los “toppings” descargados desde sus regios culos.
Horchata de La Toscana
Su extraordinario panel (ahora oculto)
Helados y Turrones Manuel Iborra
La historia de este negocio se remonta a finales del XIX cuando el jijonenco Manuel Iborra García llegó a la ciudad con su tío para vender turrones. Desde entonces no faltó a su cita salvo durante la guerra civil. Su hijo Manuel Iborra Planelles fija el negocio comprando en 1957 el actual local en la calle Lencería añadiendo helados para abrir también en verano. Heredó la empresa en 1969 el actual patriarca, Manuel Iborra Sánchez, que recientemente fue homenajeado por el Ayuntamiento por sus cincuenta años al frente del negocio.
No es difícil encontrar una cola de clientes que nos indiquen el camino ya que Helados y turrones Manuel Iborra no es solo la heladería más antigua de Valladolid sino también toda una institución. Acabar en Iborra tras cenar por el centro es una tradición local que se remonta a los primeros debates sobre el soterramiento de las vías del tren. Siempre que visito la ciudad procuro comprar su turrón que como hace más de un siglo sigue llegando de Jijona y en verano no dejo de degustar su horchata que, al igual que los helados, son elaborados en el obrador situado en el mismo local.
Horchata de Iborra
Interior de heladería de toda la vida
Belaria
Paseo de Zorrilla, 90
47006 Valladolid
Otro local en:
Paseo de Zorrilla, 336
47008 Valladolid
Heladería La Toscana
Paseo de Zorrilla, 30
47006 Valladolid
Helados y Turrones Manuel Iborra
Calle Lencería, 2
47001 Valladolid
Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa
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