miércoles, 27 de agosto de 2014

Pasar una noche toledana


“¡Toledanos, es la espada, voto a Dios, la que causa ese vapor y no el humo de las cocinas!”. En el año 807 el cielo de Toledo se cubrió de sangre la noche en la que el gobernador Amrús-al Lleridi invitó a toda la nobleza local a una cena de confraternidad que no era otra cosa que un subterfugio para literalmente descabezar a la oposición interna. Tomen nota los miembros críticos de UPyD si reciben una invitación de Rosa Díez para tomar chocolate con churros en la sede del partido… Ese capítulo dio origen a la célebre expresión “pasar una noche toledana” cuando se quiere dar a entender que dicha noche ha sido para olvidar.

Si el banquete servido hubiera sido el mismo que ofrece este restaurante del centro de Toledo nadie habría empuñado la espada contra los invitados, hubiera bastado con obligarles a comérselo todo. Sugiero para futuras purgas de la casta toledana como entrante una “sopa del día” que se asemeja a regurgitado de cabra alimentada en los pastos de Valdemingómez, seguido de una “fritura de verduras” recuperadas en la costa tras el naufragio de un carguero de hortalizas chino y para finalizar el “venado en salsa” homenaje al alférez provisional que ofreció su pierna gangrenada a sus hambrientos correligionarios durante el sitio de El Alcázar. 
 
Lo sé, me olvido del postre ¿pero de verdad piensas que alguien puede llegar tan lejos?

Plato de cuchara

 
Fritura de verduras

 
Venado en salsa

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