miércoles, 14 de mayo de 2025

Restaurante Casa Tino (Gijón)

En la sección “Límite 24 horas” recomiendo mis opciones predilectas para desayunar, almorzar y cenar en algunas ciudades. Algunas de ellas, como Oviedo o San Sebastián, las visito con frecuencia. Otra ciudad que visito bastante es Gijón. Atendiendo a esta asiduidad debería incluirla en la sección antes mencionada, pero existe un problema: desde que descubrí “Casa Tino” no he tenido curiosidad de conocer otro restaurante.

Decir que “Casa Tino” es uno de mis rincones favoritos de Gijón no tiene mucho valor porque mi conocimiento de la oferta gastronómica gijonesa es escaso, pero puedo afirmar sin equivocarme que esta casa de comidas está entre mis tres restaurantes favoritos de toda España. Además de esta visita obligada completo mi rutina gijonesa con otras dos, una a la turronería de Federico Verdú, donde no falta un helado de turrón en verano, y otra al Mercado del Sur para comprar conservas La Polar, entre la que no puede faltar un bote de pote asturiano con el que rememorar mis visitas al Principado aunque sea a golpe de microondas.

Y hablando de pote asturiano el de “Casa Tino” es insuperable. Se encuentra disponible en el menú de los miércoles (14,50 euros) y también puedes probarlo en el menú especial del Antroxu (el carnaval asturiano) donde comparte mesa con el picadillo con patatas y donde además puedes elegir de postre frixuelos, casadielles o picatosta. Eso sí, si acudes a “Casa Tino” tanto con disfraz como sin él asegúrate de que sea al menos dos tallas más grande. El resto de días el pote no está disponible pero siempre puedes elegir de carta a su prima-hermana, la fabada asturiana.

Entre los clientes que conocen su pote asturiano hubo alguno tan ilustre como Anthony Bourdain. Por fortuna, a diferencia de lo ocurrido con la visita del chef neoyorquino a la portuense Cervejaria Gazela, en el restaurante gijonés todo sigue igual: local, comida y parroquianos. Para mí esta casa de comidas es una irreductible aldea gala que da batalla a todas esas nuevas sidrerías guapas que han perdido su esencia a golpe de like y selfie.

Pote asturiano
  
En la Calle Alfredo Truan desde 1968
  
Cuéntame, ¿cómo te ha ido?...


Calle Alfredo Truan, 9
33205 Gijón (Asturias)

martes, 13 de mayo de 2025

Límite 24 horas en Santander

Cierto es que en toda España se come bien pero un servidor se prepara siempre para lo mejor cuando visita el Norte. En especial la costa cantábrica es cantera de buenos productos y grandes preparaciones. Se podría llegar a la conclusión que entre tantas opciones es sencillo preparar un artículo como este, pero es precisamente esa fascinante variedad la que hace realmente difícil decidirse por qué platos decantarse y cuáles dejar fuera. La elección que presento a continuación está pensada, no solo para comer fenomenal, sino también para aportar las calorías necesarias para recorrer toda la bahía de Santander a pie, en bici a nado o las tres una detrás de otra, porque si sigues mis recomendaciones energía no te va a faltar. Bienvenido a una de las ciudades más deliciosas de España. Bienvenido a Santander.

Desayuno en el Mercado de la Esperanza

Santander es ciudad de gran tradición tortillera. No hay bar sin su tortilla y en la mayoría sirven al menos la clásica y alguna rellena. Tengo mucho trabajo que hacer si quiero encontrar mi tortilla predilecta y el tiempo de estancia es finito así que debo multiplicar desayunos hasta llegar casi a la hora del almuerzo. Pero como siempre digo: cuando me propongo algo no paro hasta lograr mi objetivo. Selecciono las más populares en Internet: “Bodi”, “Quebec”, etc., pero, aunque están bien, la elegida no es ninguna de estas.

Mi favorita me espera en el interior de un bar del mercado solo visible para clientes y tenderos del mercado y al que llego guiado por su aroma. Su tortilla no es la más grande, innovadora o fotogénica, pero es la mejor ejecutada. Cierto que hay tantas tortillas como personas que las hacen, pero en mi opinión, pocas están tan bien hechas como esta del Mercado de La Esperanza.

La tortilla de patatas del bar del mercado
  
Mercado de la Esperanza

Almuerzo en Restaurante Casa Mariano

Cantabria es territorio de cocidos, desde los afamados montañés y lebaniego, a otros más desconocidos como el pasiego, sin olvidar las diferentes “ollas”. Hay tantas variedades de cocido que existe incluso una Cofradía en la que sus miembros recorren la región dando cuenta de todos ellos vestidos con una capa, prenda que, además de dar al ágape un tono solemne permite disimular las lorzas que tan exhaustivo conocimiento de la gastronomía local dota a sus distinguidos miembros.

En “Casa Mariano” puedes probar los dos cocidos más famosos: el montañés, que está disponible en su carta todos los días, y el lebaniego, disponible los martes y viernes en su menú del día por 16 euros. Como es martes elijo el lebaniego, servido en dos vuelcos; primero el perol con la sopa de fideos y a continuación la fuente con garbanzos, las carnes (chorizo, morcillo, tocino y costilla), repollo y pantruque. Espero que los cofrades expertos en cocido se quiten la capa para comerlo porque mi cuerpo después de consumirlo tenía la temperatura del palo de un churrero.

Primer vuelco
   
Segundo vuelco

Cena en Restaurante Los Peñucas

Todas las ciudades que se visitan por primera vez dejan una impronta en el visitante. La primera impresión al recorrer sus barrios, paisajes y monumentos. En esta experiencia también incluyo los primeros establecimientos donde degustar la gastronomía local porque los buenos recuerdos de un viaje suelen estar asociados a una acertada elección de los restaurantes. Entre mis recuerdos de aquella primera vez hace quince años en Santander destaca el arroz y el pescadito de “Los Peñucas”.

El restaurante está ubicado en el poblado pesquero de Sotileza. Se trata de un local enorme que funciona desde 1960. En su interior una gran cocina, varios salones y un altar dedicado a Iván de La Peña, futbolista criado en el barrio e hijo del dueño. Arroces, pescados y mariscos de primera división. Excelente lugar para pedir sardinas o, en mi caso, bocartes, fritos y rebozados, muy al gusto de la afición local. De postre un tradicional flan, postre que cuando está bien elaborado nunca falla. Un menú digno de una Copa del Rey y de una Champions League.

Arroces de campeonato
  
Bocartes rebozados

   
Bar del Mercado de la Esperanza
Plaza de la Esperanza, s/n
39002 Santander (Cantabria)

Calle Vargas, 23
39010 Santander (Cantabria)

Calle Marqués de la Ensenada, 35
39009 Santander (Cantabria)