Esta entrada está dedicada a esos restaurantes, bares y
cafeterías que no han nacido para hacer caja sino para júbilo y regocijo de sus
propietarios. Todos aquellos que desprecian el premio al “empresario de
año” y anteponen dar rienda suelta a sus devociones, aficiones o ideología al
éxito económico convirtiendo sus establecimientos en templos para sí mismos y
otros correligionarios. Estos locales son más de los uno podría pensar y darían
para una sección en sí misma siempre y cuando el que escribe estuviera
dispuesto a recorrer locales entre los que predominan los dedicados a series de
culto, trilogías y otras sandeces. Pero que le vamos a hacer, paso de
atiborrarme de bazofia pseudocultural para masas y aún más de encontrarme en mi
sopa un pelo sintético de wookiee.
Me acerco a Tarragona para visitar el “Pyongyang Café”.
Local dedicado en este caso a Corea del Norte, particularmente a su régimen
comunista y la idea “Juche”. Para los no familiarizados con este término la
filosofía “Juche” se podría resumir como leninismo al estilo coreano, una
descripción que si bien es incompleta es más que suficiente en un país en el
que nuestros jóvenes piensan que Ortega y Gasset son la pareja de dobles
en la Copa Davis. Al frente de este local se encuentra Alejandro Cao de Benós,
presidente de la Asociación de Amistad con Corea y encargado de la
contrarréplica ante los medios de cualquier información contra el régimen
norcoreano. Si crees que es un papelón para el presidente de la Gestora del
PSOE explicar cómo se han “cargado” a Sánchez imagínate el suyo cuando le
preguntan por la ejecución de un ministro norcoreano con un cañón antiaéreo.
El “Pyongyang Café” es el único café de su especie en
Europa. Sólo existen locales similares en Vietnam, Camboya, Rusia y China, de
ahí su rareza. El local que es moderno, amplio, limpio y confortable pasaría
desapercibido si no fuera por la belicosa cartelería del régimen en sus
paredes, las obras traducidas al castellano de la dinastía Kim en su librería y
los folletines norcoreanos de autobombo en inglés de su revistero. En la
televisión, interminables concursos de talentos protagonizados por niños
instruidos en el arte de cantar, bailar, interpretar y señalar a un opositor
entre el público sin cometer un solo error, cuatro cosas más de las que puede
hacer cualquier concursante de “La Voz Kids” y que confirman la ventaja de
mantener el mismo plan de estudios durante más de medio siglo.
Su carta de bebidas es variada. En el “Pyongyang Café” puedes tomarte
desde un café, a un refresco o un “Cacaolat”, refrigerio presente en cualquier
cafetería catalana que se precie. Si quieres algo más especializado dispones de
tés norcoreanos y cervezas asiáticas que puedes acompañar de kimchi y snacks
como los de Corea del Norte pero importados de su vecino capitalista del Sur
(con permiso de Kim Jong-un, supongo). Mi elección un té de ginseng, un
excelente tónico con propiedades energizantes y planta herbácea muy común en el
país. Además de la consumición no pude resistirme a asomarme a la vitrina de
mercadotecnia en la que hay postales, banderas y otros recuerdos y adquirir una
taza con el logo el “Pyongyang Café”, un recuerdo que será la envidia de
cualquiera que siga la filosofía “juche”, “jedi”, “trekker” o simplemente le
guste lo “kitsch”. ¡Ay, si Marx levantara la cabeza!
La estrella roja norcoreana preside su barra
Vitrina con reliquias del régimen
Recuerda,
plástico, latas y brick
en el contenedor amarillo!
Pyongyang Café
Carrer dels Rebolledo, 3
43004 Tarragona
-------------------------------------
Actualización 03/05/2017
Cerrazo en marzo al público.
El colmo del sistema es que un comunista cierre por "números rojos"...
-------------------------------------
Actualización 03/05/2017
Cerrazo en marzo al público.
El colmo del sistema es que un comunista cierre por "números rojos"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario