jueves, 18 de diciembre de 2025

Próxima parada: el turrón y las peladillas de Casinos

Como cada diciembre y como bien dice el anuncio “vuelvo a casa por Navidad”. En mi caso vuelvo a mi ruta turronera anual. Después de descubrir la Feria de Navidad de Jijona, a las turroneras de La Alberca y a las caravanas del turrón de Fregenal de la Sierra no tenía nada claro cuál iba a ser mi próximo destino. Sobre el papel había varias candidaturas, pero al final tomé la decisión de visitar la Feria del Dulce de Casinos. Solventado el asunto de cómo llegar (en los autobuses La Chelvana) y dónde dormir (en la Pensión Lucía) solo quedaba decidir qué maleta llevar y eso se resolvió rápidamente, ¡la más grande!

Mi paso por Jijona, Fregenal de la Sierra y La Alberca

El municipio

Casinos es un municipio perteneciente a El Camp de Túria, a unos 40 km de Valencia. Con una población de unos 3000 vecinos Casinos (que hasta 1843 pertenecía al municipio de Llíria) es famosa por los obradores de turrones y de peladillas ubicados en la Avenida de Valencia, pero su principal actividad siempre fue la agricultura: con dominio de algarrobos, olivos y viñedo en el pasado y de frutales en el presente.

Monumentos y paisajes de Casinos

Consecuencia de esta dependencia con el suministro de agua, Casinos cuenta con un interesante patrimonio histórico de infraestructuras hidráulicas como aljibes o pozos. Algunas de estas obras han desaparecido como la cisterna de tipo árabe con una capacidad de un millón de litros derruida de forma inconcebible en 1968. En pie aún quedan los aljibes de los Molineros y la Torreseca (junto a la Ermita de San Roque y el Parque de la Torreseca, respectivamente), el Pozo Público, en el centro del municipio (junto a la Iglesia y la Plaza Mayor) restaurado en 1919-20, y al que muchos vecinos recuerdan como la oficina de correos y un ejemplo más actual lo podemos encontrar en la curiosa escalinata de la Central Hidroeléctrica de Casinos, al otro lado de la CV-35.

Patrimonio del agua en Casinos

En la oficina de correos del Pozo Público trabajó Miguel Peñarrocha. El “Tío Pallús” que fue cartero, barbero, turronero y unos cuantos oficios más, vamos, un auténtico hombre del Renacimiento, pero por lo que pasó a la historia de Casinos, sin pretenderlo, fue como aficionado a la fotografía. Entre los años 50 y 80 realizó más de ocho mil fotografías en las que retrata todas las vicisitudes del municipio: festividades, oficios, monumentos, etc. En definitiva, un relato visual imprescindible para conocer el Casinos del pasado y del presente. Sus hijos, M.ª Carmen y Luis Miguel, han luchado por la conservación, integridad y difusión de ese patrimonio que con gran generosidad entienden no solo es de los “Pallús” sino de sus habitantes. La colaboración entre la familia, el Ayuntamiento y los alumnos del Taller de Empleo de Casinos dio lugar a una web con 6313 de sus fotografías que son memoria viva de este pueblo y que atrapan con sus imágenes a cualquier observador aunque no sea vecino del pueblo.

Collage con fotos de mujeres y oficios de Casinos
Archivo Fotográfico de la Familia Peñarrocha
Para consultar las fotografías hacer clic AQUÍ

Material original de Miguel Peñarrocha, el “Tío Pallús”

Los turrones y las peladillas

El “Tío Pallús” nunca fotografió al introductor de las peladillas y turrones en Casinos, Manuel Jarrín Pérez, pero tenemos las divertidas ilustraciones de Sara H. Peñalver que en su obra “Peladillas por el Mundo” nos relata los datos fundamentales de su biografía. Un ourensano que a finales del siglo XIX se convierte en el rey de los dulces en la otra punta del país no elaborando bica de Trives para combatir la morriña sino algo tan poco gallego como peladillas y turrones. Lo hace por la aparición en su vida de dos personajes: un turronero de Alpuente que le ofreció la receta y los utensilios de su oficio y Carmen Murgui Rocher, una casinense con la que contrajo matrimonio y que fijó su destino para siempre en Casinos. La pareja abrió un obrador que inauguró una artesanía por la que es conocido el municipio en toda la Comunidad Valenciana.

Ilustración de la obra "Peladillas por el Mundo"
Autora: Sara H. Peñalver para @les_peladilles
Para consultar la obra hacer clic AQUÍ

Peladillas, almendros y M. Jarrín en el callejero de Casinos

Y así hasta la actualidad convirtiendo a Casinos en una parada imprescindible en la ruta del dulce valenciano. En todos estos años se han creado, trasformado y cerrado obradores. Entre los desaparecidos los vecinos recuerdan aún los de Gloria, Vidal o R. Casinos, el último en bajar la persiana fue el de Fina este mismo año. Los obradores se ubicaban en la Avenida de Valencia, la antigua carretera comarcal C-234, gran vía comercial del pueblo. Si en Astorga o Unquera te bajabas del automóvil para comprar mantecadas o corbatas aquí los conductores hacían un alto para adquirir peladillas.

Otro punto de venta que apunta Luis Miguel, el “Pallús”, era en los autobuses La Chelvana, donde subían las mujeres a vender las peladillas cuando este hacía parada.

Los obradores cerrados


Despachando peladillas en Gloria
Archivo Fotográfico de la Familia Peñarrocha
Para consultar las fotografías hacer clic AQUÍ

La Feria del Dulce y los obradores

La Feria del Dulce es el gran acontecimiento del turrón de Casinos. Se celebra desde el año 2000 y es anterior a la Feria de Navidad de Jijona. La de Casinos es una de las fiestas gastronómicas más importantes de Valencia y es aquí donde los artesanos del municipio ofrecen sus turrones clásicos y presentan sus novedades. En 2020 cambió de ubicación desde el Recinto Ferial Gallipatos a la Avenida de Valencia, cambio celebrado porque devuelve el protagonismo a la calle de los obradores y tiendas. La fiesta se acompaña de actividades deportivas, lúdicas y culturales convirtiéndose el evento en una gran celebración. Tiene lugar el último fin de semana de octubre pero es el sábado y el domingo cuando la feria es tomada por valencianos ávidos de dulce.

Los turrones más vendidos suele ser los clásicos: blando y duro que no pueden denominarse de “Jijona” y “Alicante” porque estas son denominaciones protegidas por una Indicación Geográfica Protegida que exige su producción en Jijona, pero aquí hemos venido a comer y comprar turrón de Casinos. La variedad es enorme y los artesanos compiten por presentar una nueva y sorprendente variedad cada año. Por supuesto no pueden faltar las peladillas: clásicas, de chocolate, garrapiñadas y roñosas y que nada tienen que ver con esas típicas bolitas que se regalaban antaño en los bautizos o que formaban parte de las cestas de Navidad de las empresas. Estas están a otro nivel y merece la pena probarlas para entender lo clara que está la diferencia. Tampoco pierdas la oportunidad de completar tu cesta con otros dulces valencianos como cascas, cocas Cristina o panquemados. Ya te dije que aquí había que llevar una maleta grande.

Las actividades de la Feria del Dulce

Los únicos cuatro obradores artesanos que actualmente tienen producción en Casinos son los siguientes:

Su historia comenzó hace quince años cuando Trini Abad aceptó el traspaso de la Turronería Niñerola en la Avenida de Valencia 85. En la actualidad tienen el obrador y la tienda en el otro extremo de la Avenida, en el número 3, en el antiguo local familiar de la panadería en la que trabajaron sus padres. Trini mantiene la maquinaria y las recetas de los turrones de José Niñerola sin dejar de aportar nuevos sabores como el de caramelo salado este año, consolidando así su fama de ser una de las turronerías más innovadoras de Casinos. La herencia del obrador de pan está presente con una gran variedad de bocadillos que hacen las delicias cada mañana de los vecinos, trabajadores, moteros y ciclistas en ruta. También elabora turrones sin azúcar para permitir que los diabéticos también puedan disfrutar de unas buenas Navidades.


La turronería con más proyección fuera de Casinos junto a la desaparecida Turrones Chimo. Conocí sus turrones, peladillas y chocolates hace años en el Mercado Central de Valencia donde tiene un puesto y escribí sobre ellos en mi “Ruta de turronerías por Valencia”. El origen de esta turronería está ligado a Casinos y a Juan Bautista Navarro, que aprendió el oficio de Manuel Jarrín Pérez, abriendo su propio negocio en los años cuarenta. Desde entonces la turronería ha pasado de padres a hijos hasta llegar a la tercera generación con Pascual como gerente y tras el mostrador la bisnieta del fundador. Una saga familiar turronera en un sector en el que la falta de continuidad familiar ha cerrado muchos negocios. A destacar las roñosas de Casinos, una peladilla de color rosa que al contrario de lo que parece indicar su nombre es una auténtica joya.


Si te das un paseo por la Avenida de Valencia aún podrás ver cartelería de la Fábrica de Peladillas y Turrones R. Casinos, que fue toda una institución en el municipio. Cuando Rogelio Casinos se jubiló enseñó el oficio a los propietarios de Turrones Casinos hace casi ya 23 años. El obrador, dirigido por Pablo y Víctor, elabora turrones tradicionales (blando, duro, yema…), turrones de chocolate (planchas, trufados, tres chocolates…) y turrones pralinés, como el muy tentador de almendra y avellana con pepitas de chocolate puro que acabó en mi cesta de la compra. Además de turrones también puedes adquirir productos típicos valencianos como rosquilletas, pasteles de boniato o congrets, una más que potente pastita de anís.


Al entrar en la tienda de Turrones Apolonia destaca en la estancia un cuadro de Santa Apolonia, cristiana que por no renunciar a su fe perdió todos los dientes y que bien podría ser la patrona de los turroneros, pero que acabó siéndolo de los dentistas, un colectivo, que por otra parte le debe tanto al turrón y especialmente al duro. El nombre de la turronería en realidad está relacionado con el nombre de la fundadora, Apolonia Sancho Jarrín, la “Tía Apolonia”. Desde 1965 elaboran turrones y peladillas siempre priorizando los productos de proximidad en la que destaca almendra marcona local. No son los únicos productos elaborados con deliciosa almendra, también dispone de fabiolas (bizcocho popular en Alicante), torta cristina (masa fina sobre oblea) o malagueños (bolitas de almendra molida) que colman de placer a los fanáticos de este fruto seco.

No tienes que esperar a la próxima Feria del Dulce para comprar peladillas y turrones de Casinos. Aunque haya finalizado la edición de este año las tiendas de estos obradores están abiertas, a pleno rendimiento, con gran afluencia de clientes, en especial los fines de semana. Adquirir en cualquiera de ellos sus turrones y dulces es garantía de pasar unas muy dulces Navidades. En algunos casos también puedes adquirir sus productos a través de sus páginas Web. 

El botín del sábado

Siempre maleta grande

Agradecimientos

A Manuela Esteban, Nela, concejala de la Feria del Dulce, que cuando le hice una consulta sobre el Archivo Fotográfico de la Familia Peñarrocha me ofreció el contacto con Luis Miguel.

A Luis Miguel Peñarrocha, “Pallús”, que me recibió amablemente en su casa, compartió conmigo los recuerdos de su padre y de los obradores de turrón de Casinos, y como dulce colofón me ofreció su turrón de guirlache casero, el mismo que le enseño hacer su padre, que entre otros muchos oficios también fue turronero.

A Sara H. Peñalver, a la que pedí permiso para reproducir una de sus viñetas de su obra “Peladillas por el Mundo” para este artículo, y que gracias a la magia de la ilustración ha conseguido lo que parecía imposible, que una peladilla además de dulce pueda ser muy “salada”.

A todos los que han conversado conmigo ofreciéndome sus vivencias durante esta gran fiesta del turrón.

Y, por supuesto, a todos los trabajadores de las tiendas y obradores a los que he acribillado a preguntas y que amablemente me han respondido y con cuya aportación podría haber realizado no un artículo sino un libro. Gracias por mantener viva la cultura, la tradición y la dignidad del trabajo artesano del que en gran medida depende la memoria de un pueblo.

En el ADN del pueblo

En el recuerdo de los que pararon
Postal fechada en el año 1983
Perteneciente a mi colección

martes, 3 de junio de 2025

Confitería La Mallorquina (Oviedo)

Oviedo es una ciudad que visito con asiduidad y que siempre me hace sentir como en casa. Cuando voy allí uno de los rincones que siempre visito es la pastelería “La Mallorquina”, situada en la calle Milicias Nacionales a espaldas de la escultura de Woody Allen. En 2019 me llevé un gran susto cuando descubrí que el cartel de “La Mallorquina” había sido sustituido. Pensé que había vuelto a suceder: regreso a una ciudad y una de las pastelerías de toda la vida que frecuentaba ha cerrado. Me tranquilicé al entrar y observar el mismo mobiliario, los mismos trabajadores y el mismo magnífico producto. Si todo seguía igual ¿qué había pasado?

En Madrid quedan ya pocos comercios centenarios. Uno de los que sobrevive es una pastelería situada en plena Calle Mayor y famosa por sus napolitanas. Su nombre es conocida tanto por los miles de turistas que atestan sus calles como, lógicamente, por generaciones de madrileños que han respondido en algún momento de su vida a la pregunta—¿Dónde quedamos?— con un —En La Mallorquina”—. Pues al parecer la pastelería homónima de Madrid registró el nombre de “La Mallorquina” y como consecuencia todas las confiterías de España que tuvieran este nombre (y me consta que son un número considerable) debían pagar un canon a la de Madrid aunque en su tierra nunca hubieran oído hablar de esta cafetería. Así que “La Mallorquina” de Oviedo decidió acortar su nombre y sustituirlo por el más breve de “La Mallor” sin cambiar por ello ni la calidad de su género ni la solera de su cafetería interior ni por supuesto la costumbre de los ovetenses por llamar a su cafetería y pastelería por su nombre original. Porque en Oviedo, “La Mallor”, sigue siendo “La Mallorquina” de toda la vida.

Así que sea “La Mallor” sea “La Mallorquina” para mí es un lugar destacado de mi ruta del dulce de Oviedo, localidad de primer orden nacional en este apartado. No es extraño que durante mis estancias la visite más de una vez al día: una siempre programada a la que sigue una segunda o tercera llamémosla accidental, porque pasaba por allí. En su interior no han faltado desayunos, almuerzos, meriendas y cenas tanto solo como en buena compañía. Con un bocado que suele ser dulce pero donde no falta el salado cuando mi restaurante de referencia está cerrado. En definitiva, un local que estará siempre ligado en mi memoria a la ciudad de Oviedo por muchas veces que pueda cambiar de nombre.

Dulce
   
Salado
   
Antigua tarjeta

Calle Milicias Nacionales, 5
33003 Oviedo

jueves, 29 de mayo de 2025

Horchatería El Paseo (Puerto de Sagunto)

ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa (LXI)

A la pregunta: ¿qué han hecho los romanos por nosotros?, un saguntino puede contestar que les construyeron un teatro, un circo, un foro, un puente, una calzada… Todos ellos restos de la antigua Saguntum y que hoy aún se pueden apreciar. Pero ¿tuvieron los romanos algo que ver en la introducción de la horchata en Sagunto? Pues aunque el término parece que tiene origen latino (en concreto de la palabra “hordeata”, que significa “hecha con cebada”) parece que la horchata de chufa tiene origen islámico. Así que démosle al césar lo que es del césar y al califa lo que es del califa. Sea como sea qué mejor lugar para degustar una. Y es que si honramos el pasado romano visitando ruinas habrá que hacerlo también con el pasado andalusí tomándonos una bien fresquita.

La “Horchatería El Paseo” lleva dos décadas repartiendo más chufas en la playa del Puerto de Sagunto que el bravo futbolista saguntino David Navarro entre los delanteros rivales durante toda su trayectoria, que ya es decir. La horchata se sirve en formato pequeño, mediano, grande y rey; puedes elegirla líquida, granizada y mixta; añadir o no una bola de helado; y acompañarla si lo deseas con fartons caseros. También se puede pedir sustituir por horchata la leche de sus batidos o degustarla en el helado de la casa “Tradición valenciana” a base de helado de capuchino y de choco-avellana sobre una base de horchata y fartons un desafío calórico que bien se merece finalizar con un “Ave, Caesar, morituri te salutant” y después pedir otro para bajarlo.

Horchata
    
Local y terraza
   
Cartel

Horchatería El Paseo
Paseo Marítimo, 5
46520 Puerto Sagunto (Valencia)

Localización en mapa de las horchaterías y otros establecimientos que elaboran horchata natural incluidas en la sección ESPECIAL HORCHATA: Me chifla la chufa

miércoles, 14 de mayo de 2025

Restaurante Casa Tino (Gijón)

En la sección “Límite 24 horas” recomiendo mis opciones predilectas para desayunar, almorzar y cenar en algunas ciudades. Algunas de ellas, como Oviedo o San Sebastián, las visito con frecuencia. Otra ciudad que visito bastante es Gijón. Atendiendo a esta asiduidad debería incluirla en la sección antes mencionada, pero existe un problema: desde que descubrí “Casa Tino” no he tenido curiosidad de conocer otro restaurante.

Decir que “Casa Tino” es uno de mis rincones favoritos de Gijón no tiene mucho valor porque mi conocimiento de la oferta gastronómica gijonesa es escaso, pero puedo afirmar sin equivocarme que esta casa de comidas está entre mis tres restaurantes favoritos de toda España. Además de esta visita obligada completo mi rutina gijonesa con otras dos, una a la turronería de Federico Verdú, donde no falta un helado de turrón en verano, y otra al Mercado del Sur para comprar conservas La Polar, entre la que no puede faltar un bote de pote asturiano con el que rememorar mis visitas al Principado aunque sea a golpe de microondas.

Y hablando de pote asturiano el de “Casa Tino” es insuperable. Se encuentra disponible en el menú de los miércoles (14,50 euros) y también puedes probarlo en el menú especial del Antroxu (el carnaval asturiano) donde comparte mesa con el picadillo con patatas y donde además puedes elegir de postre frixuelos, casadielles o picatosta. Eso sí, si acudes a “Casa Tino” tanto con disfraz como sin él asegúrate de que sea al menos dos tallas más grande. El resto de días el pote no está disponible pero siempre puedes elegir de carta a su prima-hermana, la fabada asturiana.

Entre los clientes que conocen su pote asturiano hubo alguno tan ilustre como Anthony Bourdain. Por fortuna, a diferencia de lo ocurrido con la visita del chef neoyorquino a la portuense Cervejaria Gazela, en el restaurante gijonés todo sigue igual: local, comida y parroquianos. Para mí esta casa de comidas es una irreductible aldea gala que da batalla a todas esas nuevas sidrerías guapas que han perdido su esencia a golpe de like y selfie.

Pote asturiano
  
En la Calle Alfredo Truan desde 1968
  
Cuéntame, ¿cómo te ha ido?...


Calle Alfredo Truan, 9
33205 Gijón (Asturias)

martes, 13 de mayo de 2025

Límite 24 horas en Santander

Cierto es que en toda España se come bien pero un servidor se prepara siempre para lo mejor cuando visita el Norte. En especial la costa cantábrica es cantera de buenos productos y grandes preparaciones. Se podría llegar a la conclusión que entre tantas opciones es sencillo preparar un artículo como este, pero es precisamente esa fascinante variedad la que hace realmente difícil decidirse por qué platos decantarse y cuáles dejar fuera. La elección que presento a continuación está pensada, no solo para comer fenomenal, sino también para aportar las calorías necesarias para recorrer toda la bahía de Santander a pie, en bici a nado o las tres una detrás de otra, porque si sigues mis recomendaciones energía no te va a faltar. Bienvenido a una de las ciudades más deliciosas de España. Bienvenido a Santander.

Desayuno en el Mercado de la Esperanza

Santander es ciudad de gran tradición tortillera. No hay bar sin su tortilla y en la mayoría sirven al menos la clásica y alguna rellena. Tengo mucho trabajo que hacer si quiero encontrar mi tortilla predilecta y el tiempo de estancia es finito así que debo multiplicar desayunos hasta llegar casi a la hora del almuerzo. Pero como siempre digo: cuando me propongo algo no paro hasta lograr mi objetivo. Selecciono las más populares en Internet: “Bodi”, “Quebec”, etc., pero, aunque están bien, la elegida no es ninguna de estas.

Mi favorita me espera en el interior de un bar del mercado solo visible para clientes y tenderos del mercado y al que llego guiado por su aroma. Su tortilla no es la más grande, innovadora o fotogénica, pero es la mejor ejecutada. Cierto que hay tantas tortillas como personas que las hacen, pero en mi opinión, pocas están tan bien hechas como esta del Mercado de La Esperanza.

La tortilla de patatas del bar del mercado
  
Mercado de la Esperanza

Almuerzo en Restaurante Casa Mariano

Cantabria es territorio de cocidos, desde los afamados montañés y lebaniego, a otros más desconocidos como el pasiego, sin olvidar las diferentes “ollas”. Hay tantas variedades de cocido que existe incluso una Cofradía en la que sus miembros recorren la región dando cuenta de todos ellos vestidos con una capa, prenda que, además de dar al ágape un tono solemne permite disimular las lorzas que tan exhaustivo conocimiento de la gastronomía local dota a sus distinguidos miembros.

En “Casa Mariano” puedes probar los dos cocidos más famosos: el montañés, que está disponible en su carta todos los días, y el lebaniego, disponible los martes y viernes en su menú del día por 16 euros. Como es martes elijo el lebaniego, servido en dos vuelcos; primero el perol con la sopa de fideos y a continuación la fuente con garbanzos, las carnes (chorizo, morcillo, tocino y costilla), repollo y pantruque. Espero que los cofrades expertos en cocido se quiten la capa para comerlo porque mi cuerpo después de consumirlo tenía la temperatura del palo de un churrero.

Primer vuelco
   
Segundo vuelco

Cena en Restaurante Los Peñucas

Todas las ciudades que se visitan por primera vez dejan una impronta en el visitante. La primera impresión al recorrer sus barrios, paisajes y monumentos. En esta experiencia también incluyo los primeros establecimientos donde degustar la gastronomía local porque los buenos recuerdos de un viaje suelen estar asociados a una acertada elección de los restaurantes. Entre mis recuerdos de aquella primera vez hace quince años en Santander destaca el arroz y el pescadito de “Los Peñucas”.

El restaurante está ubicado en el poblado pesquero de Sotileza. Se trata de un local enorme que funciona desde 1960. En su interior una gran cocina, varios salones y un altar dedicado a Iván de La Peña, futbolista criado en el barrio e hijo del dueño. Arroces, pescados y mariscos de primera división. Excelente lugar para pedir sardinas o, en mi caso, bocartes, fritos y rebozados, muy al gusto de la afición local. De postre un tradicional flan, postre que cuando está bien elaborado nunca falla. Un menú digno de una Copa del Rey y de una Champions League.

Arroces de campeonato
  
Bocartes rebozados

   
Bar del Mercado de la Esperanza
Plaza de la Esperanza, s/n
39002 Santander (Cantabria)

Calle Vargas, 23
39010 Santander (Cantabria)

Calle Marqués de la Ensenada, 35
39009 Santander (Cantabria)

martes, 8 de abril de 2025

Tolosa y su ruta del dulce

Si has leído alguna que otra entrada de este blog ya sabrás que cuando visito un municipio mi primera pregunta es: ¿dónde están las pastelerías? Y si hay varias entonces la ermita, el puente romano y el potro de herrar pueden esperar. En este caso viajar no desarrolla mi inteligencia como aseguraba Zola sino mi curvatura abdominal. No me avergüenza reconocer que mi único recuerdo de algunas poblaciones no son sus monumentos o sus vistas sino sus obradores. Es el caso de Medina de Rioseco ("Cubero", "Marina" y "La Flor de Castilla") o de Grado ("Jonuar", "Josmay" y "Tejeiro"). En Tolosa el empleado de la oficina de turismo me recibió con la frase “Tudela es chuleta, alubia y dulce” destacando la fama de su repostería. También me ofreció infinidad de datos que demostraban que Tolosa siempre había molado más que Donosti pero los he olvidado.

Pastelería Eceiza

Comenzamos fuerte con un negocio centenario, creadores de las famosas tejas de almendra y cigarrillos de mantequilla de Tolosa, los mismos que compras en el mercado o coronan una mousse de limón. Pero los locales de "Eceiza" en Tolosa son además desayunos y meriendas en familia, con sus pastas, pasteles y por encima de todos, sus bombas, rellenas de crema, nata o chantilly. Qué mejor manera de comenzar esta ruta por los postres tolosanos que desayunando una de estas bombas genuinamente tolosanas. Aproveché su enérgica onda expansiva para hacer un recorrido por el bonito centro histórico de la ciudad, pequeño pero plagado de plazas, iglesias y palacios, con especial referencia a sus impresionantes mercados, el de la Plaza Cristales y el del Tinglado.

Plaza Cristales
  
Interior de "Eceiza"
  
¡Bomba!

Rafa Gorrotxategi

Almuerzo en el “Frontón de Tolosa”. Primero exploré el edificio de estilo racionalista abierto en 1935 y recientemente restaurado y recorrí las gradas de su bonito frontón. En su restaurante elegí alubias de Tolosa con sus sacramentos, plato delicioso y contundente que me hizo decidir por dejar las chuletas para otra ocasión. El postre lo reservo para mi siguiente parada de la ruta: "Rafa Gorrotxategi". Avanzo con propulsión a gas por la Avenida de San Francisco, río Oria, polígono Usabal y objetivo alcanzado. La instalación cuenta con un bar trillado por trabajadores del polígono, una tienda con sus afamados chocolates y turrones y el museo del chocolate, una pequeña joya que incluye una sección de cerería, anexo al oficio del chocolatero como relaté en el anterior artículo

Frontón de Tolosa
  
Mi postre en la cafetería de Rafa Gorrotxategi
  
Museo del Chocolate

Pastelería Ibáñez Gozona

El siguiente museo es el Centro Internacional del Títere de Tolosa. Cuenta con más dos mil marionetas con piezas que van desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Entre ellos no está el “Monstruo de las Galletas”, actualmente expuesto en el Museo Nacional de Historia de Washington y que permutaría encantado a la dulce Tolosa. Finalicé esta ruta con una última parada en la "Pastelería Ibáñez Gozona", un horno tradicional despachado por la tercera generación donde se elabora una deliciosa bollería que se rellena al momento con crema, nata o chocolate y donde el trato es familiar. Mi merienda un “ocho”, un bollo muy popular entre los guipuzcoanos, pero también para los pucelanos.

Centro Internacional del Títere de Tolosa
  
Ocho
   
Desde 1911

Si conoces algún pequeño municipio con varias confiterías no duces en compartirlo con nosotros.

Desayuno
Pastelería Eceiza
Calle Rondilla, 34

Almuerzo
Avenida de San Francisco, 4

Polígono Industrial Usabal, 14

Merienda
Calle Rondilla, 40

martes, 25 de marzo de 2025

Confitería Cerería Donézar (Pamplona)


Por mucho que se planifique una excursión gastronómica siempre hay sorpresas, algunas muy agradables como esos productos que descubres típicos de la zona. En este apartado incluyo el mostillo en Ciudad Real, el alajú en Cuenca o los abisinios en Valladolid que desde su descubrimiento in situ nunca faltan en mi cesta. Por otro lado, están las viandas que no identificarías con un lugar en concreto como el chocolate en León (al que ya le dedicamos una completa cata amateur en este blog), los sándwiches en Bilbao o las tapas en Lugo.

En 2015 proyecté en Pamplona una ruta de la tortilla de patatas que fue un éxito total, no tanto en número de visitas, pero sí en ingesta de calorías y en satisfacción para mi paladar. Durante aquella experiencia inmersiva y como forma de endulzar mis jornadas elegí un local con notables referencias en internet por sus hojaldres con chocolate. Por desgracia era una masa vulgar rellena de una Nocilla muy alejada de lo que mi fino morro considera una buena pastelería. Para quitar el mal sabor de boca decidí entrar en una confitería de siempre y pedir la especialidad del local. Salí de allí con una caja de pastas de té y mientras daba cuenta de ellas observé bastante desconcertado que había más escaparates donde destacaba este producto. Sinceramente, nunca imaginé esta especial relación de esta ciudad con las pastitas pero imaginando a unos pamplonicas viendo un partido del Osasuna sorbiendo de una tacita con el dedo meñique se me ocurrió realizar una ruta de las pastas o “pasticas” de té.

Tras visitar varias pastelerías clásicas llegué a la conclusión de que las pastas de té de Pamplona estaban por encima de la media. Una de las que más me sorprendió fue la centenaria Donezar. Imaginad mi expresión de sorpresa cuando descubrí que este comercio cuyo origen se remonta a septiembre de 1853 vende dulces y velas al mismo tiempo. Al preguntar la causa de tal extraña combinación me comentaron que los oficios de confitero y cerero, hoy diferenciados, pertenecían antiguamente al mismo gremio. Un testimonio vivo esas confiterías-cererías de antaño es este centenario establecimiento.

Si el desbordamiento del Manzanares te impide visitar Pamplona para hacer una ruta de pastas “Donezar” puede enviártelas a tu domicilio. Mi experiencia es que si las pides el fin de semana el martes ya puedes esperar nervioso tras la puerta a que te llegue a casa el ansiado manjar. Además de sus deliciosas pastas de té quiero destacar dos productos del pedido: turrón royo tipo Artajona (en este caso de almendra, el tradicional de las navidades navarras) y lamparillas de cera de abejas (tan difíciles de encontrar hoy en día) por si necesitas algo además de dulce para iluminar tu vida.

Amor a primera vista
   
Pastas de té
   
Lote completo
   
Calle de la Zapatería, 41
31001 Pamplona (Navarra)