martes, 3 de junio de 2025

Confitería La Mallorquina (Oviedo)

Oviedo es una ciudad que visito con asiduidad y que siempre me hace sentir como en casa. Cuando voy allí uno de los rincones que siempre visito es la pastelería “La Mallorquina”, situada en la calle Milicias Nacionales a espaldas de la escultura de Woody Allen. En 2019 me llevé un gran susto cuando descubrí que el cartel de “La Mallorquina” había sido sustituido. Pensé que había vuelto a suceder: regreso a una ciudad y una de las pastelerías de toda la vida que frecuentaba ha cerrado. Me tranquilicé al entrar y observar el mismo mobiliario, los mismos trabajadores y el mismo magnífico producto. Si todo seguía igual ¿qué había pasado?

En Madrid quedan ya pocos comercios centenarios. Uno de los que sobrevive es una pastelería situada en plena Calle Mayor y famosa por sus napolitanas. Su nombre es conocida tanto por los miles de turistas que atestan sus calles como, lógicamente, por generaciones de madrileños que han respondido en algún momento de su vida a la pregunta—¿Dónde quedamos?— con un —En La Mallorquina”—. Pues al parecer la pastelería homónima de Madrid registró el nombre de “La Mallorquina” y como consecuencia todas las confiterías de España que tuvieran este nombre (y me consta que son un número considerable) debían pagar un canon a la de Madrid aunque en su tierra nunca hubieran oído hablar de esta cafetería. Así que “La Mallorquina” de Oviedo decidió acortar su nombre y sustituirlo por el más breve de “La Mallor” sin cambiar por ello ni la calidad de su género ni la solera de su cafetería interior ni por supuesto la costumbre de los ovetenses por llamar a su cafetería y pastelería por su nombre original. Porque en Oviedo, “La Mallor”, sigue siendo “La Mallorquina” de toda la vida.

Así que sea “La Mallor” sea “La Mallorquina” para mí es un lugar destacado de mi ruta del dulce de Oviedo, localidad de primer orden nacional en este apartado. No es extraño que durante mis estancias la visite más de una vez al día: una siempre programada a la que sigue una segunda o tercera llamémosla accidental, porque pasaba por allí. En su interior no han faltado desayunos, almuerzos, meriendas y cenas tanto solo como en buena compañía. Con un bocado que suele ser dulce pero donde no falta el salado cuando mi restaurante de referencia está cerrado. En definitiva, un local que estará siempre ligado en mi memoria a la ciudad de Oviedo por muchas veces que pueda cambiar de nombre.

Dulce
   
Salado
   
Antigua tarjeta

Calle Milicias Nacionales, 5
33003 Oviedo

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